Capítulo 9: El día del partido amistoso, ¿lo era? ...

1.4K 94 1
                                    

sábado, 7:00 de la mañana

Poché POV

El sonido del despertador hizo que pegara un brinco. Ouch. Se me olvidó apagarlo la noche anterior. Gruñí por la molesta insistencia. Me giré despacio hacia mi mesita de noche y lo apagué antes que me incitara a arrojarlo contra la pared. Ganas de hacerlo no me faltaban, pero mis brazos no daban para más uso de fuerza. Volví a recostarme, cubriendo mi rostro con la almohada y pegué un grito de frustración contra ella. ¡Dios mío! Cuando será el día en el que podré dormir en paz, sin interrupción protesté. Los días de entrenamiento me estaban pasando factura. Me sentía adolorida hasta en los rincones inexistentes de mi cuerpo. Me dolía todo al moverme, aunque fuera el mas mínimo movimiento, no sabía que para ser futbolista se ocupara ser saco de papas. Para acabarla, hoy era el día del partido y aún no tenía la excusa perfecta para evitar jugar. Narrnia quedó en recogerme a las ocho y media de la mañana, ya que el entrenador nos citó a las nueve para ejercitarnos antes del amistoso.

--

-Ándale Poché, deja que papi y yo vayamos a verte jugar. Porfis porfis, nunca te hemos visto jugar. - me rogaba mi hermana con ojos de cachorros y un puchero para convencerme de que los invitara al partido. En qué momento me pareció buena idea decirles que había decidido meterme al fútbol. Mi papá al enterarse se emocionó y me dijo que era una buena oportunidad para conocer a otras personas y posiblemente encontrar a alguien especial entre comillas. No sé que intentó insinuar mi padre con lo último, pero me pareció un pensamiento muy descabellado de su parte. No le respondí en ese entonces.

-Y nunca me verán jugar. En realidad, ni jugaré. Así que la respuesta es ¡NO! – cansada de su insistencia dije lo último sin la intención de alzar tanto la voz.

-Vale, ya no insistas más si tu hermana dijo que no, no podemos obligarla. Respeta su decisión. – intervino mi padre antes que se tensara la situación.

- ¡Usshh! Con ella nunca se puede, ni se podrá- subió las escaleras corriendo hacia su habitación. Segundos después se escuchó un portazo. Con eso supe que estaba muy enfadada con mi actitud. No la culpaba, yo también me enfadaría conmigo misma.

Después de despedirme de mi papá, salí de mi casa arrastrando los pies, con la valija colgando en mi hombro izquierdo y el celular en la mano, esperando a que pasaran por mí. Sentía que, si seguía con ellos, no hubiera logrado convencerlos de que no fueran al partido. Especialmente Vale, quien estaba empeñada en ir.

Calle POV

Salí a correr hace dos horas y media. Regresé a mi casa a buena hora para desayunar algo ligero y alistarme para el amistoso. Lo bueno que sería en la cancha de nuestro colegio, así que no me quedaba retirado. Subí a mi habitación para arreglar las cosas que ocuparía, tenía que asegurar que tuviera todo en orden. Escuché que alguien tocaba suavemente a mi puerta.

- ¿Se puede? – preguntaba mi hermana al otro lado de la puerta.

-Pasa Juli, ¿sucede algo? - pregunté confundida por su presencia en la casa, pensé que estaría en su trabajo o haciendo sus ejercicios de relajación. Mi hermana por lo regular nunca está en casa, siempre está metida en sus propias cosas.

-No pasa nada midget, solo quería avisarte que papá y yo iremos a tu juego. Él ahorita salió para atender algunos pendientes del trabajo, pero no tarda en regresar. - respondió con toda la calma del mundo. Abrí mis ojos como platos ante su respuesta, no esperaba que fueran a verme. Es más, es raro saber que mi familia irá a verme, ya que mi madre no acostumbraba a hacerlo.

Coraza de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora