Apenas puedo esperar a que sea hora de volver al bar. Son casi las 10 de la noche cuando entro directo a la barra con el chico latino.
— ¡Amigo! ¡Volviste!
Sirve el vaso de whisky sin preguntarme y lo pone delante de mi. Solo con mirarlo, el dulce sabor empalagoso me quema la garganta.
— Voy de paso — Le aseguro antes de tomar el vaso.
— Pues me alegro, estoy cansado de lidiar con ebrios y escandalosos.
Levanto mis cejas como respuesta antes de tomar el trago en mis manos. Por lo que veo, Ana lleva ya algunos minutos sobre el escenario.
Esta vez mi estrategia está enfocada totalmente en el trato que quiero proponerle. Quiero poner las cartas sobre la mesa lo más rápido posible.
— ¿Quién elige tus bebidas? ¿Los clientes?
Gruño cuando el sabor dulce me golpea de nuevo.
— Si, ¿Hay alguna bebida que quieras tomar? Pídela y la traeré para ti.
— ¿Y eso es todo? ¿Debí pedir mi bebida para dejar de tomar este whisky de mierda?
— ¡Pues claro! El cliente es lo primero, sobre todo uno tan bueno con las propinas.
Sonríe divertido y yo siento ganas de partirle la jodida boca de un puñetazo. Pero la figura de Ana moviéndose sobre el escenario distrae de nuevo mi mente.
En esta ocasión lleva una blusa roja con un escote profundo que no puedo dejar de mirar, ¿Por qué mierdas hace eso? ¿Por las malditas propinas?
— ¿Trabajas por aquí? — Pregunta de nuevo el curioso.
— No.
— Oh — susurra y se aleja para seguir sirviendo tarros.
Mantengo mi vista fija en la barra el resto de la noche. No quiero mirar a Ana y al resto de los borrachos devorarla con la mirada o terminaré arrastrándola fuera con mi abrigo en los hombros.
Sé paciente Grey, sé amable.
Cuando miro de nuevo mi reloj, es la hora de cerrar el bar. ¡Por fin! Pago mis tragos y salgo a la acera por dónde el resto de los clientes salen, pero yo espero por Ana.
Tomo el móvil para fingir una llamada cuando ella y José salen cerrando las puertas, y lo guardo cuando pasa por mi lado.
— Ana.
— Christian.
Se acomoda el cabello fuera del saco negro y comienza a caminar. Me pongo a su lado con las llaves en mi mano.
— ¿Me deja llevarla?
— ¿Otra vez? ¿No tiene algo más que hacer? — Dice con su pequeña ceja arqueada.
— Solo cumplo con mi deber ciudadano — Elevo una de las comisuras de mi boca.
Las mujeres aman esa sonrisa.
— Supongo que puedo aceptar entonces.
Camina conmigo hasta el auto y tengo que hacer uso de todo mi control para no sonreír como idiota. Amo cuando las cosas salen justo como las planee.
— Estaba pensando... — Digo cuando abro la puerta para que suba — Que debería ir a cenar, ¿Le gustaría ir conmigo?
— ¿Por qué? — Me mira con los ojos entrecerrados.
— Sería bueno cenar acompañado, para variar.
— ¿De verdad espera que le crea eso, Christian? — Gira en el asiento para mirarme — Que no tiene una novia o esposa en casa que lo esperan.
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Oscuro (Libro #1)
Fanfic¿Amor a primera vista? Nunca quise creer en eso, no soy el tipo de hombre que cree en esas estupideces. Pero ella despertó algo más allá de lo que antes había sentido. No era amor. Era obsesión. ~ • ~ La historia es mía, pero los nombres de los pers...