SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHER

«prólogo»

LONDRES 1943

El frío viento golpea su rostro mientras que las virutas de hielo caen por toda la montaña. Christopher vuelve a ver a Haise, quién está en la misma situación, con las mejillas rosadas y los labios morados por el frío. Sus comandos aulladores están detrás de él, tratando de averiguar si el doctor Zola está en este tren. Han recaudado información de que así es, pero ya ha pasado que la información que les dan es falsa.

—El doctor Zola está en el tren. —Smith dice, jugando con los botones de la radio. —y para dónde sea que vaya, lo necesitan con urgencia, le acaban de dar permiso para acelerar. —deja los audífonos por un lado.

—Ya escucharon a Smith, vamos a entrar al tren y arrestaremos al doctor Zola. —Christopher dice, acercándose al abismo de la montaña, tomando el cable con él que se deslizaran.

—¿Recuerdas cuando te obligué a subirte a la montaña rusa en Coney Island? —Haise pregunta y el castaño asienta. —¿esto es tu venganza? —se ríe por lo bajo.

—¿Por qué haría eso? —pregunta y sin decir nada más se desliza por la cuerda.

Haise es rápida en ir detrás de él, sus brazos le tiemblan y siente que no puede resistir más cuando se tiene que dejar caer en el techo del tren. Se estabiliza en sus pies, y sigue a Christopher hasta bajar en uno de los vagones. Ambos entran al vagón, Christopher va caminando enfrente con el escudo cubriendo su cuerpo. Haise está a unos pasos de él, apuntando con su rifle y lista para disparar a los agentes de HYDRA.

De repente el escudo de Christopher es golpeado con una energía azul, y sabe que no es una arma común. La fuerza del impacto hace que él se tambalee en sus pies y que el escudo caiga a su costado. Haise mira como el segundo soldado está preparando su arma y es rápida en dispararle en su hombro, mandándolo al piso.

—¡Haise! —Christopher grita nervioso, recogiendo el escudo y lanzándolo a la misma vez, golpea al soldado que esta en el piso dejándolo inconsciente.

La pelinegra nota como el primer soldado está preparando su arma para disparar y no puede detenerlo a tiempo. La explosión se lleva la mitad del compartimento, haciendo un hoyo en la pared de metal. Los ojos de Christopher se llenan de lágrimas mientras busca a Haise por todo el lugar. Golpea al soldado que aun está de pie, dejándolo inconsciente.

—¡Haise! —el castaño vuelve a gritar, corriendo al hoyo en la pared de metal del vagón.

Su corazón se hunde en su estómago al ver a Haise colgada de una barra de metal que apenas se sostiene. Sin pensarlo dos veces se acerca a la orilla, buscando una manera de cómo ayudarla.

—¡Christopher, detente! —ella ordena, preocupada, no por ella, sino por él. —sigue con la misión, yo estaré bien. —trata de convencerlo.

—¿Estarás bien? —él responde en un tono sarcástico. —estás a punto de caer al vacío de un pueblo del cual ni podemos ver el  fondo. —estira su mano. —agárrate fuerte. —se resbala en el borde.

—¡Lárgate! —ella vuelve a decir. —solo vete, por favor. —susurra con los ojos llenos de lágrimas.

—No me voy a ir... voy a sacarte de esta... lo juro. —le da una sonrisa débil.

—Te amo. —Haise susurra, trata de tocar su mano, pero no para agarrarlo, sino como despedida.

Al siguiente segundo, Haise ha caído al vacío.

NUEVA YORK 2019

Christopher se despierta de golpe, resistiendo las ganas que tiene de gritar por la pesadilla que acaba de tener. Todavía puede sentir el viento golpeándole el rostro, y el ruido del tren silbando en sus oídos. El suero que le inyectaron no hace nada para detener los ataques de pánico y ansiedad que le dan cada vez que sueña con ella, con lo que pasó. Le toma unos minutos en darse cuenta que ya no esta ahí, que está a "salvo" en la torre que Richard construyó para los vengadores: Iron Man, Black Widow y Hawkeye... o Richard, Joel y Erick como los conoce ahora.

Se quita las sábanas de encima y sale de la cama. Camina a la ventana de cristal, que va desde el cielo de la habitación hasta el piso. Mira el paisaje, el cielo apenas esta cambiando de morado oscuro a azul oscuro, señal que esta a punto de amanecer. Baja su mirada y ve el tráfico de la ciudad, está en el piso 23, pero eso no lo molesta de ninguna manera, debería tenerle miedo a las alturas, pero no lo hace.

Puede ver Central Park en la distancia y la necesidad de ir a correr lo invade, es una forma de lidiar con su PTSD y ha funcionado anteriormente, y espera que lo haga ahora también.

.....
*PTSD: trastorno de estrés postraumático.

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