«epílogo»

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Haise está costada en el pecho de Christopher, mirándolo dormir, lo cuál no fue algo fácil que el hiciera ya que hoy es el gran día. Cuando le dejaron saber a Richard que se haría la operación, él no hizo ninguna pregunta ya que podía notar el miedo en los ojos de ambos.

—¿Me estás viendo dormir? —el pregunta, aun con los ojos cerrados.

—Sabes que sí. —la pelinegra le acomoda el flequillo, dejando un beso en su frente. —buenos días amor. —le da un beso en sus labios.

—Buenos días. —susurra, moviendo su nariz contra la de ella.

—Te preguntaría si quieres algo de desayunar, pero lo más seguro es que tienes que estar en ayunas para la operación. —

—Lo mas seguro. —pone sus manos en su pecho, descansando su mentón ahí. —te amo tanto. —susurra como si fuera un secreto que solo ellos dos tienen que saber.

—Yo también te amo. —le acaricia la mejilla.

—Sé que tienes miedo, porque yo lo tengo también... pero tengo el presentimiento que todo estará bien. —le da una sonrisa cálida. —confío en Richard... —

—Y en JARVIS. —Christopher agrega. —estoy seguro que él será quién haga la mayoría del trabajo. —dice en tono juguetón.

—Entre tú y yo. —ella susurra. —yo también. —y ambos ríen a carcajadas.

En cuestión de minutos salen de la cama  y toman una ducha. Nada pasa ahí ya que Richard les dijo anoche que "nada de tener diversión antes de la operación". Se arreglan antes de ir al piso del laboratorio.

—Buenos días, Cap. —el moreno dice mientras ellos dos entran. —buenos días, capitana. —le dice a Haise.

—Hola Richard. —ambos los saludan.

—¿Lista para hacer esto? —el moreno pregunta emocionado.

—Estás ansioso por jugar con mi cerebro. —Haise dice con los ojos entrecerrados.

—Un poquito nada más... —

—Permítame recordarle señor que no pudo dormir anoche de la emoción. —la voz de JARVIS dice y Richard se pone rojo.

—¿No dormiste? —Christopher pregunta preocupado.

—Por supuesto que si dormir, no te preocupes, Cap. —le da una sonrisa. —créeme que no quiero matar a tu mujer, sé que me perseguirás hasta el fin del mundo para hacerme picado. —hace una mueca. —y no te preocupes señorita Gómez, JARVIS no te dejará morir. —bromea, dándole un guiño.

—¡Richard! —Christopher lo reprende y está a punto de decir algo más, pero la puerta del laboratorio se abre dejando ver a Erick y Joel.

—Hola. —Erick dice con una gran sonrisa en sus labios.

—Hola. —Haise le sonríe.

—¿Qué hacen aquí? —Christopher pregunta.

—Hola a ti también, Cap. —el ojiverde dice en tono burlón.

—Hola Erick. —se sonroja.

—Bueno, estamos aquí para demostrar nuestro apoyo. —Joel dice, volviendo a ver a Erick. —él pensó que sería una buena idea. —

—Y lo es, gracias por estar aquí. —Haise es rápida en agregar.

—Bueno, bueno. —Richard teclea algo en su laptop. —vamos señorita Gómez, acuéstese en la camilla por favor. —

Haise se acuesta en la camilla, e inmediatamente toma la mano de Christopher. El castaño le sonríe, dándole apoyo. Richard le pone una mascaría en su boca y nariz.

—Cuenta hasta 10.­ —el moreno ordena.

—Te amo, y te estaré esperando aquí. —Christopher le deja saber antes que ella se quede inconsciente.

Le da un beso en la frente antes de caminar al otro lado del laboratorio y dejar que Richard y JARVIS hagan su trabajo.

⪻⪼

Cuando Haise se despierta del coma en que Richard la mantuvo para que su cerebro se recuperara por si solo, Christopher está a su lado, tomado de su mano. La pelinegra mira a su alrededor confundida mientras que el castaño aguanta la respiración ya que hasta ahora no sabrán si hubo algún daño o pérdida de alguna habilidad por la operación.

—Hola Haise. —Christopher dice con una gran sonrisa en sus labios.

Haise frunce el ceño, mirándolo detenidamente.

—Soy Chris... —dice nervioso.

—Hm... —ella no deja de verlo confundida. —¿quién eres? —pregunta en un hilo de voz.

—Tranquila, no te preocupes. —le suelta su mano con cuidado. —Richard estará aquí pronto. —le da una sonrisa débil. —JARVIS déjale saber a Richard que Haise ha despertado. —

—El señor Camacho ya viene en camino. —él informa.

—No te preocupes, Richard estará aquí pronto. —le vuelve a decir a Haise. —nada malo te pasará, te lo prometo. —

—Lo sé. —ella le sonríe. —tu siempre te aseguraras de eso. —extiende su mano, notando que la de metal ya no está, o por lo menos no la que le hizo tanto daño, para que se la agarre. —así me borren la memoria, o le hagan lo que le hagan a mi cerebro, mi corazón siempre sabrá quién eres tú. —

Christopher se lleva su mano hasta los labios para darle un beso, le sonríe sabiendo que por fin serán felices.

Solo les tomo 74 años.

SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora