SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHER

«trece»

Christopher le deja saber a JARVIS que llame a los demás para que vayan a su piso porque tienen algo muy importante que discutir. Haise está junto a él, como en los viejos tiempos, y no es por miedo, porque sabe que ninguno de ellos le quiere hacer daño. Joel la sorprendió cuando fue contra las órdenes de la directora Pablo, pero ella lo entiende, Joel confía en Erick tanto como ella confía en Christopher.

—¿Ya terminaron? —Erick dice en un tono burlón. —ese es el más rapidito de toda la historia de los rapiditos. —se ríe a carcajadas.

—Erick. —Joel lo reprende, negando con la cabeza, su novio no tiene remedio, pero aun así lo ama con todo lo que es y nunca lo cambiaría.

—Vamos Joel, nosotros hemos tenido bastantes rapiditos... —

—Okay, mucha información. —Richard pone los ojos en blanco. —¿todo bien, Cap? —vuelve a ver a Christopher.

—Hay un problema que tenemos que resolver. —Christopher traga el nudo que se le ha formado en la garganta.

—¿Cuál de todos? —Joel camina para el sofá, sentándose al lado de Erick. —tenemos muchos. —hace una mueca, volviendo a ver a Haise.

—La directora Pablo no se quedará tranquila con el jaque que Richard hizo. —vuelve a ver al mencionado. —se que intentará, a como de lugar, de arrestar a Haise, y sacarle toda la información que tiene sobre HYDRA... —

—No dejaremos que eso pase. —Erick es rápido en decir. —todos los vengadores están de tu lado, créeme que no hay mucho que ellos podrán hacer. —le da una sonrisa a Haise.

—No quiero causarles problemas, más de los que ya les he causado. —ella dice avergonzada.

—Es una injusticia lo que quieren hacer contigo. —Richard agrega, y Haise se siente mal.

—¿Cuál es el problema? —Joel cuestiona, queriendo saber que tan lejos tendrán que llegar para resolverlo.

—No soy la única soldado del invierno. —Haise dice, bajando la mirada.

—¿Cómo? —Erick pregunta impresionado. —¿no fuiste tú la que cometió todos los asesinatos... —

—Si fui yo. —ella lo interrumpe. —pero no soy la única arma que ellos tienen que es un súper soldado. —juega con sus dedos nerviosamente, cubriendo por completo su brazo de metal. —bueno, soy la única que tiene esta monstruosidad... —vuelve a ver a su brazo. —y a la única que tenían que borrarle la memoria y programarla para que cumpliera sus misiones. —dice avergonzada. —todos los demás estuvieron ahí voluntariamente, y yo era la encargada de entrenarlos. —

—¿Quiénes son? —Richard pregunta intrigado.

—Los llaman el escuadrón de la muerte, con mas asesinatos que cualquiera en la historia de HYDRA, y eso fue antes del suero. —ella pausa, tratando de leer sus reacciones. —pueden hablar más de treinta idiomas, infiltran, asesinan, y pueden desmantelar a un país completo en cuestión de horas sin dejar rastro. —se muerde el labio inferior, inmediatamente siente el sabor metálico de la sangre.

—Jodida mierda. —Erick maldice por lo bajo, poniéndose nervioso ya que sabe lo que Christopher y Haise son capases de hacer, no se quiere ni imaginar lo que un escuadrón de ellos puede hacer.

—¿Como obtuvieron el suero? —Richard pregunta, sabiendo que según la información de SHIELD, y de los expedientes de su abuelo, nadie mas tenía la fórmula del suero, y la única forma de agarrarlo sería de la sangre de Christopher o Haise...

—Después de muchos años SHIELD pudo hacer una muestra con la sangre que tú diste. —vuelve a ver a Christopher. —y fue mi misión robarla y llevárselas a ellos... sin dejar testigos. —baja la mirada.

—¿Howard y Maria Camacho? —Richard susurra y a Haise se le van los colores del rostro.

—Si. —ella confirma, cerrando sus ojos ya que no quiere ver la decepción en los rostros de ellos.

—Tú asesinaste a mis abuelos. —

No es una pregunta, pero aun así ella contesta.

—Si. —

—Por órdenes de HYDRA. —Erick es rápido en agregar, no queriendo que esta situación se salga de control. —la descongelaron, le frieron el cerebro, se lo programaron con esa misión. —

—Lo sé. —Richard dice con la voz quebrada. —lo sé. —repite, sintiendo que le tiembla todo el cuerpo.

—Lo siento. —ella se disculpa, sabe que eso no traerá de regreso a todas las personas que asesinó, ni mucho menos a los abuelos de Richard.

—Hm... —el moreno se pone de pie, caminando de un lado a otro. —tenemos que detenerlos, no podemos dejar que ese escuadrón ande por ahí haciendo daño. —

—No le podemos decir a la directora Pablo. —Joel dice, y todos se sorprenden, él siempre ha sido el primero en decir que hay que informar a la directora de todo. —ella se los querrá quedar, y no podemos permitir eso, ella no los podrá controlar, aunque lo intente. —hace una mueca.

—¿Entonces que haremos? —Erick pregunta.

—Hay que eliminarlos... —

—¿Quieres decir... —

—Si. —Joel cruza sus brazos contra su pecho. —no podemos dejar que nadie los encuentre. —

—Joel, estás hablando de quitarle la vida a personas... —

—Personas que han hecho mucho daño, y no porque han sido obligados, sino por voluntad propia y la directora Pablo no entenderá eso. —

—Si a mi no me hubieran lavado el cerebro, ¿me hubieras asesinado? —Haise pregunta.

—Por supuesto que si. —contesta sin dudarlo.

—Señor Camacho, el agente De Jesús está entrando al edificio. —JARVIS les avisa, y todo se vuelven a ver confundidos entre ellos.

—¿Con la autorización de quién? —Richard saca su teléfono y comienza a teclear algo en el. —¿cómo carajos me siguen revocando mis protocolos? —susurra entre dientes.

—Al parecer es el código de acceso de uno de los vengadores. —JARVIS le deja saber. —estoy investigando de quién. —

Antes que JARVIS pueda decirle, las puertas de los elevadores se abren mostrando al agente De Jesús con las manos en el aire.

—No estoy armado, y tampoco vengo de parte de la directora. —dice al notar que todos le están apuntando.

—Bajen sus armas. —Christopher es el primero en hablar y caminar hacia él. —gracias por estar aquí. —le da la mano.

—¿Eh? ¿qué demonios, Cap? —Erick hace la pregunta que todos se están haciendo. —¿conoces al estirado? —

—Mi nombre es Zabdiel De Jesús. —el rubio pone los ojos en blanco.

—Caballeros, y señorita. —Christopher vuelve a ver a Haise. —conozcan a Zabdiel, mi compañero de misiones como Falcón. —

—Nunca he escuchado de él. —Joel lo mira de pies a cabeza. —creí que solo eras "agente" de SHIELD. —

—Todos tenemos secretos, agente Pimentel. —alza una ceja. —y solo estoy aquí para ayudar al Capitán. —

—Regresemos al mayor problema. —Richard roza sus manos juntas. —¿dónde están estos soldados? —

—En Siberia. —Haise dice y Joel la vuelve a ver.

—Ustedes y sus bases militares en medio del puto frío. —Erick dice en tono burlón, haciéndolos reír.

—Todo saldrá bien. —Christopher le acaricia el brazo a ella.

Y en verdad Haise espera que todo salga bien, porque no sabe que hará si no es así.

.....

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