«seis»

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Cuando Christopher estaba en la escuela solía encontrarse a así mismo en la oficina del director junto a Haise. Antes del suero, Christopher era débil, pequeño y todos los chicos de su escuela lo molestaban. Haise siempre lo defendía, y terminaba con él en la oficina del director. Pero esta vez no esta enfrentando al director de su escuela y Haise no esta a su lado.

—Déjame ver si entiendo. —la directora Pablo trata de hablar con un tono calmado. —porque no puedo entender como uno de nuestros agentes mas dedicados a nuestra causa dejó ir a uno de los fugitivos mas buscados y peligrosos en nuestra lista, sin siquiera intentar detenerla... ¿estabas fuera de tus sentidos? —ella se ve frustrada y Christopher nunca la ha visto así, ella siempre mantiene su compostura en cualquier situación.

—No, señora. —Christopher responde respetuosamente.

—¿Tienes alguna idea de lo que has hecho? —maldice entre dientes.

—Para ser franco, no hice nada. —trata de defenderse.

—Exactamente, Capitán. —ella lo vuelve a ver furiosa. —no hiciste nada... la encontraste, dios sabe como hiciste eso, y en vez de utilizar todas las habilidades que posees, dejaste que te tratará como un muñeco de trapo, y después la dejaste ir... ¿estoy en lo correcto? —cuestiona con una de sus cejas arqueadas.

—Si señora. —

—¿Y porque demonios no hiciste nada? —

Christopher se queda callado, nunca ha sido bueno mintiendo y tampoco sabe que excusa darle así que decide quedarse en silencio. Aparte, no será él quién él diga a la directora que le dijo a Haise que la amaba. Nadie sabe de ellos, ni siquiera los otros miembros de los comandos aulladores, y no será él quien diga algo al respecto.

—Está bien. —vuelve a ver a Joel. —agente Pimentel, reporte por favor. —

El rizado se pone de pie, sosteniendo su brazo vendado contra su pecho, al parecer Haise le disparó en el músculo de su hombro derecho.

—Escuché disparos cuando llegue al piso, provenientes del gimnasio. La puerta estaba cerrada, y al abrir esta me encontré con el Capitán en el piso y el soldado del invierno encima de él, golpeándolo. —aprieta sus dientes, seguramente queriéndose deshacer del dolor.

—¿El capitán intentó capturar al sujeto? —ella pregunta, aunque ya sabe la respuesta.

—No, no intentó detenerla, y ni siquiera intentó pelear contra ella. —

—¿Por qué dices eso? —ella cuestiona, sorprendida.

—Si no escuche mal, él le dijo que no pelearía con ella y que tampoco la detendría. —Joel se muerde el interior de su mejilla.

—¿Algo más? —

Christopher levanta la mirada y se encuentra con los ojos de Joel, no sabe si él también le dirá a la directora lo que le dijo a Haise después. No se quiere ni imaginar el sermón que ella le dará. El castaño aguanta la respiración cuando ve que Joel abre la boca para responder.

—No señora, el sujeto disparó tres disparos y desapareció. —

—Finalmente la teníamos. —la directora respira profundo, frotándose la frente. —agente Pimentel por favor saca al capitán de aquí, mientras yo arreglo el desastre en cual él nos ha involucrado. —dice entre dientes, revisando unos papeles.

Christopher deja salir una bocanada de aire al salir de la oficina de la directora. Pero su alivio no dura por mucho tiempo, Joel lo toma del brazo y lo saca de la sede.

—Camina conmigo, Cap. —dice en tono neutral, y el castaño no sabe como tomarse eso.

—Gracias... —trata de decir, pero Joel es rápido en interrumpirlo.

SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora