SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHER

«tres»

NUEVA YORK 1940

Christopher siente que el alma le regresa al cuerpo cuando ve que Haise entra por la puerta de su pequeño departamento. Han pasado varios días desde que se fue, y no había tenido noticias de ella.

—¿Te enlistaste? —el castaño cuestiona cuando mira el uniforme que trae puesto.

—Hm... —Haise dice nerviosa, mordiéndose su labio inferior. —si. —deja salir una bocanada de aire.

Y Christopher siente como su corazón se vuelve a romper de nuevo. El amor de su vida está a punto de ir a una guerra que parece que no tiene fin. Una guerra en la que miles de soldados han muerto. Una guerra a la que él no puede ir.

—¿Por qué no me dijiste? —Christopher no quiere sonar molesto, no quiere sonar preocupado, pero lo está, está preocupado por ella.

El padre de Haise era un militar, al igual que su abuelo y su vis abuelo. Christopher sabía que esto se venía, mas con la guerra y todos los sermones que su padre le dio a ella acerca del deber.

—No estaba segura que me aceptarían. —ella trata de sonar tranquila. —no te quería preocupar. —

—Bueno... ¿cuándo te vas? —

—Zarpo a Inglaterra en 3 días. —ella dice y Christopher siente que se queda sin aliento, pero no es algo que no haya pasado antes. —no te preocupes, Chris... verás que en cuanto menos lo pienses estaré de regreso. —se acerca a él, abrazándolo. —voy a estar bien, amor mío. —se inclina un poco para darle un beso en sus labios.

PRAGA 2019

Christopher se despierta unas horas después. Desorientado de dónde está, y aún sigue sin entender que fue lo que pasó. Aprieta sus ojos antes de parpadear algunas veces y abrirlos completamente. El olor de hospital inunda sus fosas nasales, haciendo que su estómago de vueltas por el desagradable olor. Trata de levantar sus brazos para cubrir su nariz con sus manos, pero algo lo mantiene en posición. Mira a su alrededor encontrándose con Joel cruzado de brazos al lado de la puerta.

—¿Haise? —

—Tranquilo, Cap. —el rizado dice, caminando hacia él.

—¿Qué está pasando? —el castaño dice confundido. —¿por qué...? —trata de moverse, pero las esposas de metal no lo permiten.

—Chris... —Joel pone una de sus manos sobre su hombro. —tienes que mantenerte tranquilo. —habla en un tono relajado.

—Es ella. —él susurra. —es ella... es Haise. —balbucea con voz quebrada.

—Christopher. —Joel pone presión en su agarre. —sé que Haise Gómez era tu amiga, tu compañera de misiones, pero la persona que está bajo custodia de SHIELD no es ella. —habla en tono frio. —técnicamente la persona que está aquí es la sargento Haise Elizabeth Gómez de la unidad 107th y miembro de tus comandos aulladores, pero la persona que ella es ahora no es la misma que tu conocías en los años cuarenta. —lo mira fijamente.

—¿Qué le pasó? —cuestiona con la voz ronca, su corazón latiéndole rápido y su estómago hecho nudos.

—Todavía no lo sabemos... —Joel susurra. —no está respondiendo a nuestro interrogatorio. —quita su mano del hombro del castaño y cruza sus brazos enfrente de su pecho otra vez.

—Necesito verla. —él dice porque ese es el pensamiento que inunda su cerebro, el único pensamiento lógico.

—Eso no se podrá. —

Christopher vuelve a ver a Joel para asegurarse que no es una broma.

—¿Por qué? —

—Esa persona... esa cosa no es la persona que tú conocías. —

—Por supuesto que es ella. —Christopher bufa por lo bajo, se le hace difícil creer que no es su Haise.

—Necesito que me escuches con atención, Cap. —el rizado toma una bocanada de aire. —se que es difícil, porque ella era tu amiga, pero ya no lo es. —parpadea algunas veces antes de seguir hablando. —cuando la vuelvas a ver, tienes que tener en cuenta que estás viendo al soldado del invierno... puede que tenga el rostro de tu amiga, pero no lo es. —

—¿De qué demonios estás hablando? Por supuesto que es mi Haise, es ella... —

—Christopher. —Joel lo interrumpe. —Haise ya no existe, HYDRA sacó la persona que ella era antes y la llenó con habilidades de una asesina que ha ejecutado misiones por los últimos 73 años. —y sin decir nada más el rizado sale de la habitación.

Christopher cierra los ojos, tratando que las lágrimas no salgan. No quiere llorar, desde que despertó no ha guardado luto a las personas que perdió, y no quiere empezar ahora. Ni si quiera sabe como empezar. Trata de moverse, pero las esposas lo mantienen en su lugar.

Erick entra a la habitación media hora después, acariciándose la parte trasera de su cuello. Christopher sube la cabeza para ver quién es, y la vuelve a dejar caer cuando ve al sonriente ojiverde.

—Demonios, Cap. —Erick se sienta a su lado. —nos pegaste un susto del infierno. —deja salir una bocanada de aire. —¿cómo estás? —

—¿Sabes que le están haciendo? —cuestiona sin contestar lo que él le acaba de preguntar.

—No. —niega con la cabeza. —pero escuché que está causando problemas. —frunce el ceño.

Christopher está seguro que los "problemas" a los que Erick se refiere son más serios que lo que él los hace sonar. Él mismo fue testigo de la fuerza y agilidad que tiene Haise ahora, y las cosas que las personas pueden hacer cuando están desesperadas.

—La directora está en camino. —Erick agrega cuando Christopher no dice nada.

—¿Por qué? —

—Quiere ver la nueva adquisición de SHIELD con sus propios ojos... —se encoge de hombros, tratando de ser gracioso, pero al notar que Chris no lo está tomando de esa manera, vuelve a decir. —es decir, tu amiga le ha costado mucho dinero a mucha gente importante. —fuerza una sonrisa.

—Joel dice que ella no es mi amiga. —

—Joel suele ver las cosas de diferente manera algunas veces. —Erick habla. —ella casi lo mata, usualmente él no es una persona vengativa, pero a lo mejor él tiene una visión más clara de toda esta situación. —le da una sonrisa de lado.

—Solo la necesito ver, la última vez que la vi ella... —se queda callado, recordando lo que pasó, y simplemente no está listo para hablar de eso.

—Todos entendemos eso, Cap... en serio lo hacemos. —dice con simpatía en su voz. —pero solo nos queremos asegurar que seas consiente en lo que te estás metiendo. —se muerde el labio inferior. —a lo mejor Joel fue tosco al respecto, pero él está en lo correcto cuando dice que ella no es la misma persona. —lame sus labios y Christopher se da cuenta que está nervioso. —no puedes entrar ahí y pensar que encontrarás la misma persona que ella era en el 43... ella te intentó matar hace algunas horas... —

—No estoy esperando nada. —él lo interrumpe, porque ya está cansado de todo. —es un milagro que ella este aquí. —

—No creo que lo llamarás así cuando la veas. —Erick susurra y el corazón de Christopher se vuelve a hacer pequeño.

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