«once»

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Varios días han pasado desde que Haise llegó y todo sigue igual, ella sigue actuando fría y distante, pero cuando él no está cerca se siente ansiosa. Christopher le ha dado su habitación, para que ella pueda descansar y que su cerebro se cure por sí mismo. Dejó de vomitar todo lo que comía apenas ayer, aunque el castaño ha tratado de cocinar sin muchos condimentos para que no le duela el estómago.

—¿Quieres pan tostado con el desayuno? —Christopher pregunta cuando ella entra a la cocina.

Los empleados de Richard le han conseguido más ropa, pero ella sigue usando la ropa que Christopher le dio al principio. Ha notado que siempre está cubriendo su brazo de metal, siempre se asegura que la manga del suéter cubra todo. Es como si estuviera avergonzada de él.

—Si. —dice en un susurro mientras se sienta en la isla de la cocina.

Ambos se quedan en silencio mientras que Christopher sirve el desayuno. De repente el silencio es interrumpido por los ruidosos gritos de Erick.

—¡Desde mi piso puedo oler tu comida, Cap! —

Haise es rápida en agarrar un cuchillo de cocina y lanzarlo en su dirección. Los reflejos del ojiverde son más rápidos y se agacha para esquivarlo.

—Haise. —Christopher dice en un hilo de voz. —todo está bien, solo es Erick. —le da una sonrisa.

—La puta madre, casi me parte en dos. —el ojiverde dice en un tono juguetón, aunque si Joel estuviera aquí ya la tendría contra el piso.

Haise se levanta de la isla, respirando agitadamente mientras camina de un lado a otro.

—Oye. —Erick trata de llamar su atención, pero no se acerca. —lo siento por asustarte, no te preocupes, yo estoy bien. —le sonríe, pero Haise sigue caminando de lado a lado.

Christopher se acerca a él y le susurra que los deje solos, que él se encargará de esto. Sin decirle nada Erick sale de ahí, el castaño espera hasta que el ya no está para acercarse a Haise.

—Oye. —su mano le pica por tocarla, pero sabe que eso no le ayudará. —todo está bien. —susurra tan suave que está sorprendido que ella lo pudo escuchar.

—¿Cómo me puedes decir que todo está bien si sigo reaccionando así cada vez que alguien se me acerca, o llega inesperadamente? —lo vuelve a ver, el tono en su voz es desesperado.

—Haise... —

—¿Qué te hace pensar que no me iré en tu contra en cualquier momento? —pregunta y por primera vez Christopher ha podido escuchar una emoción en su voz.

—Porque te conozco... porque sé que puedes sobrevivir lo que sea, y el hecho que estés viva enfrente de mi después de todo lo que pasaste con HYDRA por los últimos 73 años me lo demuestra. —respira con dificultad. —porque se quién eres en realidad y confió en ti. —

Haise no dice nada mientras camina para la habitación, cierra la puerta, y Christopher se deja caer en uno de los taburetes de la isla de la cocina.

⪻⪼

Haise se levanta por unos ruidos en el living. Son las 3 de la mañana y no puede dormir. Sabe que Christopher piensa que todo el tiempo que ha estado aquí a dormido, pero conciliar el sueño es difícil para ella. Camina en puntitas al living, no queriendo interrumpir lo que sea que está pasando. Al llegar puede notar a Christopher durmiendo en el sofá, pero se está moviendo de un lado a otro.

—¡No! —grita y ella se asusta, retrocediendo. —¡Haise! ¡No! —se sienta de un movimiento brusco, respirando ruidosamente.

Christopher ve a su alrededor, encontrándose a Haise del otro lado del sofá mirándolo con angustia pintada en su rostro.

SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora