SOLDADO DEL INVIERNO ‎✪ HAISETOPHER

«doce»

JARVIS le deja saber a Erick y Joel que hay una violación de seguridad en la torre. Ambos aparecen en el laboratorio, trajes y armas puestas. Christopher maldice por lo bajo por no tener su escudo, aunque sabe que con o sin el escudo haría lo que sea para defender a Haise.

—Señor, están subiendo por el elevador. —JARVIS informa, y todos vuelven a ver para ahí.

Richard sube ambas de sus manos, sus guantes iluminados. Erick está apuntando con una flecha, y tiene varias más listas por si es necesario. Joel está apuntando con un arma, y el guante lleno de widow bites.

—JARVIS, ¿quiénes son? —

—Lamento informarle que mi acceso a esas cámaras han sido revocados... —

El elevador se abre con un din, mostrando a la directora Pablo y el agente De Jesús detrás de ella.

—Pero que tenemos aquí. —ella se cruza de brazos, mirándolos con una de sus cejas arqueadas.

—Directora Pablo. —Joel es el primero en hablar y bajar sus armas.

—Se imaginan la sorpresa que me llevé al darme cuenta que la fugitiva más buscada de SHIELD está hospedada en la torre Avenger. —habla en tono serio. —y que mis agentes no me dejaron saber. —mira a cada uno de ellos.

—Directora Pablo... —

—Silencio, agente Pimentel. —ella lo mira mal. —¿qué estaban pensando? —

—Ella no es el soldado del invierno. —Christopher se atreve a decir. —ella es la sargento Haise Elizabeth Gómez... —

—Capitán, por favor. —lo interrumpe. —ella es el arma más valiosa de HYDRA, la fugitiva más buscada y ustedes la tienen hospedada aquí. —enfatiza las ultimas palabras. —¿creían que no me daría cuenta? —

—Nosotros no creíamos nada. —Richard camina enfrente de ella. —sabíamos lo que SHIELD le haría a la sargento Gómez si la entregábamos. —se pone de pie enfrente de ella. —y por lo que se, si una persona es obligada a cometer un crimen, en esté caso varios crímenes, pero se prueba que fue porque le han lavado el cerebro y han experimentado con ella y todas las otras miles cosas horrorosas que hicieron, no la pueden condenar por esos crímenes. —

—Señor Camacho... —

—Tenemos sus expedientes. —él la interrumpe. —tenemos pruebas de cada horrible cosa a la que ella fue sometida. —

Y Christopher no sabe cómo agradecerle a Richard por tener esta conversación con la directora ya que él no pudiera ni siquiera decir una palabra.

—Ella es la posesión más valiosa de HYDRA... —

—Ella es la sargento Haise Elizabeth Gómez, la persona que peleó por nuestra libertad en los años 40's, en la segunda guerra mundial. Sufrió de tortura a manos de los alemanes, y en vez de regresarse a casa con todos los honores decidió quedarse a la batalla al lado del Capitán América y sus comandos aulladores. —Richard sigue insistiendo.

—Por lo visto no los haré cambiar de opinión. —la directora Pablo se hace a un lado. —arréstenla. —ordena a sus agentes.

Richard y Erick son rápidos en levantar sus armas y apuntar a los agentes.

—No queremos pelear, pero si no hay otra forma lo haremos. —Christopher dice, acercándose más a Haise.

—Agente Pimentel. —la directora se dirige a Joel. —haga que su equipo entre en razón, por favor. —

—Lo siento directora, pero mi punto de vista en esta situación no concuerda con el suyo. —levanta sus armas, apuntando a los agentes.

—No puede ser. —la directora niega con la cabeza. —no me están dejando otra salida... —toma el arma de uno de sus agentes y apunta a Haise. —ponte en el piso boca abajo y con las manos detrás de tu espalda. —ordena.

Haise está a punto de hacer eso cuando Christopher la detiene, negando con la cabeza.

—No quiero darles problemas. —ella susurra.

—No dejaremos que te hagan daño, ni que te arresten... —le susurra. —estoy contigo hasta el final. —le da una sonrisa.

Esas palabras desatan un mar de recuerdos en la mente de la pelinegra. Un recuerdo tras otro de ella con Christopher en la feria, en su apartamento, en misiones con los comandos aulladores y por último el día que se cayó del tren.

—Pandita. —dice en un hilo de voz, y Christopher la vuelve a ver sorprendido ya que ese era el apodo que le decía cuando eran novios.

—Haise. —el castaño le sonríe de oreja a oreja con los ojos cristalizados.

—Hola pandita. —ella dice con la misma expresión en su rostro.

—Lamento interrumpir este precioso momento. —la directora dice en un tono sarcástico. —pero necesito que te pongas boca abajo en el piso con las manos en la cabeza. —

—Haise, no. —Christopher la vuelve a detener. —no te humillarás así, no después de todo lo que Richard dijo. —él se pone enfrente de ella.

—No hagan esto mas difícil. —la directora Pablo dice entre dientes.

—No somos nosotros quienes lo estamos haciendo difícil. —Erick la apunta a ella con su flecha.

—No seas insolente, agente Colón. —

—A ella no se la van a llevar de aquí. —Richard regresa al lado de Haise.

—Señor Camacho, el licenciado Vera está aquí. —JARVIS les deja saber y Richard sonríe a eso.

—El licenciado Vera es uno de los mejores abogados de Nueva York. —el moreno informa. —y está aquí para defender a la sargento Gómez de cualquier acusación que SHIELD, o cualquier otra organización le quiera acusar. —

—Oh. —el licenciado Vera dice al ver la situación a la que ha entrado. —muchas armas, muchas cosas pasando de una sola vez. —hace una mueca. —¿tú eres Clara Pablo, no? —se dirige a la directora.

—Directora Pablo. —ella lo corrige.

—Bueno directora Pablo, aquí tiene todo el papeleo necesario, las pruebas, exámenes, análisis y todo lo que necesita para probar la inocencia de la sargento Haise Gómez. —le da unos expedientes. —ella no es el soldado del invierno, ella es una víctima de HYDRA, una veterana del ejercito de Estados Unidos que necesita ayuda por todo lo que vivió mientras le servía al país, el mismo país que usted a jurado proteger. —le da una sonrisa de lado. —ahora, si no es mucho pedir, le podría ordenar a sus agentes bajar las armas y salir del edificio del señor Camacho. —les muestra la salida.

La directora no dice nada, simplemente camina para el elevador con De Jesús detrás de ella. Christopher deja salir la respiración que ni sabía que estaba aguantando. Se dobla por la mitad, tomando bocanadas profundas.

—Pandita... —Haise le acaricia la espalda, y él la vuelve a ver inmediatamente.

Christopher no dice nada, simplemente la toma entre sus brazos, arrullándola contra su cuerpo como si la dejará ir ella desaparecería.

—Creo que ustedes necesitan tiempo a solas. —Richard dice, Joel y Erick están de acuerdo con él.

Todos salen de laboratorio dejándolos a solas.

Haise toma a Christopher por las mejillas, uniendo sus labios en un beso. ¡Dios! se siente como si a pasado una eternidad. Christopher siente que está completo de nuevo, la mejor parte de su vida está de regreso con él y no puede estar más feliz.

—Por dios. —él susurra contra sus labios. —estás aquí. —le acaricia la mejilla. —estás aquí. —la mira con los ojitos brillosos.

—Estamos aquí. —ella mueve su nariz contra la de él.

—He esperado tanto tiempo por ti. —le dice en un hilo de voz. —¡Dios! me muero por empezar nuestra vida juntos. —le da un beso tras otro.

—Yo también. —ella finge una sonrisa. —pero nos tenemos que encargar de algo antes de eso. —

—¿Qué pasa? —pregunta preocupado.

—No soy la única soldado del invierno. —ella confiesa y Christopher se pone blanco como el papel.

.....

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