Prólogo

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Hace 194 años los reyes de los demonios tuvieron una hija, Adaria, desde pequeña demostró su gran poder, con solo 5 años de demonios ya era capaz de vencer a demonios de bajo rango, sus padres estaban muy orgullosos de su pequeña hija, sabían que de mayor sería una gran guerrera y una gran reina.

Con el paso del tiempo Adaria creció como una hermosa joven, la más hermosa del reino, tenía muchos pretendientes, pero a todos los rechazaba, se consideraba muy joven para tener una relación, y en términos de demonios así era.

Pero todo cambió de un momento a otro, el reino fue atacado, el palacio también, Adaria con tan solo 136 años, que para los demonios son como tener 13, ya que envejecen diez veces más despacio que un humano; se vio involucrada en esa batalla.

Ella nunca había matado a nadie, solo había luchado sin llegar a heridas graves, pero en esa batalla por primera vez mató, y al contrario de sentirse mal, se sintió muy bien, le gustaba esa sensación. Empezó a matar y no paró hasta acabar con todos los atacantes, todo el mundo, incluidos sus padres, se sorprendieron por sus capacidades, muy superiores a la mayoría de guerreros.

Los años siguieron pasando y cuanto más crecía, más sádica, fría e imparable era, hasta que llegó un punto que ni siquiera sus padres podían controlarla, mataba a todo aquel que se pusiera en su camino y sin una pizca de compasión, al contrario, lo disfrutaba enormemente.

Sus padres desesperados por el descontrol de su hija, la pidieron que eligiera un guardián, un demonio que estuviera a su lado y la protegiera. Pero en lugar de acceder a la petición de sus padres, Adaria se rió y aseguró no necesitar ninguno, además de que ninguno estaba a su nivel.

En un punto en concreto de la guerra que había de todas las especies contra todos, donde solo un puñado de brujas eran neutrales, los ángeles y los arcángeles tomaron cartas en el asunto y pararon la guerra, consiguiendo que los líderes de todas las especies firmaran un tratado de paz.

Pero ni con tratado Adaria dejó de ser así, le gustaba ser así y no iba a cambiar. Por eso, los arcángeles mandaron a un ángel que la controlara, pero falló estrepitosamente. Después de mandar a muchos ángeles, e incluso ir en persona los arcángeles Gabriel y Miguel para intentar controlar a Adaria, tuvieron que desistir al darse cuenta que era imposible mantenerla a raya.

Por otro lado, había una humana, Anatia, una chica que creció en un entorno no muy feliz, desde pequeña sufrió bullying, principalmente psicológico, y no paró hasta que ella llegó al instituto, donde aunque había un par de chicos que se metían con ella, ya no sufría de bullying.

Pero todos los años de acoso dejaron marca, su alegría casi desapareció del todo, pero gracias a sus nuevas amigas pudo recuperar un poco de esa alegría perdida, abrirse un poco más, pero sin dejar de ser la chica antisocial en la que la habían convertido.

Con el paso de los años desarrolló su carácter, gracias a una amiga suya se volvió algo sádica, pero sin pasarse, se volvió muy protectora con la gente que quiere, quitó su timidez y debilidad, para volverlo seguridad y decisión, con el fin de no sufrir nunca más.

Por azares del destino estas dos chicas se encontraron, una amistad surgió y con ello una posibilidad, ¿Adaria podrá cambiar?, o por el contrario, ¿será Anatia quien cambie?, solo el tiempo lo dirá.

Una humana para la demonio *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora