Aquellos maravillosos 70... Otra vez

Prólogo

Carretera de Point Place
20:30 p.m.

- ¡Venga, vamos! -Exclamaba una rubia cabreada con la vida pateando el estropeado coche. - ¡No me he sacado el carnet para nada, estúpido vehículo!

-Es que no te lo has sacado. -Rebate una morena divertida sentada en el capó viendo la escena ocurrir antes sus ojos. -Te lo conseguí de manera ilegal gracias a...

La rubia decidió cortarla.

- ¡No! ¡No me hables de cosas ilegales! -Pidió sentándose a su lado, rendida. -Además, mira para lo que nos ha servido... ¡Este estúpido cachivache de los sesenta!

La morena rio.

-Bueno. -Tras bajarse de un salto miró a su amiga con una socarrona sonrisa. -Ya sabes cómo debemos llegar, ¿no?

- ¡Una carrera!

-No.

- ¡En avión!

- ¡No!

- ¿En... barco?

- ¡Gabbie! -La recién nombrada la miró extrañada, inocente. - ¿Cómo narices vamos a ir en barco por la carretera?

-Pues... -Gabriela se quedó un rato pensativa. - ¡Ais, yo qué sé! ¿No eres tú la mayor? ¡Hazte responsable!

Haylye, tras suspirar, comenzó a explicarle la idea.

-Vamos andando.

-Eeeh... Sabes que nos pueden atropeyar, ¿no?

-Y sabes que los barcos solo se mueven en el agua, ¿no?

Ambas se quedaron calladas. Gabbie se colocó al lado de su amiga y comenzaron a andar de manera lenta, como dos amigas perdidas en el bosque dando un paseo (cosa que eran, solo que estas iban cargadas de maletas).

-Suerte que el camión de mudanzas no se ha destrozado. -Dijo con voz cansada Gabbie.

- ¡Hostia! -La otra pegó un salto, sobresaltada. -Gab, ¿qué hora es?

-Las... -Miró el reloj de muñeca que su padre le había regalado antes de que se fuera de casa. -Ocho y media de la noche, ¿por qué?

- ¡Nuestras cosas! -Haylye comenzó a correr de manera desesperada. - ¡Llevan delante de nuestra casa desde las seis de la tarde!

- ¿¡Qué?! ¿¡Y por qué no lo has dicho antes?!

- ¡Porque se me había olvidado con tus insultos al coche de Brandom! -Haylye, con todos los esfuerzos de su vida, aumentó el paso. - ¡Jodeer!