Point place
Casa de los Forman
08:30 a.m.-Entonces... ¿me dais el Vista Cruiser? -Preguntó sonriendo el más pequeño de los Forman. -Papá... yo... te-. -Su padre lo cortó.
-Ni se te ocurra decirlo, gilipollas.
Kitty Forman entró dando saltitos por la cocina, más nerviosa de lo habitual.
-Kitty, ¿qué pasa?
-Creo que mamá ha perdido ya del todo la cabeza. -Al recibir una seria mirada de parte de Red, Eric bebió del vaso de agua fingiendo que aquello no lo había asustado. -Quiero decir, ¿está todo bien, mamá?
- ¡Nuevos! -Gritó histérica como respuesta, a lo que los hombres de la casa la miraron aún más extrañados. - ¡Tenemos vecinos nuevos! Necesito hacerles un pastel, tenemos que llevarnos bien con ellos ahora que tenemos la oportunidad. ¡Necesito recibir los christmas de alguien en Navidad!
-Eric, hazle un christmas a tu madre.
Kitty dio varios pasos hacia su marido amenazadoramente, señalándole con el conocido "dedo acusador".
-Red... Ni se te ocurra destrozarme esta oportunidad. -Su marido soltó un bufido ante tal advertencia. - ¡Ni se te ocurra ser tan... tú!
- ¿A qué te refieres con eso?
- ¡A que no seas tan Red Forman! No te voy a exigir que les sonrías, eso es pasarse conociéndote, pero como de tu boca salga un solo insulto dirigido a los vecinos juro tirar toda la cerveza que tienes guardada.
-Con que ya tengo reserva para gasolina... En vez de gastarnos el dinero en carne y cerveza podré guardar para gasoli... Digo, papá, lo conseguirás. -Eric se calló al notar la fija y seria mirada de su padre puesta en él.
-Deja de hacerte el gracioso, graciosillo. A no ser que prefieras un pie en tu culo.
-Perdone, señor.
Point Place
21:00 p.m.Hayley soltó un bufido mientras trataba de recuperar la respiración, el haber estado corriendo tanto tiempo sin ella ser una chica de por sí atlética y que ni siquiera hayan comenzado a ver las casas de la calle en la que iban a vivir a partir de hoy la frustraba. Mientras tanto, Gabriela la miraba asustada, rezando a Dios (mientras que a la vez odiaba al mismo pues era la persona más atea que podía existir en los setenta), esperando que la chica no pagase con ella su enfado (sí, Gab era la principal víctima de la morena, pero así la quería).
-Escucha, Hayley, sé que no te gusta correr. ¡A mí tampoco! Pero no podemos pedir un taxi, ¡seguramente no habrá ni siquiera taxi en este pueblo! -Trató de calmarla la rubia, sin mucho resultado claramente, y entonces intentando calmarse también a sí misma. - ¡Vale, se acabó el pesimismo!
-Gab, eres la reina del pesimismo. Es imposible que dejes de serlo de repente.
Ella la mandó callar con un sarcástico chistido.
-Déjame ser, Hayley. Estamos en un nuevo sitio, con nuevas personas a nuestro alrededor, ¡y hasta puede que con nuevas oportunidades amorosas!
Hayley soltó un suspiro.
Odiaba aquella palabra.
-Gab, después de... Diego no creo que lo mejor para mí sea encontrar otra persona con la que estar. No... no me hace mucha ilusión volver a vivir otra situación parecida. -Ambas amigas se sentaron al mismo tiempo en el suelo, volvieron a suspirar a la vez y miraron hacia la nada. -Además, tú también necesitas olvidar a Lucas.
ESTÁS LEYENDO
Aquellos maravillosos 70... Otra vez
FanfictionDos nuevas chicas en Point Place. Han llegado para revolucionar las vidas de nuestros seis protagonistas favoritos.