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Casa de Hyde
2:00 a.m.

-Dios... ¿De verdad está bien eso de dejar a los demás solos en el club? -Preguntó preocupada Hayley mirando por encima el lugar al que la había llevado el chico. Todo se encontraba sucio, desordenado y poco amueblado.

No era un sitio que parecía ser muy agradable a la vista.

-No te preocupes, puede que mañana veamos como Kelso y Fez se han liado en algún cubículo por culpa del alcohol. Hasta puede que Gabriela de un importante paso con Eric.

-No, eso nunca. Todavía no acepto que la pervierta tan pronto. -Hyde rio ante aquel comentario de la chica. - ¡No tiene gracia alguna! ¡Ese maldito flacucho quiere hacerle cosas pervertidas a nuestra pequeña y adorable Gabbie!

-Hayls... Deberías intentar ser menos dura con todos los que no son Gabriela, Donna y Jackie.

-No, soy dura con Jackie también.

- ¿Segura? Porque desde que os peleasteis en la fiesta de pijamas he visto que os lleváis genial...

-Bueno... Puede que tengas razón. -Aceptó avergonzada. -Así que me rechazabas para pasarte el día entero como un pervertido acosador, ¿no? Tienes gustos muy raros que no esperaba ver en ti, Steven.

Por fin lo llamaba por su nombre.

-Te sorprendería de otras maneras pero no creo que mi colchón aguante mucho entonces. Aún sigo queriendo tener una cama en la que echarme una siesta.

-Con que vives aquí... -Hayley comenzó a caminar por el desastroso salón con mucho cuidado. - ¿Y tu madre? ¿Durmiendo?

-A lo mejor se ha ido a casa de otro tío nuevo para follárselo. -Contestó tranquilamente Hyde mientras cogía un cojín y lo tiraba a cualquier lado. -O está manchando aún más el restaurante en el que trabaja para que la echen.

-Steven, tienes que leer esto. -Dijo preocupada la chica con una nota escrita en un trozo de papel roto. Hyde se acercó a ella confuso y comenzó a leerla sorprendiéndose a cada palabra que más leía.

- ¿Qué coño?

Su madre le había escrito que lo dejaba allí, tirado en una chapuza de casa a la que ni siquiera quería volver. Solo.

Su madre lo acababa de abandonar.

-Yo... Steven... -Hayley, sin saber qué decir, lo acogió entre sus brazos. -Sabes que me tienes aquí, ¿no? Aunque haya pasado todo esto entre nosotros siempre me tendrás aquí.

Hyde la apretó más contra sí sin saber tampoco muy bien cómo sentirse o el qué hacer en aquel tipo de situación.

-Gracias, Hayley.

-No tienes que dármelas. -Se separó de él sonriendo cálidamente y miró a su alrededor. -Definitivamente no puedo dejarte vivir aquí solo. Esto es una pocilga y te recordará a esa... puta que te ha dejado. Puede que a Gabriela no le haga mucha gracia pero a mí tampoco me la hace tener que escuchar sus coqueteos desde mi cuarto con Eric así que... Se tendrá que aguantar.

- ¿De qué estás hablando?

Hayley lo miró decidida mientras lo cogía de las manos.

-Está claro. Que te vienes a vivir con nosotras.

Casa de Hayley, Gabriela y Hyde
15:45 p.m.

-Y eso es todo lo que ha pasado para que acabemos así. -Confesó Hayley mientras trataba de no volver a quedarse dormida al igual que Hyde, quien buscaba el reconfortante calor que emanaba el cuerpo de la chica con los ojos cerrados.

Resumiendo tras lo dicho por Hayley ambos habían cogido lo necesario y se habían dirigido a casa de las dos chicas. Sin hacer mucho ruido habían acomodado las cosas de Steven en el cuarto de la morena donde habían decidido que dormirían ambos y como era tan tarde se habían quedado durmiendo juntos hasta que los gritos de Gabriela y Jackie los habían despertado.

- ¿Así que no habéis hecho nada... pervertido? -Trató de volver a asegurarse la pija. - ¿De verdad?

-Tranquila, no hemos vivido una película porno en mi cuarto. Simplemente nos hemos quedado fritos después de colocar las cosas de Steven en mi cuarto. Nada más.

- ¿Cómo que nada más? Sois pareja... ¿No? -Ambos miraron confusos a Donna. -Bueno, los dos os habéis confesado y tenéis sentimientos mutuos, ¿no? Entonces los dos sois...

-Ah, sobre eso. -Hyde abrazó por los hombros a Hayley, quien ya se encontraba totalmente roja. -Esta chica de aquí ha decidido hacerme esperar para devolvérmela y he aceptado porque creo que me lo merezco. Así que más que novios somos algo como... follamigos.

Hyde acabó en el suelo tras una patada dada por la morena.

-A partir de hoy esa será tu nueva cama, inútil.

Aquellos maravillosos 70... Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora