Verdaderas razones

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Patio de los Forman
23:03 p.m.

-Hey, ¿aún sigues aquí? -Hayley agachó la mirada del oscuro cielo estrellado hacia la voz que le acababa de dirigir la palabra. En parte esperaba que fuese su amiga (no se había fijado mucho en el tono de voz de quien le había hablado) pero se sorprendió bastante al encontrarse con el de pelo afro sentándose a su lado en el capó del Vista Cruiser. -Llevas a fuera ya casi dos horas desde lo que nos has contado y a Gabriela le está dando un infarto de lo preocupada que está. Pero no quiere venir, sabe que quieres estar sola.

-Por eso tú, Steven Hyde, la persona que más le gusta molestarme en la faz de la Tierra, ha decidido venir a ver como estoy, ¿no? -Trató de burlarse la otra. Suspiró más tarde, sin los verdaderos ánimos ante toda aquella situación. -Perdona, es solo que... No quería que se supiese aún el porqué huí a Point Place.

- ¿Puedes llamar huida a acabar en un pueblucho lleno de cotillas y mierdas controlados por el Estado situado en la parte más mierda de todos los Estados Unidos? -Hizo reír a la chica Hyde al oír sus palabras. -Bueno, si te sientes mejor no hablando de eso puedo sacarte otros temas, como lo fan e idiota que se ha vuelto Eric con la película esa nueva que han sacado hace poco. La de... Star... No sé qué mierdas más.

-Ah, Gab también se ha vuelto una fanática de esa peli. Suerte que ese día encontré una buena excusa para no tener que ir al cine con todos a verla.

-Entonces eres de las mías. -Sonrió Hyde. Más tarde miró a la chica fijamente, era tan extraño todo lo que ocurría alrededor suya, cuando creía que lograba entenderla sucedía otro suceso nuevo que lo complicaba aún más todo. Por no contar que todo el mundo parecía creer que él se había enamorado de ella cuando ni siquiera él sabía lo que estaba sintiendo en aquel mismo instante. - ¿Recuerdas que podía sacar otros temas para hablar? -Ella asintió. -Ya los he sacado todos.

Hayley rio antes de tumbarse al lado de Hyde en el Vista y dejar su vista perdida en el infinito cielo.

-Mis padres, mis verdaderos padres, murieron en un accidente de tráfico cuando tenía cinco años. -Comenzó ella, y Hyde al instante se sintió algo incómodo al no saber cómo reaccionar. Nunca se le había dado bien aquello de animar a las personas. Optó por permanecer en silencio y oír a la chica, cosa que ella agradeció mentalmente, tampoco le gustaba que la estuviesen animando cada dos por tres ante aquel tema. -En el funeral fue todo desastroso, la gente lloraba a mi alrededor mientras que yo miraba a todos lados confundida, no tenía ni idea de porqué estaban enterrando los cuerpos de mis padres bajo tierra ni mucho menos el lugar en el que me encontraba, esa fue la primera vez que iba a un cementerio.

>>Mucha gente, creo que familiares lejanos o los típicos estúpidos que fingían conocer a los fallecidos y ser cercanos a ellos y te critican a tus espaldas o a tus difuntos pensando que no los oyes, me miraban como si fuese un monstruo porque acababa de perder hacía dos días a mis padres y no había soltado una sola lágrima. Pero vamos, que no sé lo que podían esperar de una niña de cinco años que solamente sabía un diccionario edición junior de palabras.

>>Entonces un niño de siete años se me acercó sonriendo cálidamente y me abrazó con afecto. Lo primero que me dijo fue en un susurro: "aunque no los veas aquí ellos siguen a tu lado apoyándote, cuidando de su pequeño ángel para que nadie malo le haga daño". Entonces ahí me di cuenta de que mis padres no me volverían a sonreír, ni abrazar o intentar disfrazar de princesa o hada... Que no volvería a pasar ningún momento con ellos esencial de mi vida, y lloré a grito pelado.

>>Unos días después los padres de aquel chico me adoptaron y formé parte de la familia que me había estado cuidando sin que yo lo recordase desde hacía años. Eran amigos cercanos de la universidad de mis padres. Aunque me dieron los mejores años para criarme y que nada me dañase tras la partida de mis padres cuando mi hermanastro comenzó a juntarse con malas influencias todo empeoró.

>>Mi hermanastro había comenzado a meterse en el mundo de las drogas y el alcohol, de las fiestas y las peleas, todo de manera ilegal, claro... No solo porque algunas sean de por sí ilegales, sino que él era menor todavía. Me presentó a mí y a Gabbie, que se había vuelto uno de mis apoyos más fundamentales en aquel tiempo, a unos amigos que parecían estar limpios de todo ello, uno de ellos fue mi pareja, Diego. Gab tuvo suerte y cortó su relación con Lucas, su ex novio, rápidamente cuando vio que ellos callaban más de lo que nos decían pero yo no podía romper con Diego. Gran parte era por miedo, por miedo a lo que le ocurriría a mi familia o a mis seres queridos tras las amenazas de Diego, o a mi propia vida. Por otra parte porque aún me mentalizaba que el dulce chico que me hizo sonreír como había olvidado desde aquel funeral seguía ahí dentro. Hasta que llegó el día que me hizo irme de allí definitivamente.

>>Había decidido romper de una vez con Diego y dejarle en claro que acabaría entre rejas si le hacía daño a mi hermano o a Gab, porque a nuestros padres nunca se atrevió a tocarlos, pero cuando le dije todo no me di cuenta de que estaba drogado hasta las cejas así que se puso en cólera, me agarró del cuello y me hizo esto. -La chica dejó de hablar para enseñarle al chico aquella cicatriz que tanto escondía su dolor. Estaba a punto de cicatrizar, aunque seguramente dejaría marca, y atravesaba gran parte de su tripa.

- ¿Pero qué coño... ? -Hyde miró preocupado a la de ojos marrones, quien sonrió tratando de fingir que aquello ya no tenía importancia. -Voy a matar a ese capullo.

-No creo que tengas que hacer mucho, así que no te preocupes. Por lo que he oído, se ha buscado a otra y mi hermano por fin ha conseguido volver a ser quien era antes de meterse en todos aquellos líos. -Soltó un cansado suspiro. -Pero no pienso volver allí nunca, aquí he encontrado a idiotas que me han aceptado y que no se preocupan por todas esas mierdas. Podré tener una buena vida sin tener que volver a preocuparme por nada de aquello... Aunque Gabbie seguramente volverá para visitar a sus padres.

- ¿A ella no le hicieron nada? -La chica negó con la cabeza.

-Ya te lo he dicho, ¿no? Su antigua pareja era uno de los que le debían cosas a Diego y ella rompió con él en el mismo instante en que vio que podía poner en peligro a su familia. Quiso ayudar a Lucas, después de todo le gustaba, pero no quería dañar a las personas que le habían dado todo a costa de ello.

-Chica lista.

-Lo sé, mucho más que yo lo es, eso está claro. -Ella rio ante el recuerdo que le había llegado. -Recuerdo que cuando desperté en el hospital después de haberme tirado dos días dormida Gab casi me abre los puntos y estuvo a punto de darle un infarto. Yo... -Miró a Hyde de una manera tan distinta de lo que solía hacer que el de gafas quiso abrazarla y protegerla de todos los males que la acechaban. -Ya no quiero preocuparla nunca más, no desde ese día. Quiero... que pueda enamorarse de frikis de Star Wars como Eric y pueda sonreír como lo estaba haciendo en la fiesta sin que tenga que andar preocupada por culpa mía.

-Ya no tendrá que preocuparse nunca más de ti. -Contestó seguro Hyde mientras apoyaba su mano en la cabeza de la chica cálidamente. -Porque nosotros nunca dejaremos que te vuelvan a dañar.

Aquellos maravillosos 70... Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora