Yo no soy el mismo

Capítulo 17 ~ Lo prometo

Estoy algo cansada.

Todos creen que estoy deprimida o enojada, la verdad es que no siento nada, y es literal. No siento ni alegría, ni pesar o por último alivio. Sólo nada.

Trato de pensar o buscar pero solo es vacío.

__Luna…__escuchó decir de manera lejana__ Por favor, concéntrate. Necesito que hables conmigo. Tienes que confiar en mí y decir que sucede contigo__ esa voz la conozco__ Tenemos un trato, tu colaboras y no le decimos a tus padres.

__Ehh…

__Intenta decirme al menos que pasa ahora por tu cabeza__ es la voz de Caleb.

__Nada__ susurro

__Basta. Tienes que poner de tu parte, si no lo intenta son va a funcionar__ se escucha exasperado.

Se preguntaran como llegué aquí. La verdad no lo sé. Desde la llegada de Alex y su novia, la misma que está  arruinando mi vida, todo parece suceder aislado a mi persona, como si el mundo avanzara y yo estuviera en el mismo espacio y tiempo que me enteré. No me lastimó, solo… no lo sé en verdad.

Si intento unir las pocas piezas que tengo, puedo decirles que la noticia no me cayó de la mejor manera, por un instante quise morirme porque todo absolutamente todo fue mi culpa, tan solo si yo… aunque la verdad no creo que haya cambiado nada, lo más seguro es que él ya tuviera planeado ir por ella.

Después de verlos juntos salí corriendo, como siempre hui, y como todas las veces Liam estuvo ahí para mí. Lo trate un poco mal, pero necesitaba salir de ahí podía sentir que el oxígeno me faltaba. Hiperventile un poco. Liam estaba de los nervios pero no le dijo a nadie, sólo me llevo a donde ensaya con su banda. Si tampoco yo estaba enterada de eso, supongo que tampoco se lo pregunte.

Se lo agradecí mucho no quería ni que me vieran ni ver a nadie. Permanecimos en ese lugar por casi todo el día, no hice otra cosa que sentarme y mirar a algún punto no existente sin inmutarme por nada pero podía oír como Liam jugaba con algunos acordes en lo que no sé si es una guitarra eléctrica o un bajo, no preste atención. Insistió para que vayamos a comer algo, pero no tenía hambre ni alguna otra cosa en realidad. Él tampoco fue aun cuando su estómago estuvo quejándose todo el tiempo. En mi estado zombie, le pedí irnos insistiendo que quería comer, solo fue una excusa para que lo hiciera y no sentirme culpable por eso también.

Se dio cuenta que yo no comería y se quejó por mentirle.

Me llevó al apartamento de mi padre.

Mi papá lo miró enojado, creo que piensa que lo culpa por mi actitud.

Esa noche no pude dormir, tampoco pude comer, salir o decir algo al siguiente día. Escuché a mi padre gritarle a Liam por teléfono, pero aun así lo dejo venir a verme.

Me negué.

Liam no insistió pero regresó al otro día. Sin aviso alguno entro en mi habitación con una bandeja con comida, tenía el ceño fruncido era gracioso verlo así pero no pude reír, no sentía ganas de hacerlo.

Se sentó junto a mí y hablo conmigo pero yo no con él, solo podía verlo. Me pidió mejor dicho exigió que comiera algo. No entendía que no tenia ganas, tan solo quería dormir, después del día anterior, dormir se había vuelto muy agradable. Podría hacerlo eternamente.

Cual madre con hijo pequeño haciendo oídos sordos a mis negativas me dio de comer, y prácticamente metía la comida en mi boca haciéndome masticar.

El tercer día, volvió porque mi padre se lo pidió. Esta vez me obligo a salir de la cama, asearme y vestirme decentemente. No estuve de acuerdo, pero no para de insistir produciéndome un fuerte dolor de cabeza.