Capítulo 14 ~ Sólo era lástima

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No la entendía.

Que rayos le pasa. ¿Acaso no me quiere? Porque yo no la quiero, yo la amo. Y eso es poco, ya creo que a estas alturas sin ella estoy completamente perdido.

La necesito.

Quisiera hablar con ella, hacerla entrar en razón. Sé que una parte de ella desconfía de mi por lo imbécil que fui la última vez, pero no estoy jugando esta vez no podría estar un minuto sin ella. Ahora mismo la quiero conmigo.

Podría ir a hablarle, excusa no me falta. Olvidó su teléfono. No he querido espiar pero su clave era tan sencilla que hasta un niño de kínder garden la hubiera descubierto en segundos. Pero no iré. Ella me rechazó, y no me dio ninguna explicación. No fui yo, así que ella debe volver.

Pero mierda me estoy volviendo loco.

Mi odiosa hermanita ha estado insistiendo en que soy un idiota, que debo darle tiempo y no sé qué tantas cosas más, no le preste atención. Pero no es fácil, porque la quiero conmigo, que se quede aquí en Londres, pero se que eso nunca sucederá.

¡Qué diablos!. Voy a buscarla.

Y antes de que dé un paso, el bendito iPhone comenzó a vibrar en mi mano. Condenado mensaje nuevo.

No debería leerlo, no lo haré.

Pero ahí estaba otra vez, me pregunto quién manda un mensaje tan temprano, no son aun ni las siete de la mañana. Pero no lo leeré.

Decido guardar el móvil en el bolsillo mientras espero un rato a que sea una hora más prudente, no quiero que su padre piense que soy un loco acosador. Claro que no.

Pero dale la mula al trigo. Condenado puto celular que vibraba como si los estuvieran poseyendo, ni a Emily en el exorcista. Y saben que, qué más da  voy a contestar porque me está poniendo  de los nervios.

Es Liam.

¿Qué hace ese idiota llamando a mi novia a estas horas?

No es tu novia, se burló una voz en mi cabeza. Aumentó mi coraje.

No voy a contestar. Eso me delataría aunque no he hecho nada, pero igual no.

Él idiota ese le mando tres mensajes más y llamo cinco veces al móvil de mi chica. Quería partirle su maldita puta cara. Y sin razonar abrí los mensajes, necesitaba saber de qué se trataba esto antes de que me dejara llevar por mis paranoicos pensamientos.

¨¨Ya estoy aquí, princesa¨

¨¨No seas dormilona¨¨

¨¨Apúrate, te tengo una sorpresa¨¨

 

Y unos dos o tres más similares. Pero quien rayos le había dado el permiso de decirle princesa. Eso sólo puedo hacerlo yo, ¿entienden? Solo yo. Pero lo peor que maldita sorpresa le tiene, él no tiene ningún derecho.

Esperen, esperen, esperen.

Liam dijo estar aquí.

No termine de ordenar mis pensamientos cuando me acerqué al ventanal d emi cuarto.

Si, ahí estaba y ahí venía ella.

La abrazó. Juro que quiere que lo mandé al demonio.

Yo no soy el mismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora