Parte 1

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Este era uno de los tantos percances de ser un heroe reconocido... las misiones en el culo del mundo, más especificamente, en pueblitos aislados y desolados, olvidados por toda criatura, y sin embargo... justo ahi lo habían enviado.

Bakugo tenía más de una semana recorriendo carreteras interminables entre las montañas, usando su quirk para despejar las misma, después de que un terremoto sacudiera toda la provincia provocado cientos de avalanchas y deslizamientos, dejando toda esa zona incomunicada e inaccesible. Y si bien era buena cosa que hubiesen podido conseguir utilidad para su don tan destructivo, la verdad era que ya estaba harto de ver siempre las mismas montañas, la vegetación que apenas cambiaba, y el puto viaje en carro. Le dolia el culo y no podía esperar a que esa mierda de mision acabase para poder regresar Tokio y comenzar de nuevo su puta rutina de ejercicio, para este punto sus musculos ya deberian de haberse vuelto papilla de bebe.

Quizás el único punto positivo era que lo había enviado con su beta favorito, Kirishima era la única persona al que podía tolerar durante largos tiempo de exposición, quizás porque se había acostumbrado a el después de pasar por toda la secundaria juntos, quizás porque podía resistir todos los golpes que le enviaba sin una sola queja gracias a su don, pero más seguramente porque sin importar que tanto lo insultara, el siempre tenía una enorme y brillante sonrisa, sin importar que tan áspero, rudo y ofensivo fuera, su mejor amigo jamás se ofendía, y eso era algo que Bakugo apreciaba aunque no se lo dijera a nadie, poder ser el mismo sin tener que estarse censurando todo el tiempo, pues con frecuencia se obligaba a suavizarse delante de otros héroes y sobre todo en frente del público, sería un autentico infierno mediático si se mostraba como realmente era con los civiles y la prensa. Y aún a pesar de su acción consciente había quienes aún así lo consideraban demasiado rudo y ofensivo, y si bien usualmente eso le daría igual, lo cierto era que necesitaba la buena reputación para poder continuar escalando en el listado de héroes, lo cual significaría mejor paga, beneficios y misiones más complejas, entre lo cual se incluía poder negarse a hacer misiones tediosas como la que estaba ejecutando en ese mismo momento.

-Alégrate viejo - volvió a intentarlo Eijiro - ya llegamos al ultimo pueblo, despejaremos las cosas por aquí y después de la celebración podremos irnos a casa.

En lugar de responder como la persona pensante que era, gruño con rabia. Si Kirishima tuviera el sentido del olfato un poco más agudo podría oler el fastidio y el cansancio en el.

Era una suerte que el chofer también fuese beta, o Bakugo dudaba que hubiese podido resistir el viaje entre sus constantes gruñidos y sus feromonas que no tenían nada mejor que hacer que darle la lata y demostrar en cada segundo del día su increíble odio hacia la situación.

Para cuando llegaron al dichoso pueblito ya era entrada la noche, Ground Zero había tenido que explotar más de una montaña y estaba francamente harto, estaba cansado, si, pero eso era algo a lo que estaba acostumbrado, pero el fastidio y la monotonía era algo que se le hacía muy difícil de combatir o si tan siquiera sobre llevar, a el le gustaban las emociones fuertes y la acción... no explotar montañas hasta que sintiese que sus manos sangraban de cada poro.

En el centro del pueblo los esperaba el gobernador de la provincia, que les dio las gracias de manera efusiva delante de la prensa del pueblo, y si bien Bakugo lo que quería era romper todas y cada una de esas cámaras aunque solo fuese para distraerse, a Ground Zero le convenía demasiado la publicidad, así que tuvo que soportarlo todo, con su mejor sonrisa de héroe (si, esa sonrisa que prometía dolor si te le acercabas demasiado).

Todo el pueblo parecía haberse reunido para celebrarlos, incluyendo al héroe principal de la zona, un tal Vendaval que Bakugo odio desde el segundo en que abrió la boca por su insensatez, pero desde luego que Kirishima y ese absurdo personaje iban a llevarse de maravilla... hablando de pasiones y cosas estúpidas.

Omegaverse - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora