6.

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Era otro día donde la joven Moari se encontraba en el sanitario, sus tics comenzaban a empeorar, eso le preocupaba un poco. Al terminar las clases se fue rápidamente, no quería lastimar al peliazul y para eso no tenia que verlo. Esperaba pacientemente a su madre sentada en una banca, pero esta no aún llegaba.

- ¿Quieres que te lleve?

- Oh, Y-Yeonjun...Mi m-mamá v-vendrá por mi...

- Entonces te haré compañia hasta que llegué. - comenzó a sentarse a lado de ella.

- ¡No! -carraspeo al ver a un Yeonjun confundido. - No quiero golpearte de nuevo. - dijo murmurando.

El chico la miró, está vez había dicho una gran frase sin tartamudear en en intento, sonrió.

- ¡Daebak! Cuando no tartamudeas es como escuchar a otra persona. - sonrió más.

- Ya, Moari, mamá dijo que no podrá venir por ti y lamentablemente te llevaré.... Oh Yeonjun-ah. - dijo Bae, un poco sorprendida.

- ¿Mamá n-no vendrá?

- Ya te dije que no. - la joven no despegaba la vista del peliazul. 

- No te preocupes, si no quieres llevar a tu hermana, yo lo haré. - habló esta vez el joven.

- No hace falta, pero si insistes, puedes acompañarnos si quieres. - dijo sonriendole de una forma coqueta.

- Solo acompañare a tu hermana - rodó los ojos. - ¿No sabes escuchar?

La chica miraba seria los dos jóvenes frente a ella, apretó los puños con coraje.

- Bien, si es lo que quieres, llevala. Pero tú Moari tendrás serios problemas con mamá. - habló exaltada para sar media vuelta para irse. 

La chica mencionada se asustó un poco, ¿y si la castigaba? Sus ojos se llenaron de lagrimas, no quería eso.

- ¡Hey! Oye, tranquila no pasará nada, ¿de acuerdo? - la tomó de los hombros. - si es necesario esperaré a tu mamá y hablaré con ella para evitar malentendidos. ¿Okey?

- O-okey. -sonrió un poco y se quito las pequeñas gotas de lagrimas que ya habían salido.

Los chicos caminaron, las casa de la joven no estaba tan lejos fácilmente en 15 minutos caminando llegaban.

- Y esa es una pequeña historia de mi vida y cómo termine engañado.

La chica escuchaba atentamente.

- Oh, que m-malas las  p-personas que llegan a engañar...-miro enfrente, viendo que llegaron a su casa. - llegamos...Gracias por a-acompañarme, r-realmente no debes quedarte...

- ¿Segura? ¿No tendrás problemas?

- Esta b-bien, mamá l-lo entenderá.

- Bueno, entonces nos vemos mañana y si pasa algo, puedo venir a aclarar todo. - la chica asintió sonriendo y se despidieron.

(...)


Habían pasado ya  varios meses en los cuales Yeonjun y Moari se volvieron buenos amigos. A pesar del tiempo, aún seguían muchas miradas en ellos cuando caminaban o comian por la escuela.

Mientras los tics de la chica empezaron a no ser muy notorios y por alguna razón eso preocupaba a la chica. La chica empezaba a dejar de tatamudear también, solo murmuraba las palabras.

Un Yeonjun relajado caminaba por la calle relajado yendo por una leche de fresa a la tienda de conveniencia, para su gran amiga Moari. Era un día soleado y demasiado tranquilo.

Por otra parte, Bae Rim ya no los molestaba tanto. Un día la madre de las jóvenes se topo a Yeonjun en la entrada de su casa, pues ya era costumbre que este fuera a dejar a Moari a su casa por precaución. Desde ese día, su mamá todos los días lo invita a comer y él no se quejaba para nada, puesto que su comida era exquisita.

Entró a la tienda para ir por lo que buscaba. Salió unos minutos después de comprar sus cosas. Estaba a punto de cruzar la calle, pero algo o más bien alguien lo detuvo.

Del otro lado de pequeña calle se encontraba ella, la chica de la cual meses atrás estaba perdidamente enamorado, Lee SooRa. La chica observaba a todas partes tranquila, hasta que miro al peliazul, estaba asombrada.

Sonrió en grande, para correr hacía él, Yeonjun quería huir pero no tuvo el tiempo suficiente para hacerlo.

-¡Choi Yeonjun! - dijo gritando con felicidad.

- ¿Qué haces aquí?

- Ni un hola, bobo. ¿Cómo qué, qué hago aquí? Estuve buscandote todo este tiempo, y vaya que es difícil por ser Seúl. También hice tramites para mis traslado, vine a remediar las cosas contigo, y sabes muy bien por quién lo hago. - dijo con esa gran sonrisa que siempre le gustó al chico, pero esta vez no tuvo ningún efecto él.

- Qué mal que estés malgastado tu tiempo y dinero, ya no quiero nada contigo SooRa, te lo deje muy en claro. - el chico comenzó a caminar a paso rápido. Y sin rendirse, la chica lo siguió.

- Por favor, Yeonjun, sabes lo importante que es el reconciliarnos.

- SooRa, rompimos, y eso no quita que me deslinde de mis responsabilidade,s claro que no, pero ahora solo tú eres parte de mi pasado, yo ahora vivo el presente así que espero no me molestes. - dijo volteando a ver a la chica enojado, para después retomar su camino.

La chica lo miro molesta y lo siguió, no iba a dejar esto así. Se detuvo al ver que como el peliazul se deteníaen una casa. SooRa, vio a una chica afuera de la casa en la que el chico se detuvo.

Pudo divisar como Yeonjun le sonreía mientras sacaba una leche, que pudo distinguir, era de fresa.
Vio cómo la chica desconocida le aventaba la leche, miró enojada la escena. ¿Cómo se le ocurría hacerle eso a Yeonjun?

Iba a comenzar a caminar para encarar a aquella chica pero se detuvo al ver a Yeonjun sonreir. ¿Quién en su sano juicio podría sonreír a un acto así? La chica seguía mirando confundida.

Pasaron muchas preguntas por su mente; "¿Será su novia y se llevarán así de pesado? ¿Me cambió tan rápido?" Sacudió su cabeza y se fue de ahí rápidamente.

Editado: 11/11/22


Tourette [Choi Yeonjun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora