Narrado por Sebastian
Acker le mordió el brazo a Dylan y ni siquiera paso un momento cuando mi tío volvio a morder el cuello de Dylan
-Tiene que funcionar,tiene que surtir efecto... -Acker se decia para si mismo
Acker estaba desesperado, sabía que no queria perder a Dylan,por que si lo hacia,el también moriría
-tio,tiene que funcionar-me acerque un poco a el mientras el esperaba a que Dylan agónico reaccionara al veneno
Y de pronto Dylan soltó un grito bastante fuerte que se escuchó en toda la bodega ,al parecer ya estaba haciendo efecto el veneno
-Mi amor-Acker le susurro cerca de su oído-estoy aquí-acerco su mano,note como Dylan agarraba con fuerza la mano de su novio-esto acabará pronto
-tio tarda a lo máximo dos días-me atreví a decirle, Acker asintió y soltó
-Vamos a casa -Acker tomó a Dylan como si fuera su bebé-quiero que sea alli su total transformación y no en esto
Empezó a caminar y le sonrió a Dylan que se retorcía del dolor,de pronto escuché a mi tío cantar esa canción de cuna que el mismo se cantaba para tranquilizarse
-¿Tío?-pregunto mientras llegamos al coche, Acker deposita a Dylan en la parte trasera del coche y le pone su chaqueta para taparlo un poco
-Dime
-¿Que hacemos con el cuerpo de Damian?
-Quema todo-susurro
Asentí, saque de mi pantalón el encendedor de plata que Paolo ne había regalado en mi aniversario y luego de regar un poco de gasolina , tiré el encendedor
Poco a poco las llamas empezaron a subir de intensidad, Damian en poco rato dejaria de existir, por fin
-Fue mi culpa-Acker se dijo para si mismo,fingi no hacerle caso y entre al coche, tiempo después mi tio entro y por fin pude acelerar para ponernos en rumbo hacia la casa de Dylan
Durante todo el camino escuchamos los gemidos de dolor de Dylan, Acker fingía no escucharlos por que era difícil ver como el veneno tomaba cada parte de tu cuerpo y poco a poco Dylan se convierta en uno de nosotros
ESTÁS LEYENDO
La Agonía de Dylan
Teen FictionSi llegaste aquí significa que estoy muerto. Atte: Dylan Dylan Arrutia sentía que su vida no tenía rumbo hasta que Acker Arana llegó a su vida y le dio un giro inesperado.