La verdad

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Mi madre nos miraba ,unos segundos me miraba a mí y luego a Acker hasta que me arme de valor y le dije:

-Madre, Acker y yo somos novios

Hubo un silencio, no quería ver el rostro de mi madre, observé el de Mauricio para distraerme y el estaba en silencio con la mirada baja ,Acker parecía tranquilo y me tomó de la mano un segundo y escuché el corazón de mi madre que no parecía acelerado

-Por favor muchachos díganme algo que no sepa-Mi madre se levantó del sillón y fue a nosotros para abrazarnos al mismo tiempo-¿Pues que quieren que les diga muchachos?-Mi madre tomó mi mejilla e hizo un cariñito en ella-solo les puedo desear buena fortuna y que esto si se puede que sea para siempre

Acker me miro durante un instante, le devolví la mirada de manera cómplice y nuevamente abracé a mi madre; pero cuando lo hice no sentí las ganas de hincarle los dientes quería que ese abrazo durara para siempre, que ella estuviera conmigo...

-Quiero que sean felices chicos, no se dejen guiar por lo que diga la gente, ustedes lo saben -mi madre guiño un ojo, tomó a Mauricio de la mano y los dos caminaron hacía la cocina

Acker y yo esperamos a que los dos se alejarán lo suficiente para que no escucharán nuestra plática

-Pensé que me haría algo peor-Abrace a Acker-al parecer estaba equivocado ya que mi madre siempre ha sido tan genial que mis enredos mentales hicieron qué te amenazara con no decirle a mamá de nuestro primer beso

-Tenias miedo y lo entiendo, aparte era yo el primer hombre que te besaba-Acker despeinó mi cabello con su mano derecha y luego me dio un pequeño beso en la frente-te amo

Para la cena mamá preparó un delicioso pan de elote que por desgracia no podíamos comer Acker y yo pero le dimos una mordida para fingir que cenábamos cómo humanos normales. En eso llegó Sebastian de la calle cantando su propia versión de una canción bastante famosa allá por el lejano dos mil ocho

-¿No vienes a cenar?-pregunto Acker guiñándole el ojo a su sobrino

-No gracias, tío-Sebastian esbozo una sonrisa que mas bien parecía una mueca horrible-pero comí algo en la calle-Sebastian volteó a ver a mi madre-señora que gusto verla de nuevo

-Gracias querido

-Por cierto, hay una película buenísima en cartelera, luego te paso el dato tío-Sebastian le dijo la indirecta a Acker que entendí de todas formas, el había encontrado una pista del legado de Damian

-¿No vas a comer hijo?-Pregunto mi madre mientras partía otro pedazo de pan-¿No tienes hambre?

-Si mamá, pero me gusta comer un poco más despacio ahora

¡Wow! Que gran pretexto, eres grandioso Dylan

Terminó la cena y Acker y yo dejamos a mamá platicando con Mauricio en la sala ,mi marido y yo fuimos directamente a mi recámara destrozada

-Un campo de guerra verdadero, ustedes si que se volverán adictos alas constantes noches pasión, pero eso no es lo importante tíos

-¿Que pasó?-Acker se sentó en la cama o lo que quedaba de ella

-Ya tengo unas pistas, podremos ir mañana

-¿A dónde?

Sebastian solo se encogió de hombros y no quiso decir más

-Eso si tiene que ser a medio día

La Agonía de DylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora