El niño

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El pueblo parecía de una novela de misterio,un hombre de mediana edad salió de su casa,al vernos se espanto y entro a su casa nuevamente ;Acker y yo nos miramos un  instante

-Son muy temerosos con los extraños,aparte hace más de diez años que nadie los visita y no salen ni siquiera de visita al pueblo contiguo,temen ya no volver -Sebastian se amarraba su cabello con una liga de tela que había encontrado en el coche y aunque no lo crean si aceptaron a Damian

-¿Cómo?-pregunto Acker incrédulo de lo que Sebastian estaba diciendo-Estas diciendo que no aceptan tan fácil a las visitas y ahora dices que aceptaron a Damian ¡Decídete!

Sebastian se quedó boquiabierto debido a los gritos de Acker,me acerque a el y le di unas cuantas palmadas en su espalda

-Damián se hizo pasar por el hijo menor del último alcalde de este pueblo(busque unas fotografías en internet y la verdad si tenían algún grado de parecido)y pues logró así entrar a la comunidad, sin embargo mi investigación me llevó a que Dangliesh mató al alcalde horas antes de llegar a este pueblito

-Wow, Damian es todo un homicida ¿Podemos ir a donde nos compete?-ya estaba perdiendo un poco la paciencia-quiero irme pronto de este lugar

-Ya vamos tío, no te apures-Sebastian me guiño el ojo y camino cantando el himno a la alegría en italiano, Acker mientras caminábamos no me tomaba de la mano por precaución pero sabía que deseaba hacerlo así que me acerqué a él y le roce con mi mano derecha su mano izquierda y la tomo disimuladamente. 

El camino hasta llegar a la casa donde posiblemente estaban los hijos de Damian era bastante incómodo de caminar, las piedras nos hacían tropezar cada cinco pasos y la niebla tampoco nos dejaba ver. Cuando doblamos a la izquierda de lo que posiblemente era una calle anteriormente se escucho cómo una de las paredes se desprendía de lo poco que quedaba de esa casa

-¿Te asustaste?-me pregunto Acker

-No, ya me estoy acostumbrando a todo esto-sonreí casi de manera forzada

Sebastian se quedó estático en la única casa de esa calle que estaba medio cuidada a excepción de la hiedra que crecía en las paredes y tampoco dejaba ver la puerta o el timbre

-¿Es aquí?

Sebastian movió su cabeza asintiendo, Acker al ver qué su sobrino no se atrevía a tocar la puerta, lo hizo y se quedó cerca de ella por si alguien le llamaba pero yo no escuchaba pasos o que alguien estuviera dentro de esa casa. Me equivoqué

La puerta se abrió y de ella salió una pequeña cabeza perteneciente a un niño de aproximadamente unos seis años, pálido de cabellos oscuros y ojos del mismo color que Damián, nos veía a los tres de manera temerosa y desafiante

-¿Quiénes son?-dijo con su voz de niño

-Ah-Acker no sabía que decirle-somos unos amigos de tu mamá ¿Esta ella en casa?

-Esta en la iglesia-el niño señalo la iglesia que estaba al fondo del pueblo

-¿Se tardará?-pregunte

El niño se me quedó viendo un instante, miró nuevamente a Acker y le dijo:

-Ella-hizo una pausa-no ha regresado desde hace unos días

-¿desapareció?-Sebastian se agachó un poco para estar al nivel del niño

-Se quedó dormida un día, en la calle y ya no volvió, a mi hermano y a mi nos encerraron aquí

Los tres nos dirigimos miradas cómplices, luego volteamos a ver al niño que también se nos había quedado observando con sumo interés.

La Agonía de DylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora