Solo el comienzo

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La luz era muy tenue y Adrian comenzó a desesperarse, pues ya no quería seguirles la corriente pero ellos lo conocían muy bien. En los últimos días los vestidos nuevamente llegaban con medias de nylon negras de muslo, haciéndole recuerdo que cuando se las quitó el primer día la luz natural con aquella hermosa vista al mar se fue. Adrian sabia que el tiempo ya se estaba terminando y le tocaría hacerlo al igual que los tacones, el maquillaje y el vestido.

Al despertar como todos los días notó que apenas podía ver sus manos con la luz y poco a poco iba desapareciendo todo lo que sus ojos apenas podían ver. Adrian había pasado una semana casi a obscuras 24 horas todos los días mientras en sus manos llevaba aquellas medias que apretaba con fuerza.

Pasó una hora y la luz se había apagado por completo. Adrian se mantenía firme pero comenzaron a asustarlo con incertidumbre y los ruidos no tardaron en llegar.

- Quien anda ahí - Gritaba Adrian con una voz menos grave.

Una mano tocó la pierna de Adrian, haciendo que se comience a desesperar. Mientras mas pasaba el tiempo mas sentía mas roses en su cuerpo. El terror se había adueñado de el y con las manos temblorosas se colocó las medias casi rompiéndolas.

De repente las compuertas que tapaban las ventanas comenzaron a abrirse, pero no lo hicieron del todo. Con la poca luz Adrian pudo observar una cantidad de bragas de todos los colores y diseños en el lugar. Al mirar, solo movía la cabeza negándose rotundamente pero no duró mucho, pues las luces no se prendían todavía y la noche comenzaba a llegar. La luz de la luna apenas pasaba por las aventuras de las ventanas que aun seguían cubiertas. Adrian nuevamente escuchó ruidos y el terror nuevamente hizo que acceda a colocárselas.

De repente las ventanas de abrieron y unas luces cálidas y frías hicieron la combinación perfecta para que la habitación sea mas acogedora. Adrian se sentía deslumbrado al haber estado tanto tiempo sin luz, se subió a los tacones que ahora medían 10 centímetros y comenzó a caminar mientras sentía como las pantimedias apretaban sutilmente sus piernas las cuales ya no tenían vello.

Adrian se sorprendió al verse en el espejo, pues había cambiado mucho. Se veía más joven, Su cabello casi llegaba a los hombros y sus piernas eran completamente lisas y humectadas.

- En que me estoy convirtiendo - Se expresó Adrian decepcionado de si mismo nuevamente.

- Porque estoy aceptando todo esto.

- ¿Acaso soy tan débil ?

Ya era hora de comer y Adrian debía verificar que su maquillaje se encuentre bien, era la una manera para esté completa su comida, pero al llegar a la mesa notó que habían nuevos productos. Entre ellos, habían pinta uñas e instrumentos para peinar el cabello.

Cada instrumento adicional o cambio en la habitación ya no era necesario ser explicado, Adrian sabía que si estaba ahí era porque debía usarlo. La voluntad de Adrian cada vez estaba más a merced de dicha compañía experimental.

De repente el televisor se prendió nuevamente y ahora pasaban nuevos videos tutoriales  sobre aquellos nuevos instrumentos . De cierto modo Adrian se emocionaba al ver cambios en su confort que ya no eran tan importantes para la personalidad de Adrian pero si eran importantes para su súper vivencia.

Al inicio se negaba pero, en la tv pasaban comerciales de hamburguesas y gaseosas como una pista. Iniciando con comida de silla y terminado con Gourmet relacionando con la calidad de su esfuerzo.

Adrian, suspiró y comenzó a pintarse las uñas con todo el cuidado posible, mientras esperaba que sus uñas se sequen miraba cómo peinar su cabello.

Un Experimento | TGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora