Ep.6: 选项

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—¡Es agua, ángel! ¡A-GU-A! ¡No va a hacerte nada!— Exclamaba MinGi caminando tras de él con cierta rapidez mientras que el llamado trataba de huir de la bañera que comenzaba a llenarse rápidamente del líquido ligero y a temperatura ambiente, MinGi se había asegurado de que todo estuviera confortable para el inmortal, sin embargo, este aún se asustaba hasta de su propia sombra.

MinGi no podía imaginarse cómo había sido el hogar del ángel antes de llegar a la tierra.

¿Qué tipo de cosas habrían? ¿Habría agua? ¿Objetos materiales? ¿Comida, quizás?

¿El cuerpo del pelirrojo era físico, real? Era una de las cuestiones que se hacía cuando el mayor caía y demostraba que no sabía controlar sus extremidades. Ahora que huía, no lo hacía tan mal.

Hasta que claro, sus piernas se enrollaron como si de dos espaguetis un tanto tiesos se tratasen para luego, caer al suelo, casi estrompando su rostro contra la pared.

—Por el amor de...— Maldijo MinGi tapando sus ojos cuando la camiseta del celestial se levantó, dejando ver, además de un poco de sus alas ocultas, partes del cuerpo ajeno que no estaba demasiado interesado en observar.

Se acercó a él, tratando de ayudarlo a levantarse mientras que el pelirrojo tocaba la pared con una de sus manos, como si no creyera que aquello hubiera frenado su huida, como si hubiera creído traspasarlo segundos atrás.

—¿Estás bien?— El de ojos verdes no contestó, no había comprendido la pregunta. MinGi suspiró, reincorporando la paciencia en su ser.—Es agua, a-gu-a... Va a limpiarte ¿Sí? No es malo, agua buena. A-gu-a.

El alado frunció en ceño.

—¿A...Agu...a?

MinGi sonrió emocionado. No creía haber escuchado un timbre más bonito en su vida.

—¡Sí! ¡Sí, así es!— El ángel curvó sus labios llevado por la emoción ajena. MinGi, cegado por la euforia, tiró del brazo del mayor, llevándolo hacia el baño de nuevo, no opuso resistencia ya que a penas había logrado reaccionar ante el tirón.

MinGi lo estaba medio arrastrando pues a pesar de ser poco lo que sabía, trataba de caminar-correr-ser arrastrado torpemente, trataba de seguirlo, a la vez que trataba de no caer en el intento.

—Agua.— Señaló MinGi, rozando superficialmente el líquido para demostrarle al otro que no era algo a lo que debiera de temer. Acercó su mano, ahora húmeda al contrario.

El ángel lo miró repetidas veces antes de acercar sus pequeños dedos a donde le ofrecía el menor, le sorprendió el hecho de que su piel también se quedara igual ¿El agua siempre era caliente?

—Agua.

—Muy bien.— Asintió MinGi susurrante sonriendo de lado, el pelirrojo lo imitó torpemente.— Venga, vamos a limpiarte.

﹝•••﹞

—¿Cómo está?

—Me siento como si fuera un padre.— Contestó a la pregunta MinGi, manteniéndose en la cocina a la vez que preparaba cualquier cosa que no fueran cereales para el mayor. Había comprendido que desde un principio, al ángel no había sido fan de aquellos copitos azucarados que a él tanto le encantaban.

—Preguntaba por el ángel, no por ti.— Aclaró Jongho haciendo que el azabache con quien estaba hablando por la otra línea chasqueara a su lengua.

—Está bien...— Pronunció MinGi asomándose por la puerta de la cocina para echar un vistazo al mayor, quien se encontraba demasiado ocupado rascando y con ello, deshaciendo una de las velas apagadas que decoraban la pequeña sala del azabache. Las gotitas de agua aún caían por su cabello, empapando la camisa que le había puesto el menor.

𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora