Ep.16: 早上好

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Dormía plácidamente, la camisa de tiras sobre sus hombros bronceados con levedad y sus pequeños ojos cerrados, su pecho desplazándose de arriba a abajo en un suave vaivén. La luz y las sombras jugaban cual pequeños niños, pues la ventana de la pequeña habitación se encontraba entreabierta, tomando por consecuencia que algunos rayos de sol se posaran sobre la tez del menor, moviéndose de vez en cuando. La brisa liviana balanceaba las cortinas.

Hongjoong no se decidía a qué estar más pendiente; si al pequeño televisor, o a la hermosa imagen que tenía de un Mingi siendo aún acogido por los brazos de morfeo.

Le llamaba la atención sus rasgos, él en general, la forma de su rostro era impecable, pero no podía evitar pensar que sus facciones duras eran realmente llamativas; su mandíbula marcada, su nariz afilada, sus labios gruesos, atractivos, y sus ojos pequeños. Incluso su profunda voz.

Habían similitudes, pero no era algo común de ver en el cielo, donde todo era más delicado, no habían ángeles con rasgos tan 'masculinos' por lo que desde un principio, Mingi le había resultado en extremo, alguien curioso.

Precioso en pocas palabras.

Las voces de los protagonistas de aquella serie que ni siquiera conocía resonaban bajas por el cuarto, haciendo de fondo en los pensamientos del ángel, sentado en el borde de la cama en la cual había dormido con el azabache. Llevaban una semana durmiendo juntos y Hongjoong podía asegurar que dormir con el humano era mil veces mejor que hacerlo a solas.

Exceptuando claro, cuando le pateaba sin querer durmiendo, pero de igual forma estaba bien; a veces lo despertaba y le pedía disculpas. en esos momentos Hongjoong exigía abrazos, y cuando Mingi se los negaba hacía el amago de dormir en el suelo.

Y entonces los conseguía, eso era sin duda, lo mejor.

Hongjoong, cansado de no hacer absolutamente nada más que quedarse mirando fijo a un punto para pensar en cosas completamente irrelevantes, se sentó de rodillas sobre el colchón, casi teniendo que agarrarse a la sábana para no caer al suelo. Gateó hacia Mingi.

Su curiosidad se alzaba veleidosa, el insaciable capricho de apreciarlo más de cerca estaba haciéndose presente en su interior. Sus diminutas manos se colocaron a los lados de su torso, tratando de no tocarlo, de no hacerlo despertar.

Mingi permanecía dormido, con los labios entreabiertos por donde salían suaves respiraciones, el ángel sonreía como un completo idiota sin saber por qué. Eran extrañas las emociones que se acumulaban.

—MinGi bonito.

Murmuró, haciendo el amago de apartar unas pocas hebras negras que resbalaban por su rostro, despeinado, y aún así conservando un cierto encanto mañanero.

Las pestañas comenzaron a aletear, similar a las alas de una mariposa a punto de emprender el vuelo. El humano tardó un poco en enfocar su vista, en comprender todo lo que estana pasando.

Pestañeó un par de veces, sintiéndose desubicado al tener a Hongjoong casi sobre su cuerpo, sin tocarlo.

—Buenos días.— murmuró, su voz levemente rasposa a la par que confusa. Hongjoong rió.

—Buenos días, Mingi bonito.

Mingi frunció el ceño.

—No me llames así.

Los labios de Hongjoong sobresalieron levemente.

—¿Está mal?— preguntó apenado. Mingi negó.

—No, solo es... Es raro.— terminó murmurando, agarrando con una mano al ángel por la cintura. Sus alas caían a los lados, cubriéndolo del sol por completo. No lo apartó.

𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora