Ep. 14: 老朋友

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—Eres precioso.

—Gracias.— Murmuró el ángel aún sentado sobre la encimera de la cocina, sin camiseta ni nada que cubriera sus alas, las cuales extensas, llegaban hasta el suelo de cerezo.

Los largos dedos del contrario se paseaban superficialmente por las blancas plumas, siendo capaz de notar cómo en ciertas partes carecían de estas. Eso no podía ser nada bueno, pero decidió pasarlo por alto.

No quería incomodar a su invitado.

Apreciaba la suavidad y el pulcro blanco, las finísimas hebras casi parecían poder deshacerse entre sus yemas. Contenía la respiración, admirándolas, con el corazón latiendo potentemente contra su pecho, sin poder creer lo que estaba viendo, tocando, haciendo presencia.

Era un ángel, un ángel real.

—¿Sabes hablar?

Hongjoong hizo un pequeño gesto con sus dedos, casi uniendo el índice y el pulgar, como MinGi le había enseñado.

—Pequeño.

—Entiende.— MinGi habló, apoyado contra el marco de la puerta de la cocina, observando cómo YunHo alucinaba con las extensiones del celestial.— Puedes hablarle sin pena, él va a intentar comprender lo que dices. Otra cosa es que pueda contestar.

—Oh ¿Aún no domina el lenguaje?— El azabache negó, tratando de evitar la mirada del pelirrojo sobre él, sintiéndose inquieto.— ¿Cuánto tiempo lleva aquí?

Chasqueó su lengua, pensativo ante la pregunta.

—No lo sé.— Contestó, segundos después.— Lo encontramos en un sótano hace dos meses y... solo sabemos eso.

—Oh.— Repitió, volviendo a dirigir su vista de nuevo hacia Hongjoong, quien atento los observaba.— Realmente le has enseñado mucho. Te felicito.

MinGi sonrió, enseñando su dentadura blanquecina.

—No es todo cosa mía. San le puso muchos dramas, supongo que la mayoría del vocabulario lo aprendió de ellos.

YunHo contuvo una sonrisa, algunos recuerdos invadieron su mente, haciéndolo sentir nostálgico de manera fugaz. Todo eso se interrumpió en cuanto MinGi volvió a abrir la boca.

—¿Puedo inspeccionar tu casa?

—Por supuesto. Durante este tiempo considérala tuya también.— El azabache le volvió a sonreír, murmurando un "Gracias" sin necesidad de vocalizar. YunHo le caía bien.— Hay dos habitaciones en la planta de arriba, una para cada uno. No sabía si lo que decía YeoSang de que erais novios iba en serio o no.

—No lo somos.— Dijo MinGi, tratando de quitarle importancia pero con un carmín recorriendo su rostro.

YunHo no evitó una pequeña risa.

—Te creo. Ve a inspeccionar las habitaciones.

MinGi caminó haciendo resonar sus pasos hasta el segundo piso, buscando el lugar que el alto le había indicado, alejándose cada vez más hasta que las pisadas se convirtieron en aire. El silencio reinó la cocina.

Entonces YunHo, acarició con suavidad el cabello del ángel. Parte de su seriedad hizo acto de presencia. El pelirrojo sólo quería relajarse ante sus toques.

—¿Me recuerdas?

HongJoong alzó su vista, ya esperándose esa pregunta por parte del contrario. Tragaba saliva, aferrando las palmas de sus manos al borde de la encimera.

—Sí.— Susurró, el humano suspiró aliviado, juntando sus frentes, notando la respiración ajena cerca de su rostro y su mirada sobre él. Se tomó la libertad de llevar una de sus manos hacia su sonrosada mejilla, acariciándola, haciendo de ese un íntimo momento. El ángel cerró sus ojos.
Ambos lo entendían.

𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora