Ep.17: 邀请

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—Eres un idiota.

—¿Por qué eso ahora?

—Si hubiera un nobel al idiota del año estarías nominado.

—Dios, pero qué hice.

—¡Cuando hable por teléfono no me hagas reír!— Exclamó YeoSang poniéndose los pantalones.— Debo ser profesional y tú no me dejas.

—Aish, al fin admites que te hago gracia.— Murmuró encantado el ajeno, volviendo a cubrirse con las finas sábanas blancas.

El rubio tiró de estas, dejándolo en ropa interior y expuesto a la fría brisa que entraba sin permiso por el ventanal. El morocho se encogió.

—Lo triste es que no lo haces adrede, cariño.

El menor frunció el ceño, tardando en entender.

—Eres malo.

—Y tú un ingenuo.

Suspiró ruidosamente, golpeando el colchón con la palma de su mano reiteradas veces antes de hacer un mohín con su labio inferior hacia YeoSang, quien lo observó con una ceja alzada.

—Acuéstate conmigo.

—Son más de las doce, JongHo.

—¿Tienes algo mejor que hacer?— Preguntó, a lo que el brujo no fue capaz de responder.— Déjame darte mimos.

—Iugh, eso es cursi.— Dijo tratando de mantener su fachada de chico duro aún no estando descontento con la idea.— YunHo y San vienen en un rato, y deberías de irte antes de que te vean.— Musitó pensativo, mordiendo su labio a la par que observaba el pasillo de su pequeño hogar.

—Para eso aún falta un rato, además ¿Qué más da que me vean?

YeoSang volteó su cuerpo, haciendo el amago de mirarle con su ceño fruncido.

—¿Cómo que "qué más da", Jongho?— Preguntó con cierta hostilidad, a lo que la inseguridad del menor pareció responder.

—Tú... Ah... ¿Te da vergüenza que te vean conmigo?

—Claro que no.— Negó el brujo de inmediato, percatándose de sus palabras y del tono utilizado.— No quiero perder profesionalidad porque YunHo y San te conocen, solo es eso.

Jongho sonrió interiormente, convencido con la respuesta, aún aprovechando la luz natural para apreciar el cuerpo de YeoSang.

Llevaba sus pantalones, anchos y de terciopelo turquesa oscuro, curioso para un hombre, más alentadora para su figura. El cabello rubio caía desaliñado por su frente, dándole un toque desarreglado a la par que sensual ante sus ojos. Su torso paliducho estaba completamente expuesto, al menos todavía, siendo este plano, un tanto marcado. Una tableta de chocolate blanco, pero al contrario que este, YeoSang estaba bueno.

JongHo agarró su mano, arrastrándose un poco sobre el colchón para hacerle ojitos.

YeoSang lo miró.

—¿Qué?

—Por fa.— Insistió, haciendo un puchero, sacando a la luz su inusual actitud infantil.

Yeosang le gustaba porque sacaba su lado afectuoso, solo hacía falta mirarlo como para querer darle mimos. Pero este no parecía recíproco a recibirlos.

Por eso le alegraron tanto sus palabras.

—Agh, está bien.— Murmuró volviendo a tirar la camisa que había recogido del suelo en a saber qué momento, para acostarse nuevamente junto al menor.

𝐒𝐄𝐃 || MinJoong [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora