Park Dark Ho, el Ceo mas reconocido de Corea del Sur tiene un odio extremo hacía los gays y cada Sábado organiza una reunión para hablar de lo muy hombre que es su hijo Park Jimin.
Pero lo que este no sabe es que uno de sus socios, el hombre al que...
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Dos semanas habían pasado desde la "reconciliación" de Jimin y Yoongi y se podía decir que las cosas iban mejorando poco a poco, aunque el peli rosa aún se hacía de rogar a Yoongi no le importaba con tal de tener a su ángel cerca. El menor le había comentado todo lo sucedido a Taehyung quien no dudó en reprocharle el haber perdonado prontamente al pelinegro.
—Hubieras dejado que sufra más, se lo merecía —dijo el castaño y Jimin soltó un bufido.
—Tenía pensado hacerlo, pero simplemente cuando me besó no pude evitar doblegarme y entregarle todo de mi simplemente es imposible resistirse a Min Yoongi y más cuando me toca yo solamente quiero pegarme más a él y que me devore por completo y, por la mierda que de verdad quería hacerlo sufrir, pero mi deseo ganó ante mi resentimiento —suspiró resignado.
—Solamente te digo que si el vuelve a comportarse como un hijo de puta polla caliente lo mandas a la mierda y no lo vuelves a ver —demandó Taehyung.
—Tranquilo Taehyung, si algo como eso vuelve a repetirse juro que jamás volveré a caer ante él, yo solo perdono una y ésta es la última oportunidad de Yoongi
—Esa actitud es la que me gusta —sonrió en grande y se colgó de los hombros de su amigo, pero al ver a pasar a su otro mejor amigo su sonrisa decayó recordando todo lo había pasado aquel día.
—Aun no aclaran las cosas ¿verdad? —cuestiono el peli rosa observando el semblante decaído de su amigo.
—No....aquella vez yo fui a su casa y Jungkook me mandó a la mierda solamente le faltó decirme de que me iba a morir —suspiró desganado —Yo de verdad quiero arreglar las cosas con Taemin, pero siempre que voy a su casa Jungkook me cierra la puerta en la cara y no tengo más opción que marcharme.
—De verdad lo siento amigo, pero debes solucionarlo, sé que tú puedes hacerlo y creo que la mejor manera de hacerlo es primeramente disculpándote con Jeon, porque él es la puerta clave para el perdón de Taemin —musitó dándole ánimos a su amigo.
—Tienes razón, pero como están las cosas con el dudo que quiera hablarme o siquiera verme —su pecho dolió ante lo dicho, pero se limitó a ignorar aquel sentimiento —Yo de verdad fui un gilipollas.
—Pues si amigo, pero lo vas a solucionar —sonrió el menor achinando sus ojos —Aunque por lo que he visto Jeon no ha aparecido en toda la mañana y es raro porque compartimos tres clases con él.
