Capitulo 24

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Susan estaba convencida, las mujeres narnianas definitivamente eran sus favoritas. Las ex telmarinas por otro lado ... Despues de horas de discutir, habian acordado que lo único que debían hacer por el momento era enfocar su energía en el pueblo narniano. Llorar a los muertos con dignidad, reconfortar y atender a su pueblo y, lo mas importante, reforzar la seguridad al castillo. Aunque, claro esta, no la dejaron salir sin el visto bueno del doctor Cornellius, quien abochornado, regreso a la habitación.
La mayoría de los narnianos estaba algo machucados, habian montado un improvisado campamento en el gran salón y, otras alas del castillo. Varios habian insistido en permanecer en los jardines, pero los vientos helados los congelarían hasta la muerte.
Caspian le habia sugerido pasar desapercibida hasta que todo el caos se calme, pero aun así, los vestidos seguían siendo demasiado ajustados para su gusto, así que habia asaltado su ropero sin miramientos. Al diablo con la etiqueta, de una forma u otra la mirarían, ya podría imaginar los encabezados en su mente "Reina promiscua e indecorosa, pasea por el castillo vestida de hombre y, con un niño de padre a definir" ... Realmente maravilloso. En fin, si la gente la usaba para canalizar su dolor, podría comprenderlo, por lo que no se sorprendió con los cuchicheos de las ex mujeres telmarinas mientras ayudaba a los sirvientes a repartir mantas y provisiones. Las mujeres narnianas, si bien podrían pensarlo, eran mas sutiles.
Ella sabia la verdad, por lo que sus acciones, no podrían afectarla ¿O si? Madam Rosmerta la observaba de vez en cuando con su mirada fria y acusadora, mientras coordinaba a las muchachas.
Edmund la abrazo por detras, enterrando su cabeza en su hombro. Podía notar la tensión en su cuerpo, sabia que todo aquello le afectaba mas que a ninguno de los cuatro. Sabia que su hermano estaba aterrado.
-Estoy aqui- le susurro acariciando sus cabellos. Todos daban por sentado que eran leyendas imponentes, sin embargo, Lucy y Edmund seguían siendo niños. Ella con sus 14 años y, Ed con sus 16, ella y Peter se habian prometido protegerlos para que pudieran disfrutar de su niñez el mayor tiempo posible.
-¿Puedo quedarme contigo esta noche?- murmuro solo para ella. La muchacha sonrió enternecida, habia pasado un tiempo desde que su hermanito le habia pedido aquello.
-Claro que puedes- respondió en el mismo tono- sabes que adoro nuestras piyamadas.
-Gracias- murmuro finalmente, para luego besar su hombro y, desaparecer por uno de los múltiples corredores del castillo.
___
Caspian y Peter, llevaban una hora sentados, escuchando los gritos de los señores del consejo. Ninguno parecía recordar que entre ellos habian dos reyes de Narnia, ni que habian sido atacados, toda su atencion estaba en la reina benévola.
-¡Silencio!- grito Caspian ya saturado, golpeando la mesa, haciéndose oír sobre sus voces- Parecen olvidar mis señores, quien es realmente el rey de Narnia aqui. Quiero que piensen realmente si quieren ser parte de este consejo, Narnia ha sido atacada y, a vosotros solo parecen interesarles mis actividades con la reina Susan ¿Acaso no era lo que vosotros tanto queríais? ¿Un heredero al trono?
-Ese bastardo suyo jamás sera heredero de Narnia- inquirió Lord Creight- ¡La muchacha es una promiscua! ¡Seguramente se ha arrojado a la cama de mas de uno! ¡Usted es solo una victima mas de esa joven ....
El hombre no pudo continuar, porque justo cuando estaba por pronunciar su siguiente palabra, el puño del gran rey Peter se estampo contra su rostro.
-Jamás- exclamo en un tono bajo y amenazante, mientras el hombre intentaba incorporarse con su nariz sangrante- ose hablar así nuevamente de mi hermana, porque os juro que lo perseguire hasta el séptimo infierno y, lo desollare vivo. Atacar a un miembro de la realeza, se considera un acto de traición, téngalo en cuenta, mi lord- soltó con desdén.
-Y ese bebe al que acabas de insultar- prosiguió furioso Caspian- es el niño por el que tanto han reclamado. Puede que aqui hayan pasado dos años, pero ellos solo han estado fuera por tres meses, has tu mismo las cuentas.
El silencio que siguió a su declaración fue ensordecedor, tanto narnianos como antiguos telmarinos los miraban sin habla.
-Al atardecer habrá una reunión sobre las estrategias de guerra que emplearemos contra nuestro enemigo, espero en mi escritorio cualquier tipo de renuncia que quieran impartir.
___
-Pues eso he oído querida- exclamo la voz de una señora sus espaldas- nuestra reina es una mujerzuela, se ha encamado con tantos hombres que ya no tiene idea de quien es el niño ... y nuestro pobre e ingenuo rey lo ha acunado como suyo.
-No no-exclamo otra- yo he oído que a sido producto de una violación y, el rey no a querido dejarla sola
-Ambas se equivocan- exclamo una tercera- a mi me han dicho que es fruto de un ritual de magia negra y ...
Sin aire y, con el pecho oprimido, la muchacha se encamino a paso apresurado hacia la cocina, todos estaban distraídos, por lo que nadie se percataría de su salida por la puerta trasera. Las lagrimas nublaban sus ojos, cuando se dejo caer contra la pared exterior. Sus manos taparon rápidamente su boca, cubriendo su llanto desconsolado.
-¡Majestad!- exclamo una voz despues de lo que parecieron horas -¡Por Aslan! ¿Se encuentra usted bien?
-Isabella- respondió incorporándose rápidamente-lo siento, no te habia escuchado ... yo, si si, estoy bien. Solo, necesitaba un poco de espacio.
Ambas muchachas se miraron en silencio.
-Entiendo alteza, lamento interrumpir, cumplía un recado del doctor Cornellius- Dijo enseñándole un puñado de hierbas recién cortadas- Me retiro, con su permiso
Susan la vio caminar hacia la puerta antes de voltearse y, contemplar el bosque mientras algunas lagrimas traicioneras seguían llegando. Isabella pareció arrepentirse a ultimo momento y volvió a hablar.
-¿Mi reina? ... lamento si soy atrevida pero, no debería escuchar a esas personas. Usted es una mujer excepcional, quiero al rey Caspian como mi hermano y, nunca lo habia visto tan feliz como cuando esta junto a vosotros. Usted es la mejor reina que he conocido, junto a vuestra hermana claro esta, no deje que un par de mujeres envidiosas la hagan llorar, un bebe es algo maravilloso excelencia.
-Solo llámame Susan-Respondio la joven perdida en sus pensamientos- y gracias Isabella. Yo ... lamento haberos tratado tan cruelmente, mis hormonas han estado algo alborotadas últimamente.
-Descuide mi reina, perdón, Susan ... estoy segura de que todo se arreglara y, si en algún momento necesita hablar con alguien, no dude de que cuenta con mi apoyo.
La reina asintió y, su acompañante se retiro. Ambas muchachas dieron un paso en la dirección correcta.
Cuando su llanto menguo, la joven reina volvió a entrar al castillo. Sus músculos doloridos clamaban descanso y, sus golpes se podían apreciar mas claramente con la palidez de su rostro helado. Sin percatarse, choco contra una masa de carne bastante dura perdiendo el equilibrio, aun así, dos fuertes brazos que conocía a la perfecciona, la atraparon antes de caer.
-Bueno, hola a ti también- exclamo su rey con media sonrisa, olvidando toda la ira y frustración de las ultimas horas con solo tenerla a su lado- ¿Como esta la novia mas hermosa de Narnia?
Cuando la muchacha levanto la mirada, sus ojos rojos y acuosos lo contemplaron.
-¿Esta todo bien cariño?-inquirió acariciando suavemente su mejilla. Susan negó tristemente con la cabeza y se aferro a su cuello, enterrando su rostro en su musculoso pecho. El joven rey, no dudo en envolverla con sus brazos besando su cabeza. No habia necesidad de palabras.
Ambos regresaron al salón tomados de la mano, reconfortándose con la presencia del otro.
-Debo terminar unos recados- informo el muchacho cuando casi estaban en la puerta- pero, tratare de buscarte para el almuerzo, solo tu y yo ¿Vale?
Susan sonrió, levantándose en puntitas de pie para besar su mejilla. Estaba agotada, faltaban dos horas para el medio día y, parecía que habia pasado una semana
-Lo esperare con ansían mi rey- susurro jugando con su cabello- pero, no me negaría a una mini siesta contigo tampoco.
El muchacho rio besándola levemente - Lo tendré en cuenta hermosa, ¡Ten! ¡Quédate con mi abrigo, esta empezando a hacer bastante frio por aqui!- respondió cubriendo sus hombros con el gran saco que le sobrepasaba las rodillas - Y, no permitas que nadie te lastime ¿De acuerdo?
Con un fugaz beso a su mejilla, el rey se despidió, dejándola sola ante sus obligaciones. Cuadrando los hombros y, con una sonrisa tranquila, volvió al salón.
Lo primero que llamo su atencion, fue un grupo de niños molestando a una pequeña niña de tal vez 4 o 5 años. Nadie parecía reparar en aquello, o no les interesaba lo suficiente. Con el ceño fruncido, se acerco rápidamente a ellos.
-Mira esa ropa- exclamo una niña riendo.
-¿La ropa? - dijo otro- fíjate en su rostro ¡Es horrible!
Los comentarios iban y venían entre los niños. La pequeña en el centro, parecía la menor de todos, tenia el cabello rubio sucio y enredado, con un vestido lila andrajoso y manchado.
- ¿Es divertido muchachos?- exclamo tranquilamente parándose a sus espaldas- ¿Meterse con una niña mas pequeña que ustedes?
El grupito de diez niños cayo rápidamente, mientras la veían con terror. Los padres, ahora atentos, la miraban con el ceño fruncido.
-No quiero volver a enterarme de que están maltratando a cualquier otro niño, ¿Entendido?
Los jóvenes asintieron y, salieron disparados mas rápido de lo que dispararía una flecha. Susan se agacho en el suelo, junto a la niña que tenia enterrada la cabeza entre sus rodillas.
-¿Estas bien, nena? - susurro tocando suavemente sus hombros - Esos niños no volverán a molestarte, te lo prometo.
La muchacha simplemente asintió, sin sacar su cabeza de sus piernas.
-¿Quieren que busquemos a tu mama?
- No tengo mama o papa - susurro- estoy sola.
La reina apretó los labios, apenada por la pobre criatura. La guerra rompía demasiadas familias.
-¿Tienes algún nombre bonita? - volvió a preguntar acariciando su cabello para que se tranquilizara.
-Emily- respondió suavemente.
-Bueno Em, mi nombre es Susan ¿Te gustaría ir a tomar un chocolate caliente conmigo?
La niña levanto lentamente la mirada, contemplándola boquiabierta con sus inmensos ojos verdes.
-Usted ... usted es...-tartamudeo asustada.
-Una chica- la ayudo con una sonrisa, dando un toque cariñoso en su nariz- solo soy una chica, igual que tu.
- Yo ... usted ... majestad ...
-Esta bien cariño- continuo riendo - no muerdo
-Eres la Reina Susan
-Así es, pero es solo un titulo ¿Vale?
La niña asintió insegura mientras tomaba la mano de la joven para pararse. Susan se percato de que no llevaba zapatos.
-Tienes frio ¿No nena?- cuestiono con dulzura- ¡Ven, sujétate de mis brazos! ¡ Yo te llevare!
Con sumo cuidado, tomo a la niña en brazos, apoyándola en su cintura. La pequeña, recostó cómodamente su cabeza en su pecho mientras se llevaba un dedo a la boca.
-¿Ann? - cuestiono a la centaura que pasaba por alli - ¿Podridas preparar un chocolate caliente y algo de comida para esta damita aqui?
-Claro su majestad- respondió con una reverencia la cocinera
Susan entro a su cuarto, sobre un brazo cargaba a la niña y con el otro, algo de ropa pequeña que habia encontrado en el viejo cajón de Lucy.
-¿Te gustaría darte un baño? - la niña asintió, mientras la reina la ayudaba a lavarse y calentar sus huesos helados. Con ternura desenredo, seco y trenzo su cabello, mientras la pequeña parloteaba de temas triviales. Cuando termino, sabia que la pequeña tenia cuatro años, sus padres habian fallecido tras el incendio y, no le quedaba mas familia. La vistió con un vestido azul, zapatos y un abrigo blanco para resguardarla del frio. Era una niña radiante y, llena de vida cuando entraba en confianza, con una vida muy cruda para su corta edad. La joven se pregunto cuantos niños habian quedado sin padres a causa de las guerras, cuándo padres habian perdido a sus hijos, cuantas vidas habian quedado en el olvido.
Estirando sus brazos nuevamente hacia ella, ambas bajaron al gran comedor para el almuerzo. Varios la miraban con ternura y respeto, mientras otros con antipatía.
-¡Pero que tenemos aqui!- inquirió el rey justo cuando llego a su lado - ¿Quien eres tu  pequeña damita?
Tanto sus hermanos como Caspian giraron sus ojos hacia ella. La niña, cohibida, enterró su rostro en su cuello.
La joven sonrió, acariciando su cabello - Esta preciosura, es Emily. Unos niños la estaban molestando en la mañana. Linda, ellos son mis hermanos y Caspian ¿Te gustaría conocerlos?
Tímidamente los miro de reojo, saludándolos temerosamente con una de sus manitos.
La joven se sentó junto a Caspian, mientras dejaba a Emily en su regazo.
-Toda su familia ha fallecido- le susurro al rey sin que la pequeña lo notara. El muchacho asintió con tristeza mientras besaba su mejilla.
- ¿Que te gustaría comer Emily? -Inquirió su hermano mayor con una sonrisa.
Resulta que Emily se enamoro de Peter. La pequeña estaba fascinada con el rey magnifico, al punto que abandono sus brazos por los de su hermano mayor. Oportunidad que nuestros enamorados aprovecharon para escabullirse sin ser notados, mientras la niña jugaba con el e Isabella.
Caspian la arrastro por fila tras fila de conocidos corredores, hasta toparse con un ala del castillo totalmente nueva para ella. Sin darle tiempo a pensar, la tomo el brazos y abrió la puerta a una torre de interminables escaleras.
-¡Caspian!- chillo ella sorprendida mientras el la silenciaba. En sus labios jugaba una sonrisa picara y juguetona.
-No hagas ruido cariño- murmuro contra su oreja- no queremos que nos descubran.
La muchacha asintió, decidida a seguirle el jugo. Aquel hombre podría pedirle que se lance de un acantilado y, ella felizmente lo haría. Cómodamente, se recostó sobre su pecho y, disfruto del rítmico latido de su corazón.
Escucho el ruido de una llave y cuando abrió los ojos, estaban en medio de una biblioteca , Caspian siguió de largo y la llevo a un balcón decorado con rosas rojas y jazmines. Era el balcón mas grande que habia visto, con bancos de mármol, un telescopio y una pequeña fuente de agua cristalina. En el centro, se hallaba colocada una manta de picnic con una cesta de bocadillos. Todo Narnia se podía contemplar desde alli.
-¿Que es este lugar? -inquirió cuando sus pies tocaron el piso - Cas, yo ...
Susan se quedo de piedra, las palabras silenciadas en sus labios. Detras de ella, Caspian se habia arrodillado.
-Mi reina, mi amor, mi vida ... hace unas horas, cuando casi os pierdo mi vida casi termina. Vosotros sois lo mas mágico y único con lo que me he topado en la vida .
Verte sufrir, lastimada o en peligro me destroza el alma, se que podemos vivir separados, pero una vida sin ti se trata solo de sobrevivir día a día en un mundo gris. Una vida sin ti, no es vida.
Te amo como jamás podre amar a nadie, eres lo que da vida a mi alma y, solo quiero despertarme a tu lado cada día del resto de mi existencia. Quiero verte reír a cada segundo, quiero formar una gran familia y envejecer a tu lado ... Así que, creo que solo quiero decir, como un simple hombre a tus pies ... ¿Te casarías conmigo?
La muchacha entre lagrimas se arrojo a sus brazos mientras el joven reía -¿Eso es un si?
-Si, si y mil veces si- respondió con lagrimas de felicidad besando todo su rostro- estas completamente loco Caspian, con todo lo que esta pasando y tu...
-Yo te amo- respondió besando su nariz- Te amo y no podría perdonarme desperdiciar un solo segundo a tu lado.
La muchacha lo beso, cayendo en la manta. Su mente estaba aturdida, solo podía pensar en la agradable sensación de su boca con la suya. El joven rey, fue bajando los besos por todo se cuello, mientras su futura esposa tironeaba de su camisa. "Dios" penso al acariciar su torso desnudo "esta mucho mas sexy de lo que recordaba"
No supo como lograron deshacerse de la ropa, de pronto, incluso hasta la holgada ropa de su novio la molestaba. Caspian estaba sobre ella, con cuidado de no aplastarla ni presionar sus heridas, besando con ternura sus pechos, mientras con otra de sus manos acariciaba su cuerpo.
-Cas ... la puerta ...- suspiro entre gemidos.
-Tranquila- respondió sin interrumpir su tarea- realmente nadie viene aqui, es mi biblioteca privada.
Con un gemido de satisfacción, la joven rodeo su cintura con sus piernas y se coloco sobre el. El muchacho sorprendido intento sujetar su cadera, pero en un rápido movimiento lo obligo a llevar sus brazos sobre su cabeza. Beso cada parte de su pecho, mordisqueando aqui y allá, podía sentir la reacción de su cuerpo debajo de ella. Con una sonrisa picara, beso sus labios antes de cambiar su atencion a su palpitante erección y, sin que el rey lo pudiera prever, lo introduzco rápidamente en su boca. Caspian jadeo como nunca antes, mientras sus ojos se abrían como platos. Esa muchacha ...
El rey sentía que podría morir alli mismo, por lo cual, tomándola de los hombros, la coloco encima suyo y, la penetro de un solo movimiento. Ambos gimieron de placer y, dejaron sus cuerpos llevar rítmicamente embestida tras embestida hasta alcanzar un placentero y liberador orgasmo.
- Eso a sido- murmuro el muchacho mientras su reina yacía sobre su pecho- ¡Wow! Yo solo ... ¡Wow!
La joven rio besando dulcemente su pecho, mientras sentía sus manos recorrer su cabello.
-Te amo- susurro antes de caer rendida en los brazos de Morfeo - mi hermoso prometido.
Caspian despertó tiempo despues, por las heladas ráfagas de aire que azotaban su cuerpo, Susan dormía profundamente acurrucada sobre su pecho. El muchacho la sacudió suavemente sin abrir los ojos, hacia demasiado frio para estar alli afuera.
-Es hora de despertar cariño
La muchacha murmuro algo que no alcanzo a oír y se sentó frotándose los ojos.
-¡Caspian!- exclamo sobresaltada parándose junto al balcón. El muchacho rápidamente se levanto parándose a su lado, ambos contemplaban el horizonte, con el corazón lleno de pesar.
Estaba nevando.

Las Crónicas de Narnia: MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora