Capitulo 37

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¡Hola bellezas! ¿Como están mis aventureros y aventureras? Perdónenme por tenerlos algo abandonados, tuve unas semanas complicadas.
Quiero aclarar un par de cosas, pero antes, les mando a todos un abrazo gigante desde mi pedacito del mundo, espero que todos estén sobrellevando esta cuarentena global de la mejor manera ... sean fuertes, sean valientes ... resistan ❤
Con respecto a la historia, quería aclarar el tema de las edades porque creo que s algo confuso hasta para mi:
Caspian - 21
Peter - 19
Susan - 17
Edmund- 15
Lucy- 13
Isabella- 18
Mathew - 15
Emily- 4

También quiero comentarles, que mi nuevo amigo @intentodeescritor77 historiasdenarnia empezó una nueva historia de Narnia, por si quieren pasarse por su perfil a mirar. Apoyemosnos entre godos en el camino de la lectura y, escritura.

¡Disfruten la lectura!¡Besos!
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El castillo por adentro, era incluso mas alto que afuera. Lucy se sentía minúscula, caminando detras de su hermana mayor.
-Susan ... - penso, confiando sus pensamientos a la pulsera- Su ¿Como saldremos de aquí?
-Todo estará bien cariño, tranquila- sintió la voz de su hermana como un susurro, una caricia en la cabeza.
-Majestades- dijo una voz con ironía, retumbando en las paredes- ¿Que trae a dos antiguas reinas de Narnia por aquí?
-Buenas tardes mi rey- respondió su hermana con una leve inclinación. Lucy se sentía celosa, todo en su hermana era perfecto, desde su forma de caminar y actuar, a el timbre melodioso que tenían cada una de sus palabras, como si fuera el canto de un ángel que te era imposible ignorar. Susan era hipnotizarte y, con una belleza tan arrasadora que opacaría a cualquier persona a su alrededor.
Lucy por otro lado era demasiado despistada, amaba correr por todos lados por lo cual su cabello nunca estaba peinado. Era aventurera e inquieta, su hermano mayor le decía con cariño, que no podría mantenerse tranquila por mas que su vida dependiera de aquello. La niña era como el fuego, crepitante e incontrolable mientras que su hermana tenia la calma y la belleza del agua, con la fuerza arrasadora del océano.
-Lamentamos haber llegado sin aviso, pero hay un tema de suma importancia que debo comentar con su gracia. La bruja Blanca esta en ascenso, como ya sabrán y, mantiene cautivo al gran león, Aslan.
-¿Se supone que eso representa algo para mi, reina Susan?- vocifero el gigante con una carcajada, destrozando con sus dientes lo que parecía una pierna de caballo.
-Aslan es quien mantiene el equilibro de este mundo mi señor-se adelanto la niña- Jadis, no solo nos volverá a traer el invierno eterno, sino que arrasara con todo lo que esta a su alrededor.
-Lo que mi hermana quiere decir- continuo Susan- es que este es un tema que nos compete a todos. Si no nos unimos, si no ofrecemos resistencia, ya no habrá un mundo en el que vivir cuando esto termine ... su gente conoce la historia, el folclore de que sucedió hace 1400 años atrás. Fue una época destructiva, se lo puedo asegurar, Jadis iba regando a su paso esculturas de hielo de todo aquel que estaba en su contra. Vidas de tenidas, encapsuladas en el tiempo en un sueño sin fin. Aslan mismo no pudo hacerle frente por mas de 100 años, ¿Que creen que pasara con todos nosotros cuando llegue a la cima de su poder? ¿Cree usted majestad que seguirá usted teniendo autonomía en su reino cuando todo esto termine?
- La lección de historia es muy interesante querida, pero le repito, ¿Que es lo que pretende usted de mi?
- Se que tienen el cetro de Lucifer- proclamo su hermana con decisión, mientras la niña veía las facciones del gigante endurecerse. Susan estaba pisando por un camino delicado-y que Jadis lo esta canalizando para mantener cautivo a Aslan. No los culpo, ni les reprocho nada, estoy aqui para ofrecerles una alianza ¿Que futuro les espera de la mano de la bruja blanca? ¿Quieren realmente aquello para sus hijos? ... le ofrezco una alianza mi señor, encontrara que Narnia es una opción mucho mas rentable para el futuro que aquella mujer.
- Ustedes ya no tienen poder en Narnia mi señora, el rey Caspian es quien gobierna ahora y, dudo mucho que acepte una alianza con mi gente de buen agrado. Los humanos no aceptan lo que no entienden, he visto a su pueblo desechar a los narnianos como simples estorbos ¿Que nos garantiza una diferencia?
-En eso se equivoca majestad, Caspian es muy diferente a sus antepasados. Es un fiel defensor de la vida, aquel que logro unir narnianos y telmarinos bajo un nuevo mando. Él me escuchara, tienen mi palabra de que el rey Caspian respetara el acuerdo que aquí se estipule.
-¿Como puede estar tan segura?
-Porque conozco al hombre que amo- dijo al fin su hermana con simpleza, desabotonando su abrigo, dejando a la vista de todos su abultado abdomen- Conozco a mi prometido y, padre de mi hijo
-Así que es cierto ...- dijo el gigante lamiendo sus labios, como si tuviera enfrente una brillante y, roja manzana en la cual quisiera incar sus dientes - ¿Porque no entregarla a la bruja ahora mismo? ¿Que es lo que tiene usted para ofrecerme que no me allá dado ella ya?
-¿Usted es padre? - Afirmo su hermana con lagrimas en los ojos sin esperar su respuesta- Entonces sabe el amor que uno siente por sus hijos, imagínese que una profecía pende de la cabeza de alguno de ellos. Imagínese que una loca quiere beber cada gota de sangre de su niño, hasta dejarlo seco, como una cascara vacía. Jamás podría verlo crecer, escucharlo reír o jugar con el. No podría enseñarle las cosas de la vida, una parte de su alma siempre estaría irrevocablemente destrozada ...- su voz se quebró, mientras las lagrimas corrían sin cesar por su rostro. Jamás aparto la mirado, tomo aire una ultima vez y, continuo. Lucy vio como la reina, colocaba una mano sobre la pierna de su esposo y, la conversación silenciosa que tenían entre ambos en esos breves segundos.
-Les ofrezco libertad y, autonomía, las dos cosas que Jadis jamás podrá brindarles porque tengan por seguro que hagan lo que hagan, su vida dejara de ser suya en el mismo instante en que la bruja ponga sus manos sobre ella.
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Con los últimos rayos de sol, la comitiva del rey llego a las ruinas de Calormen. Peter se coloco la capa y, Caspian casi se atraganta con el agua al contemplarlo. Donde debería estar el rey, no habia absolutamente nada.
-¿Funciona? - inquirió la voz del rey magnifico de algún lugar a la derecha.
-Hombre- proclamo Mathew sin poder contenerse- te has vuelto invisible
El joven rio, como si fuera un susurro llevado por el viento, Caspian sintió que le palmeaba la espalda.
-Si en una hora no regresas, iremos por ti
-Vale- fue lo ultimo que escucharon.
Mientras Caspian y, la guardia daban de comer a los caballos, Peter se adentraba en las profundidades del castillo. Era hilarante ver como los seguidores de la bruja caminaban a su alrededor sin notarlo, aunque eso no seria de gran ayuda si se topaba con un lobo penso.
Antes de los previsto, el muchacho se encontraba en las mazmorras, Aslan estaba recostado sobre sus dos patas contemplándolo con sus grandes ojos dorados. Una chica estaba sentada a su lado, aferrada a su melena.
-Es bueno verte mi rey- exclamo el gran león con su profunda risa, mientras el muchacho se quitaba la capa-Permíteme presentarte a mi nueva amiga, Julliet. Querida, este increible muchacho, es Peter Pevensie.
La muchacha le tendió unas antiguas y, oxidadas llaves. Era un poco mayor que Lucy pero, no tanto como Edmund. Su cabello era increíblemente rubio, casi blanco. Lo miraba con temor, con sus grandes ojos violetas, el joven le dedico una sonrisa tranquilizadora. Si Aslan confiaba en ella, el también.
Con un sonido chirriante, la puerta se desbloqueo y, el león en todo su esplendor camino por la habitación.
- ¿Porque no te has liberado antes, si tenían la llave?
- Solo un hijo de Adan, tras desactivar el cetro, puede abrir esa puerta -respondió sin ahondar demasiado en el tema, dejando al muchacho con un millón de preguntas- Préstale tu capa a la niña, nadie puede saber hasta que estemos fuera que viene con nosotros. Rápido, ambos súbanse a mi lomo y, desenfunda tu espada querido Peter, la vamos a necesitar.
Aslan corrió por los corredores mientras, Peter atacaba a todo aquel que los quisiera frenar. Estaban casi en la puerta, cuando unas ciento cincuenta criaturas empezaron a correr desde el final del pasillo.
-Ahora querida- rugió el gran león mientras atravesaba la puerta. Peter la escucho murmurar unas palabras por lo bajo y, una gran avalancha de nieve bloqueo la salida por la que acababan de pasar minutos atrás. Aslan siguió corriendo, esquivando cada una de las flechas lanzadas desde los balcones. Un grito de batalla se escucho desde los adentros del castillo, mientras toda la estructura temblaba como una hoja ante la ira de la bruja.
-Creo que hemos logrado enfadar a mi madre- chillo la niña aferrándose mas al león, Peter casi se cae de espaldas ante la realización de su identidad. Aslan giro su cabeza y, lo observo, el muchacho inclino levemente la cabeza. Jamás osaría desafiar las decisiones del supremo monarca, si esa chiquilla estaba allí era por algo.
Caspian y, el resto del grupo los esperaba afuera. Todos se inclinaron por respeto en cuanto los vieron aparecer. Peter bajo de su lomo y, le tendió una mano a la niña a quien contemplaron estupefactos, sin embargo, sabiamente no comentaron nada.
-Levantaos hijos míos, deben marcharse de aquí a toda prisa
-¿Que ha pasado allí adentro?- cuestiono Caspian, con el grito de la bruja aun resonando en su cabeza mientras Peter y Julliet subían al caballo.
-Peter te contara todo querido, yo debo encargarme de un asunto- el león los contemplo por una ultima vez antes de soplar en su dirección- Buen viaje, reyes de Narnia.
Antes de darse cuenta, una ráfaga de hojas los rodeo. Aslan les habia dado un aventón, Cair Paravel estaba a unas horas de marcha.
Caspian suspiro agradecido y, emprendió la marcha deseoso por tener a su novia nuevamente entre sus brazos.

Las Crónicas de Narnia: MarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora