I - Doméstico

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Los animales pueden domesticarse. Perros, caballos, burros, ovejas, aves... Incluso animales peligroso si están contigo desde muy jóvenes te obedecerán sin saber cómo llevarlo. Tener osos, águilas, cuervos; felinos grandes, o animales acuáticos.

Todos pueden domesticarse.

Hasta los dragones.

Jin no era precisamente el mejor de su aldea cuando joven. Si, hacia ejercicio y tenía muy buen aspecto, pero no resaltaba en otra cosa aparte de eso. Bien podrían decir que era un tanto enclenque, pero no hasta el grado de inutilidad. Incluso mató a un par de dragones en su momento.

Lo cierto, es que en cosa de un tiempo se hizo relevante, indispensable... ¡Por domesticar un dragón! Y para más inri ¡un Nightfury! Entrenar animales se le daba bastante bien, pero que de repente llegara en el lomo de esa bestia no trajo más que impresión e incredulidad de la gente de su aldea. Es algo que nadie creyó posible.

Un muchacho de unos dieciséis estaba montando en la abominación nacida del rayo y la muerte misma.

El líder de la aldea prácticamente echó cualquier posible plan de cacería, ataque... todo, abajo apenas escuchó la explicación de Jin. Vio semejante potencial en esta especie de proyecto que la codicia y ansia de poder lo pudo demasiado. Tener dragones bajo su mando haría que ningún otro pudiera superarlos.

A partir de ese momento se volvieron al única aldea que "domestica" dragones y hace otros negocios varios que los involucran. Todo supervisado por Jin -quién fue nombrado heredero y próximo en la línea de herencia aun cuando el líder tiene un hijo-, para que fuese bien.

Quiere el bienestar de su aldea, claro, pero si empezó con esto es porque no quiere que sean lastimados.

Los encuentra tan fascinantes que le daba una pena terrible... Al menos al inicio, también la sospecha de que su dragón lo escuchaba y entendía también trajo sospecha a su persona hasta que descubrió el secreto máximo.

Jungkook, su Nightfury, lo entiende a la perfección y de hecho, puede verse humano si quiere.

Es un secreto para todos que los dragones pueden hacer eso. Cambiar a una figura antropomórfica. Admite haberse desmayado del espanto la primera vez que sucedió. Sin embargo, ayudaba tanto a entenderse con él... a entenderlo todo.

Tanto que lo alivia no haberlo asesinado cuando lo encontró aplastado por unas rocas que el mismo hizo caer.

Pero shh... Jungkook no tiene que saber esos detalles. Son irrelevantes a día de hoy.

Son amigos y compañeros fieles, aunque eso no impediría que lo odia por dejarlo incapaz de volar.

Es feliz con Jungkook dependiendo de él para poder hacerlo.

Dependiente de las prótesis que lo permiten volar.

Cola y parte de su ala derecha.

Si, un egoísta de mierda.

—Por un momento llegué a creer que no volverías—dejó las prótesis en la enorme mesa de madera que hay en su hogar. Una casa solo suya y de Jungkook, por lo que no fue raro que este cambiara de forma apenas cerraran la puerta. Jungkook es más alto que él, más fornido...—. Pasaron muchos meses y nunca habías tardado tanto.

—Tuve un problema. Mientras buscaba dragones había mucha lluvia y me cayó un pequeño derrumbe. Namjoon... El Stormcutter gigante, me salvó de morir asfixiado. La cola se llenó de tierra, se rompió, no sé que le pasó y solo me estorbaba. —explica sentado con la imagen de ser un niño curioso por su postura.

Vår Verden || Book 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora