Bailando

42 0 0
                                    

"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

JULIO CORTÁZAR

El día que nos conocimos éramos unos inexpertos, bastante pequeños, yo un poco más grande que él debo decirlo, Alejandro tenía 19 años y yo 22. Aunque él no los aparentaba en realidad, se veía de mi edad, y yo siempre he tenido la suerte de verme menor.

¿Dónde nos conocimos? En un lugar inesperado, no para mí si no para él, era un lugar en nuestra ciudad bastante famoso para bailar salsa, yo era conocida en ese lugar porque siempre iba y a mí me encantan todos esos ritmos caribeños, así que por lo menos cada 15 días me tenían ahí bailando, completamente sobria cabe mencionar, ya que siempre preferí bailar que embriagarme. Y él nunca había ido a ese lugar, ese sábado se podría decir fue suerte el que nos hayamos encontrado justo en ese espacio.

Estaba bailando con mis amigas en la pista del lugar, y no teníamos donde dejar nuestras bolsas para empezar la fiesta así que en realidad llegué yo a la mesa de ellos, ya que tenían una y nosotros no, le pedí a uno de sus amigos (que después me enteré era su mejor amigo) que si le podía encargar nuestras cosas, me dijo que sí sin problema. Un rato después el encargado de cuidarnos las bolsas de una forma muy infantil y graciosa me preguntó si quería bailar con Alejandro que no se animaba a pedírmelo, y le contesté que no había problema pero que me lo pidiera él. Así nos conocimos bailando en la pista, la verdad para mí ni siquiera fue atracción a primera vista, simplemente bailé con él mientras pensaba, otro más que tiene dos pies izquierdos o está ebrio. Después como de dos o tres canciones me dijo que ya se iban que si le podía dar mi número y yo le dije que sí, en realidad se lo di porque me generó confianza, porque nunca fue irrespetuoso, o como otras personas que te acosan o son groseras. Pero pasó algo simpático, yo nunca grabé su número, se había borrado, así que pensé que ya no nos íbamos a marcar, cosa que la verdad no me generó tampoco mucha preocupación.

Yo seguí bailando con mis amigos y él simplemente se retiró.

ADIÓS, FUE UN GUSTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora