La cita

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"En 48 horas, su vida cambiará para siempre pero aún no lo sabe. Vive calladamente entre colegas y conocidos"

Narrador, Amelié Pouline película

Llegó el domingo, día de nuestra cita, sí estaba un poco nerviosa, algo nuevo que vivir.

Salí con la idea de pasar un buen rato sin muchas expectativas, dejarme sorprender por el momento.

Nos quedamos de ver en un centro comercial, en un pequeño café a las 6 de la tarde si mal no recuerdo.

Allí estábamos, listos para conocernos y sin saber que podría pasar.

Pero antes de continuar el relato debo comentarles y manifestarles que en ese tiempo tenía novio, un niño bastante lindo, era una persona amable y sencilla, sólo tenía 4 meses de estar con él, y aún no estaba enamorada. Lo respeté el tiempo que estuvimos juntos, hasta que conocí a Alejandro.

Regresando a la cita, el café, 6 de la tarde, nos sentamos en un segundo piso donde estaba haciendo bastante calor, según recuerdo pedí un frappé y él agua mineral (con el tiempo supe que no le gustaba el café) nos la pasamos hablando, riéndome de sus ocurrencias, platicando de un millón de cosas como: familia, amigos, estudios, simplemente teniendo un conocimiento extenso de nosotros. La verdad me gustó mucho que me hiciera reír, que me escuchara, que me contará parte de su vida, terminando esa cita después de unas dos horas me quería acompañar casa pero se me hacía tarde para llegar con mi novio que ya estaba esperándome, tenía 40 minutos de larga paciencia.

Así que sólo me acompañó a tomar un taxi, y quedamos en hablarnos o mensajearnos después.

Llegando a casa el novio estaba súper desesperado, algo enojado, por la espera de una hora, con justa razón, le pedí disculpas por mi demora pero tenía asuntos que arreglar (fue lo que le dije) y así de lindo como era comprendió mi llegada tarde, salimos a caminar al centro de la ciudad, platicamos como siempre, pero ya no era lo mismo estaba jodidamente encantada con Alejandro, sabía que tenía ganas de verlo nuevamente ,yo no sabía si el también sentía la química o era sólo cosa mía.

Y obviamente pasó lo que tenía que pasar, terminé con él, no podía engañarme a mí por lo que estaba sintiendo, no sabía si andaría con Alejandro pero no podía tener en mi mente a otra persona y tener una relación.

Así es como le rompí el corazón a alguien, puedo asegurar que él si estaba enamorado de mí, ya que tiempo después me dijo que me pensaba como la mujer de su vida y como la mamá de sus hijos, nunca había roto el corazón de nadie y no me sentía nada bien por eso, pero no podía sostener algo en lo cual ya no comulgaba y yo ya no pertenecía. Tiempo después me lo encontré (unos dos años supongo habrían pasado) y me confesó que le hubiera gustado estar para toda la vida conmigo.

Obviamente mi historia iba a ser completamente distinta a partir de ese domingo.

ADIÓS, FUE UN GUSTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora