Sí quiero

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"Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso sí tomados de la mano... mejor dicho del corazón"

MARIO BENEDETTI

Yo celebraba mi cumpleaños como todos los años, ahora lo hacía en un bar donde ya nos conocían porque íbamos cada ocho días. Así que reservamos el piso de arriba, para mis amigos, sus amigos y familia. Estaba allí mi hermana, mi cuñado y de su parte su hermano y su cuñada.

Antes de llegar le dije que quería que pasáramos toda la noche juntos, me dijo que no podía, me enojé mucho, y me dijo que era por una cuestión especial, pero que no podía.

Llegaban los invitados, la fiesta, botana, alcohol, baile. Nos la estábamos pasando muy bien.

Cómo a la una de la mañana, se acabó la música, y empezó a sonar el mariachi con las mañanitas, era para mí, que emoción, un ramo gigante de flores, no esperaba eso, y después de las mañanitas obviamente otras canciones para cantar, y luego vi a mi novio de rodillas pidiéndome que pasara la vida con él, sentí una emoción muy grande, lloramos los dos, me puso ese anillo simbólico, que aunque dijera que no me hacía mucha ilusión y me sentía en un sueño, súper feliz. Estaba que no cabía de la emoción, lo que tanto había esperado, se daba por fin.

Ahora entendía porque no podía quedarse conmigo. Era la cereza del pastel.

Casi todos se fueron, nos quedamos una amiga, Alejandro y yo, según recuerdo, había una persona muy ebria que estaba molestándonos en la mesa. Era bastante insistente. Así que Alejandro reaccionó y se lo agarró a golpes (a mí eso nunca me ha gustado, que reaccionen de forma violenta), rompieron hasta la puerta del baño, y yo tratando de separarlos, tenía que ser Justo el día que me dio el anillo. No podía acabar así, no lo podía creer. Pero así fue ni modo. Eso sí no pasó por mi mente. No podía arruinarse así la noche.

ADIÓS, FUE UN GUSTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora