El aviso

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"¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto?"

ANDRÉS CALAMARO

Yo había planeado una salida con una amiga, el sábado 26 de Enero, al Karaoke (no sé cantar pero me ayuda a quitar el estrés, me divierte), le dije que si me llevaba, pero antes le pregunté qué le pasaba, desde que había empezado el año estaba más extraño que de costumbre. Me dijo que no quería decirme en ese momento, pero insistí siempre soy así de persistente, pero esa vez me di contra la pared, me dijo que lo había intentado, pero que ya no sentía lo mismo. Yo no entendía lo que me estaba diciendo, no captaba la situación, me era difícil comprender, mi mente se quedó en blanco y le dije que si lo que trataba de decir es que ya no me quería, me dijo que no quería hacer las cosas más grandes, en ese momento comprendí que sí ya no me quería pero que no se atrevía a decírmelo, y simplemente le dije me puedes llevar al Karaoke, creo que en ese momento entré en un estado de shock, no lloré, no dije nada, salí aparentemente normal, pero no quería regresar a casa, no quería regresar a donde no me querían. Me puse una borrachera increíble, mi amiga se regresó a su casa y yo seguí la fiesta, llegué hasta el día siguiente 5 de la mañana creo, la verdad ni siquiera lo recuerdo con seguridad, me quedé dormida en el sillón de la sala.

Al día siguiente empecé a cambiarme de cuarto, no quería verlo, hablarle, no quería que me siguiera diciendo que no me quería. De ese sábado en adelante sentía que moría todos los días un poco. Sin hablarle duré una semana exactamente. Hasta que le dije que necesitábamos hablar. Ya que él tampoco decía nada o aclaraba algo.

Hablamos el Domingo 3 de Febrero día de superbowl a medio día, nos sentamos en el comedor que nos regalaron nuestros padrinos de velación, y le pedí por favor que me dijera todo. Lo primero que salió de su boca fue que lo perdonara por ya no quererme que se había esforzado mucho en amarme nuevamente y que no lo había conseguido, y que le había dolido que la semana pasada no llegara a dormir y eso le había removido muchas cosas (no entendía si estaba justificando su perdón y su "ya no te quiero"), yo le dije que si no había llegado era porque no me quería allí, que ya lo había decidido no ese domingo sino desde la semana pasada. Y después se me ocurrió preguntarle, desde cuándo se sentía así y me dijo que desde noviembre. Y él me estaba avisando hasta esas fechas WOW, me sentía toda una perdedora.

Ya no quise saber más, me fui con una amiga a su casa para contarle mis penas, y salió una botella de licor de maple canadiense riquísima, la cual nos acabamos y otro tanto de tequila. Entre llanto, desilusión, y un poco de canto terminó la noche. Otra vez regresando ebria en la madrugada. Ya no le debía explicaciones a nadie, ya no importaba lo que me dijeran, me había dejado sola, Alejandro había tomado esa decisión desde hace tiempo.

Me sentía vacía, triste y sola.

ADIÓS, FUE UN GUSTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora