TENTACIONES MAFIOSAS

CAPÍTULO 2

-¡alto! ¡Policía!- grité, sacando mi arma.

El hombre se detuvo, dio media vuelta y me miró.

-¡las manos arriba! ¡donde pueda verlas!- apunté mi arma hacia él.

El hombre levantó las manos, colocandolas detrás de su cabeza.

A mi lado, me alcanzó un cansado compañero que se detuvo para recuperar el aire que perdió de su persecución.

-¿lo...- respiró -tienes?- terminó.

-Ahora...¡al suelo!- le ordene al sujeto que intentaba escapar.

El hombre se tiró al suelo. Me acerqué y lo espoce.

-¿no ere tan rudo Ahora?- le susurre en su oido.

-sacame las esposas y lo veras- me desafió.

Lo levanté del suelo y lo metí dentro se una patrulla, cerrandole la puerta. El hombre se me quedo mirando con furia mientras que la patrulla se alejaba.

Luego,mi superior se acercó para felicitarme.

-buen trabajo,vete a descansar- me golpeó suavemente mi hombro.

Sonrei, feliz.

-gracias, señor- agradecí.

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En cuanto llegué a mi casa, deje las llaves sobre una pequeña mesa.

Mi casa no era lujosa y enorme,pero.... tampoco era tan pequeña.

Digamos que era algo así como: perfecta y acogedora.

Entré a la cocina, encontrandome con mi hermano, con una botella de cerveza en su mano y mirando un partido de baloncesto.

-¿apostaste otra vez?- le dije,al abrir la heladera para sacar un botella de agua.

-cierra la boca-soltó,malhumorado.

Apagó el televisor cuando el partido llegó a su final, y tiro el control sobre la mesa.

-perdiste....-concluí, apoyandome sobre la mesada de la cocina.

Mi hermano tan sólo se lamentó apoyando la cabeza contra la mesa.

-¿cuanto?- le pregunté.

-1000 dolares- respondió.

Suspire.

Abrí la heladera y saqué dinero que tenía escondido allí. Conté y coloqué el dinero sobre la mesa.

-consiguete un trabajo y deja de apostar- le dije.

Él,levantó la vista, fijandola en el dinero.

-no necesito tu ayuda- negó.

Sonrei.

-claro..  ¿piensas que todo va a salir bien cuando no le pagues?. Volverás golpeado como la última vez, así que toma el maldito dinero,pagales. Y consiguete un buen empleo- le ordene.

Mi hermano se puso de pié. Era mucho más alto que yo, y más delgado. Su pelo era castaño muy claro, unos ojos verdes me observaron con cautela.

Yo era algo más diferente a él, más baja.... no tan delgada, mi pelo es castaño oscuro y mis ojos....verdes.

-No te metas en mis problemas- salió de la cocina,sin tomar el dinero.

Lo seguí.

- Por favor.... sólo no quiero que te pase nada malo. ¿siempre estoy pensando si estás metido en algún lío o simplemente estas en casa?. Toma el dinero y pagale a esos tipos, por favor ...-suplique.