CAPÍTULO 1

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-a ver..... te lo preguntaré una vez más, ¿Quién mierda te contrato?- le pregunté al enorme hombre que estaba atado con cadenas en sus manos y estas al techo dejándolo débilmente expuesto.

El idiota no respondió, tan sólo me... escupió en mi cara.

Saqué un pañuelo, limpiandome la cara.

Esto es lo que no me gusta del trabajo.

Baje la vista, apreté mis puños y le pegué fuertemente en su estómago.

El idiota se quejó del dolor.

-¿no vas a decirme nada? ¿ni un puto nombre?- le pregunté.

Pero el tan sólo dijo...

-muerete-

Suspire, cansado.

-bien, si no colaboras.... no me sirves- le hice seña a uno de mis empleados para que lo matará.

Di media vuelta, sin dejar de oir las maldiciones que el idiota lanzaba en contra de mí.

-¡TE VAN A ENCONTRAR! ¡Y TE VAN A MATAR!- gritó.

Salí del viejo depósito,que usábamos para nuestros..... malos actos y subi a mi auto.

Cuando llegué al hospital, subi las escaleras y abrí la puerta de la habitación donde se que se encontraría.

-¿cómo estáis?- le pregunté, observando la carpeta que dejan los doctores en la punta de la camilla.

-para la mierda.... no soportó estar aquí...- se quejó G.

Sonrei.

Revise la otra hoja, y al parecer todo marchaba bien.

-¿tuviste suerte? ¿te dijo algo?- me interrogó.

-no... no quieren hablar. Creo que entrenaron muy bien a esos tipos, prefieren morir antes que decir una puta palabra. Y son capaces de soportar todas las torturas- me senté en una silla que había al lado de la camilla.

-primero emma... luego me disparan...¿quién sigue?. Esto parece ser algo personal- se quejó G.

Lo miré.

-tú, tuviste suerte. La bala fue a tu pierna- bajé la vista -emma.... ella....-trague mi angustia.

-lo se....¿j? ¿lo viste?- me preguntó.

Alce mi vista, fijandola en la preocupación de mi hermano.

-encerrado, como siempre- me puse de pié - bueno... iré a ver si puedo averiguar algo más. El idiota que te disparo no me dijo nada- suspire.

-H... ten cuidado- me advirtió -estos tipos son peligrosos y ni siquiera los conocemos. Son cautelosos y cuidadosos-

Sonrei.

-no te preocupes, estaré bien. Trata de mejorar tu pierna y no follarte a ninguna enfermera- bromee.

G me tiro con la almohada de su camilla.

Se la volví a tirar.

- la necesitas más que yo- sonreí.

Salí de la habitación, entrando de nuevo a mi auto.

Llegué a mi casa, apagando el cigarro.

Entré y subí las escaleras.

Golpee la puerta de su habitación, pero nada.

-¡anda! ¡mierda! ¡abre la puta puerta!- le grité.

-¡VETE! ¡NO QUIERO HABLAR CON NADIE!- gritó del otro lado.

Suspire cansado.

Siempre lo mismo.

Entré a la habitación, sabiendo que lo más probable es que me saque a patadas.

Encedi la luz de esta, ya que sólo había oscuridad y un olor a alcohol.

No me sorprendió encontrarlo en la cama con una botella a su lado.

Su barba había crecido demasiado,y su ropa estaba echa un desastre.

No era el mismo.

Desde ese día, J se volvió un ente.

-no se si lo sabías, pero a G le dispararon y estoy seguro que fueron esos malditos tipos- corrí las cortinas para dejar entrar algo de luz.

-¡MIERDA! ¡DEJAME SÓLO!- se quejó.

Abrí las ventanas para que corra algo de aire, fresco.

-J, se que es difícil esto.... pero no harás nada con estar echado en la cama y lamentandote- agarre las dos botellas que estaban en el suelo y las tire al tarro de basura -emma aún está viva, no murió- solté.

-esta en el puto coma- soltó,lleno de angustia.

-los milagros existen- le quite la botella que estaba a su lado, votandola -vamos J, siempre has sido el más fuerte de los 3. Te necesitamos, tenemos que encontrar a esas personas y darles un tiro por el culo- suplique.

-dejame sólo....- susurró.

Suspire.

Busque una silla y la arrastre hasta sentarme a su lado.

-fui a ver a emma, los doctores me dijeron que aún no hay un avance claro,pero que existe la posibilidad de que despierte del coma. La bala entro por un lado de su cabeza y salió por el otro- comenté.

-¿y si despierta? ¿Acaso piensas que ella seguirá siendo la misma de antes? ¿Acaso piensas que la puta bala no le hizo algo?- se sentó en la cama.

Baje la vista.

Era verdad.

Existía ese riesgo.

-emma te necesita J. Estoy seguro que quiere que la vayas a ver.... que le hables, estoy seguro que ella podrá escucharte, y eso le dará más fuerzas- tome su mano -tu hijo.... nosotros... todos te necesitamos-

Sus rojos ojos se encontraron con los míos.

-emma lo es todo para mí- susurró con dolor.

-y lo sigue siendo. Hasta donde se, ella aún está allí, en esa camilla luchando por sobrevivir mientras que tú estás aquí tirado, ahogado de alcohol sin hacer nada más que quejarte- dije.

J bajo la vista.

-se que eres fuerte J. Y se que superaras esto, se que podrás salir adelante. Si no quieres hacerlo por nosotros o tu hijo, hazlo por ella- me puse de pié -Estoy seguro que te dará un tiro por el trasero si emma te viera así- sonreí.

Ella seguro lo haría.

- bueno... bañate un poco y limpia este desastre- le ordene -yo me tengo que ir a ver si consigo algo.... estos tipos son peligroso,la verdad es que no se les escapa nada- suspire.

-yo.... Te voy a ayudar- se puso de pié.

¿que?.

Vaya....

Me acerqué a él y le di un fuerte abrazo.

-sabia que lo lograrías- le dije.

TENTACIONES MAFIOSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora