CAPÍTULO 33

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Lentamente, abrí mis ojos, debido a la molesta luz del sol.

Lo primero que vi, fue la cara sonriente de H.

¿desde cuándo me estuvo mirando?.

-H.....- susurre.

Su sonrisa se volvió más tierna y cálida.

-buenas tardes, dormilona- bromeó.

¿que?.

-¿Qué hora es?-pregunté con voz de dormida.

-Para ser exacto.... las dos y un minuto de la tarde- respondió.

¡por Dios!.

Me levanté, sentandome sobre la cama.

Observe que H ya estaba vestido, por lo que seguramente se levantó mucho más temprano que yo.

-dormí demasiado....- murmure, aún dormida.

Y seguiría durmiendo sino fuese por esa luz molesta.

-¿Estás bien?- me preguntó H, llamando mi atención.

-si- afirme, corriendo las mantas a un costado para poder levantarme.

El sólo echo de que H me estuviera observando como dormía desde vaya saber que hora, me daba ganas de cavar un hoyo en el suelo y meterme allí por el resto de mis días.

- te traeré algo para comer- aseguró.

-no- negué - no es necesario, puedo bajar y comer algo- me puse de pié, bajando mi pantalón que se había arrollado mientras dormía.

-bien. Como desees- estuvo de acuerdo.

Abrí el armario, sacando algo de ropa.

-hoy hará calor- me dijo H, acostado en la cama -le dije a G que traiga algo fresco del pueblo, ¿deseas algo?- me preguntó.

Asome la cabeza por detrás de la puerta del armario, encontrándome con H tirado en la cama y su celular en su mano.

-¿pueblo?- pregunté, confundida.

- si, a unos kilómetros de aquí hay un pueblo. G y Kim fueron a comprar algo de comida, ya que nos estamos quedando en la pobreza extrema- me miró y sonrió -¿quieres que te compren algo?- repitió.

-no- negué - no es necesario- cerré la puerta del armario.

-¿ropa?- insistió -kim me dijo que sólo te prestó un poco de ropa, creo que deberías comprar algo más. ¿quizás zapatillas?- dejó su celular.

- no, esta bien. Es más que suficiente esta ropa- afirme -además, no creo que vaya a quedarme tanto tiempo aquí- sonreí.

H bajo su mirada, sintiéndose algo mal.

Ohhh....

No quería decir que....

Abrí mis labios para explicar lo que quise decir, pero él se me adelantó.

-bien. Te espero abajo- se puso de pié y salió de la habitación.

Cerré mis ojos, apoyando mi cabeza contra el armario.

-eres una idiota, kyle- me golpee la cabeza contra el armario - una completa idiota-.

Luego de que me vestí, baje y entré a la cocina encontrándome a emma tomando algo de agua.

Estaba bañada en sudor.

-hola, kyle- me saludó con una gran sonrisa.

-hola- le devolví el saludo.

TENTACIONES MAFIOSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora