CAPÍTULO 31

8.1K 486 38
                                    

Me desperté temprano. El sólo echo de que haya dormido todo el día de ayer, me ha echo despertarme temprano.

Me levanté sigilosamente, sin hacer demasiado ruido, debido a que el español de H aún estaba dormido.

Abrí el armario y saqué algo de ropa que Kim me había prestado. Escogí unos pantalones sueltos, debido a que los jeans probablemente rozarian mis heridas, y una remera de mangas largas, para evitar ver mis brazos.

Me vestí en el baño, me lave los dientes y me peine. Ahora si que parecía una persona y no una espanta humanos.

Me calse con unas pantuflas que Kim también me prestó, y salí de la habitación en busca de comida.

Al caminar, el dolor era leve, y pasable.

Baje las escaleras, escalón por escalón. Creo que me tomó como 10 minutos bajar la escalera completa.

Vaya....

La casa es hermosa y lujosa.

El piso es de madera, las paredes parecían rocas apiladas. Había cuadros, unos sofá que se encontraban sobre una alfombra y una gran ventana que daba al exterior.

Doble a la derecha, y me encontré con la cocina.

La casa era algo pequeña, pero confortable.

La cocina es más lujosa, creo que tenían todos los elementos necesarios aquí.

Desde una buena cocina, una enorme heladera, de esas con dos puertas que se sabe ver en las películas, una mesa redonda donde uno puede sentarse a esperar la cocina o ver a su amado mientras cocina, como en las películas. Y arriba de esta, había botellas de vino colgadas y copas.

Abrí la heladera, encontrándola repleta de comida.

El paraíso.

Había desde comida enlatada, frutas, verduras, cereales y leche.

Opte por escoger leche, algo de fruta y cereales.

Abrí cajón por cajón, hasta que encontré un plato y una cuchara.

Me serví leche con cereal, me senté en la mesa redonda y empecé a comer.

A los minutos, katie entró a la cocina tan dormida que ni me vio.

Se acercó a la tostadora, colocando unas rodajas de pan, cuando se dio la media vuelta se llevó un gran susto al verme sentada allí.

-¡diablos!- dio un salto -por dios mujer....me diste un gran susto- suspiro, aliviada al ver que era yo y no un fantasma.

- lo siento, no quería asustarte- me disculpe.

-pero.....¿que haces aquí?- se alarmó.

-tenia hambre y....-intente explicarle pero me interrumpió.

-¿cómo bajaste?. Te podía haber pasado algo. ¿te duele algo?- se acercó.

-tranquila.... estoy bien. Me siento mejor, ya casi no me duelen las piernas ni los brazos- me llevé una cucharada de cereal a la boca.

- si tu lo dices....- siguió preparando el desayuno.

Observe que colocaba dos rodajas de tostadas, dos trazas de café. ¿estará con alguien?.

-bueno.... me tengo que ir, pero no subas hasta que yo vuelva, no quiero que te pase nada- me regaño.

-tranquila, estoy bien- levanté mis manos.

Katie me regalo una sonrisa antes de desaparecer.

-mmm....¿con quién estará?- me lleve la cuchara a la boca, tratando de pensar -¿será un novio?-.

TENTACIONES MAFIOSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora