CAPÍTULO 37

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Llegamos a casa como a las 5 de la mañana.

-bien.... llegamos- soltó G, que era el conductor asignado.

Me aleje del hombro de heros, que me sirvió como almohada durante todo el viaje, encontrandome con la cara dormida de mi hermoso mafioso.

Sonreí como una boba.

-¿Kim?-G trató de despertar a mi hermana, mientras que J bajaba a Emma.

-¿H?- le susurre.

Pero al ver que no se despertaba, subi un poco más el tono de mi voz.

-h.....- lo llamé.

Se quejó un poco, antes de despertar.

Sus ojos se encontraron con los míos.

-buenos días....- sonrió.

Sonreí.

-H, llegamos a casa. No estamos en la habitación- le recordé, con una tierna sonrisa.

- te ves hermosa cuando sonries- susurró.

Mi sonrisa se agrando.

-anda.... debemos bajar- le dije.

H y yo bajamos del auto, junto a G y Kim.

-¡llevaré a Emma y guardaré el auto!- gritó J desde la puerta.

-dios... tengo tanto sueño, que domire 3 días seguidos- bostezo Kim.

G abrió la puerta, para que nos adentraramos, y comenzó a subir las escaleras en compañía de Kim.

-iré a prepararme un café- le dije a heros, mientras él cerraba la puerta -ve a dormir si quieres- le asegure.

- te acompaño, necesito ese café también- sonrió.

Heros, permaneció sentado, mientras que yo le preparaba el café.

-mañana vamos al médico- soltó, llamando mi atención.

-¿Estás enfermo?- le deje la taza de café en frente.

-no- negó, con una sonrisa -vamos al ginecólogo- me miró.

Ohhhhh.....

Con que era eso.

Baje la vista, algo avergonzada.

Vaya, jamás pensé que al estar en pareja abría momentos vergonzosos. Pero yo creo que es hasta que nos habituemos.

-de acuerdo- acepté.

- es más que probable que te den pastillas- bebió el café.

-okey.....- tan sólo respondi porque no sabía que decir.

Heros,se puso de pié, dejando su taza de café y deteniendose en frente de mi.

Sus manos, acunaron mi rostro con delicadeza y ternura.

- kyle, soy el hombre más feliz del mundo por tenerte a mi lado- sonrió -hago esto porque quiero cuidarte, y haré muchas cosas más para alegrar todos tus dias- confesó.

Sin poder resistirlo, me paré de puntitas y roce sus labios.

- te amo- le susurre, mirándolo a los ojos.

-y yo a ti, amor- acarició mi rostro.

El sonido del timbre fue el que interrumpió nuestro romántico momento, para traernos de vuelta.

Mire a heros confundida.

¿quién es?. A esta hora.

-¿esperas a alguien?- le pregunté.

TENTACIONES MAFIOSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora