CAPÍTULO 16

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Me encontraba sentada en la parte trasera de su camioneta, mientras que ellos dos iban al frente. J, era el conductor.

Me sentía como una maldita prisionera con ellos dos.

Es como si esos mafiosos tuvieran el control sobre mí.

Y es como si disfrutaran al tenerlo.

-tranquilo....- soltó H,luego de que salimos de su casa.

-y... ¿y si le pasó algo a Emma?. El hospital nunca me llama.... debe ser algo grave- dijo, apretando el volante con sus manos.

-o algo bueno- agregó H.

- No lo creo.... no lo sé....- apretó más el volante.

-¿quieres que conduzca?- se ofreció H.

- no.... estaré bien- negó, y miró por el espejo retrovisor, encontrándose con mi cara -¿por qué la trajiste?- preguntó, llamando mi atención.

La verdad, era que a mi también me gustaría saber porque H quiso que fuera con ellos. Pero.... No tenía el coraje suficiente para ser yo quien se lo pregunté.

-necesitamos un guardaespaldas- respondió H.

Se acomodó sobre su asiento, para darse vuelta y mirarme.

Lo miré, con ganas de matarlo.

- es domingo- sonrió.

Apreté mis labios, más enojada.

Tenía ganas de borrarle esa tonta sonrisa a patadas.

Golpear su cabeza contra el asiento.

Tirarlo del auto.

Tenía ganas de ser una policía, y arrestarlo.

-¿tienes arma?- me preguntó J.

-no- respondi, sin quitarle la vista a H.

H sonrió. Se dio la vuelta, busco algo en la guantera y me volvió a mirar, extendiendo un arma.

-toma, debes hacer bien tu trabajo- volvió a sonreír.

Tomé el arma. Una buena y lujosa arma.

Tan buena.... que me daba ganas de diapararle a H.

Al llegar al hospital, bajamos algo apresurados.

Bueno, J, bajo apurado.

En verdad este hombre ama a Emma.

Guarde el arma en la parte de atrás de mis jeans, para ocultarla de los enfermeros.

H, al pasar a mi lado, me susurró:

-¿ahora si te besé,tía?-

Me miró, guiñandome un ojo, y se alejó.

- no me obligues a usar esta arma, tío- pensé.

Me senté en una silla que había en el pasillo, esperando a los dos mafiosos que entraron al consultorio del doctor que los había llamado.

En el fondo, espero que todo se encuentre bien y que no haya pasado nada malo.

Según el historial que leí, Emma era una mafiosa al igual que J. Ambos se enamoraron y se casaron.

Pobre Emma.

Estar en coma.

Ella no merecía eso.

Baje mi vista a mis manos que se encontraban sobre mi regazo.

-tengo que conseguir un teléfono y contarle todo a mi jefe- pensé.

TENTACIONES MAFIOSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora