6🌊Camelias

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🌙

Los días pasan y Mark convierte sus visitas al mundo humano una rutina, ha aprendido a controlar sus piernas e incluso corre y juguetea con John sin tropezar (al menos ya no tanto).

Su dulce John, tan sólo su nombre es capaz de sacar un suspiro enamorado del tritón, aquel humano que le había mostrado un nuevo y maravilloso mundo, que siendo sincero si no fuera por él, jamás le hubiera interesado visitar.

Más ahora, han visitado el pueblo casi por completo porque Mark adora caminar por los puestos para encantarse por cada mínimo detalle tan diferente pero que a la vez y poco a poco siente familiar.

Pobre e ingenuo príncipe, que mezcla sentimientos con lo prohibido cada vez profundos.

Camina de la mano de John, se ha relacionado tanto con los humanos que algunas señoras en los puestos le saludan, no hay nadie que no caiga ante los encantos del dulce Mark que con sólo una sonrisa logra hacer feliz a todos.

Pero a Mark sólo John le hace tan feliz como lo es ahora, desde que se dieron su primer beso no pararon, descubriendo juntos la adicción por los labios del otro, del dulce néctar y suavidad que saborean por horas en la tranquilidad y lejanía del pueblo donde sólo ellos dos están solos y en paz. Sus piernas se enredan y ambos contra la arena cierran los ojos y se besan, John acariciando la espalda de Mark quien rodea su cuello con sus delgados brazos y se mantienen juntos de esa manera.

Solo ellos, sólo así debía ser.

[...]

La noche llega y el puchero del tritón se hace más notorio, su molestia es notable, siente que el día le dura tan poco y la noche no quiere ser larga porque él debe regresar a su hogar, junto a su gente pero...

No quiero soltar la cálida mano de John, incluso cuando el humano lo sostiene y ya está dentro del agua, tan sólo esperando el momento en el que podrá soltarlo.

—Hora de irme, por ahora.—Ríe, sonando un poco apagado.—¡Mañana debemos ir con al señora Clark! Debemos vernos temprano entonces.

John ríe encantado y con dulzura.—Seguro que si, corazón. No podemos dejarla plantada, estaré aquí temprano esperándote.

—Es una promesa...

Y cuando termina de pronunciarlo sólo se alza para besarlo una última vez y lentamente se aleja, sumergiéndose para irse, sabe que está lejos de su humano cuando su cola deja de brillar, pasa por los corales y el plancton resplandece mostrándole el camino a su reino, él lo sigue, todo esta tranquilo ya que su gente descansa y está aliviado, nadie le ha descubierto pero cuando llega a casa nota algo extraño y sabe que es cuando encuentra a su hermano mayor.

Taeyong le espera despierto, su mirada seria cala en su ser y siente pánico, nada con cuidado hacia él y se recuesta a su lado.—Hermano ¿que haces despierto tan tarde?

—Lo mismo debería preguntarte a ti Mark. ¿O es que estabas muy ocupado jugueteando con aquel humano?

Sus palabras lo dejan inmóvil, con el corazón golpeando en su pecho y lleno de terror.

El nudo se forma en su garganta, le impide hablar aunque quiere pero no puede excusarse.—¿C-cómo-

—¿Cómo te he descubierto? De un momento a otro dejaste de rondar por aquí cuando nuestra gente y nosotros, tu familia, sabemos que te gusta pasear por el reino y como no hablar de nuestra madre que siempre me preguntaba dónde estabas, si adoras pasar tiempo ella, no estabas con los tiburones, creí que de nuevo intentaste nadar lejos del reino y eso hubiera sido mejor y menos decepcionante que verte mezclándote con...Humanos.—La última palabra la dice asco, claro, siempre habían sido criados así, con la visión de que aquellos seres que habitaban terrestres eran horribles, crueles.

Forbidden Sea. ⇒[JonhMark]🌊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora