On the rock

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Pablo estaba bastante ocupado tanto que aquella noche cancelo su salida, sin embargo la mexicana en vez de molestarse o hacer berrinche le entendió y decidió irse sola a aquel bar el cual uno de sus amigos acababa de abrir, ella no necesitaba a nadie para pasarla bien.

Entro en el lugar que estaba realmente bien decorado se notaba que cada detalle de aquel bar había sido cuidado por que no solo te daba ese aire oscuro y misterioso ayudando al juego de la seducción, sino también ese lado cerca de la barra aquella tranquilidad que buscaban los solitarios como ella aquella noche así que en vez de pedir una mesa fue directamente hasta uno de los taburetes frente al bartender el cual sonrió como saludo pues le conocía de otro bar y este sin ni siquiera mediar palabra puso frente a la castaña un daiquiri de fresa. Tomo la respectiva foto y la publico ademas de que etiqueto el nombre del bar, era una forma de darle promoción al negocio de su queridísimo Omar el cual luego de mucho esfuerzo y junto a Ander habían emprendido aquel negocio. Así como llego aquel daiquiri llegaron varios mas pues el ambiente y la música estaba increíble, sin contar que el sitio estaba lleno converso con algunos que se acercaron a ella, intentaron realmente lo hicieron pero todos fueron rechazados, no por que alguno de los valientes no fueran agraciados fisicamente sino por ella misma, ya ella había pasado aquella etapa de rollo de una noche desde hace un buen rato digamos que desde la época de su capricho por Guzman. Eso de meterse con desconocidos había acabado aunque mas que meterse lo hacia solo para molestar al chileno, por que de cierta forma entre ellos hubo aquella competencia no por la cantidad de víctimas, sino mas bien para demostrar que así como el podia ser un playboy jugar con cuanta chica se le pusiera en frente, ella era una playgirl que podia volver loco a cualquier hombre aunque solo lo hicieron para huir de aquel sentimiento que estaba agazapado.

Sonrió al escuchar aquella canción que la acentuaba mas en el buen mood que tenia aquel día por que era de esos raros días donde todo había salido bien y al parecer iba a terminar de buena manera por que a pesar de estar sola disfrutaba de aquello, por que era de esos pocos momentos donde podia desenfocarse y ser una chica normal de 26 años en vez de la empresaria, hija y novia de que tenia que cuidar las apariencias por el que dirán. Su bebida acabo y justo cuando iba a pedirle el ultimo de su noche, el bartender le puso en frente un trago pero esta vez no era el suave y dulce daiquiri sino un fuerte on the rocks básicamente whisky con hielo haciendo que la chica le mirara sorprendida y fue cuando justo escucho aquella voz comprendiendo por que aquel trago estaba frente a ella.

-Las cosas dulces nunca fueron de tu agrado- menciono Valerio tomando asiento a su lado a lo que la chica respondió -La gente cambia- dijo para después llevar a sus labios el trago que tenia en frente y sin duda sentir la diferencia entre el suave daiquiri
Contra aquel whisky que a pesar de haberse suavizado mantenía aquella esencia fuerte  y de cierta manera, de aquella forma veía a Valerio el era fuerte, y por mucho que trates de cambiarlo o suavizarlo su verdaderos matices están ahi camuflados y que al final causara el mismo efecto ser un terremoto mientras Pablo era como el daiquiri, una combinación de sabores que al final solo seria dulce y refrescante. Al llegar aquella comparación le hizo sonreír de forma boba, quizás había tomado lo suficiente para parar e irse a casa, aquello era lo mas sensato sin embargo tenerle ahi a su lado era algo que desde hace tiempo no pasaba.

La mexicana le había echado de menos -Pensé que te habías olvidado de mi- confeso mirándole a lo que el sonrió suavemente y acercando peligrosamente su cara a la suya -Nunca, tu eres inolvidable- haciendo que ella le creyera por la fuerza en que le miraba, Lu no pudo evitar sonreír también y de forma impulsiva acaricio suavemente su mejilla -No he podido sacarte de mi cabeza y te odio por eso- confeso posiblemente gracias al alcohol que comenzaba a surtir efecto. -Me alegro, aunque eso no es lo que quiero, no voy a parar hasta que no puedas sacarme de tu corazón- comento decidido haciendo que la chica se alejara, debia hacerlo por que su aroma empezaba también a embriagarle, Lucrecia sabia que podia llegar a pasar cuando el alcohol y aquel característico aroma del chico se mezclaban.

Tomo otro sorbo de aquel trago sintiendo de inmediato como le quemaba la garganta dándose cuenta que ya no estaba acostumbrada a aquel trago fuerte sin embargo no podia negar que le gustaba. De aquella forma aquel par se comportaron como hace tiempo no lo hacían, como amigos solo por esa noche Valerio no uso sus tácticas, se sentía tan bien estar allí solo charlando poniéndose al día, estar así con Lu era algo que había extrañado.

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