Punishment

1.4K 62 5
                                    

Valerio no pudo negarse a salir con sus chicos, era el cumpleaños de uno de ellos por lo que esa noche salió con sus amigos, necesitaba desestresarse. Aunque le estaba yendo bien en la empresa le era difícil terminar de adaptarse por eso aquella noche se permitió volver a la vida nocturna aunque había una diferencia al final de la noche volvería solo a casa.

Tomaba de una costosa botella de whisky haciendo que se relajara a la vez que la música, las luces de colores y el tumulto de personas hacia lo suyo llevándolo a un grado de libertad logrando que bromeara con todos a su alrededor sacando así al verdadero Valerio y no aquel que debía mantener la postura ademas de mostrarse calculador a la hora de hacer negocios junto a su padre. Hablaba con una chica la cual siempre terminaba encontrándose en los clubs y digamos que mantenían cierta amistad, eran amigos de tragos cuando vio a Lucrecia junto a su novio sentarse en una de las mesas de vip no muy lejos de la suya.

No le afecto por que el sentir celos cada que le tocaba ver a la pareja era algo a lo que ya se había acostumbrado, pero lo que si le molesto es que al parecer Lucrecia no se había percatado de su presencia allí aquello era algo con lo que no podia, el sentirse ignorado por ella siempre había sido de las pocas cosas que no podia soportar así que les envío una botella del champagne mas caro del lugar. Minutos después de que la camarera le llevo aquella botella fue cuando Lu le miro por que la camarera le señaló donde se encontraba, Valerio levanto su vaso en forma de saludo para luego beber un poco esta. El chileno trato de seguir en lo suyo sin importar que la chica estuviera allí mostrándose cariñosa con el novio, mucho mas de lo que le había visto alguna vez molestándolo por que sabia que aquello era lo que aquella mujer quería volverlo loco.

Gracias a sus amigos trato de pasar aquella noche lo mejor posible tanto así que no se percato que la pareja se había ido del lugar, todos sus amigos salieron de allí unos por que iban a seguir la fiesta en otro lugar y el por que lo único que deseaba era meterse en su cama y dormir, así que se despidió de ellos y se monto en su coche.

Prendió el coche y se supo en marcha a su casa hasta que se pro en una luz roja, miro la hora en el radio de su auto eran las 3 de la mañana y sin pensarlo mucho cambio de rumbo, a esa hora no había trafico asi que llego en menos de 15 minutos a la casa de la mexicana. Toco varias veces hasta que la puerta fue abierta, rápidamente fue en busca de su presa la cual estaba en la sala y el recibimiento por su parte fue el siguiente: -¿Que haces aqui?- cuestionó a lo que el chico le miro mientras sonreía con cierto deje de malicia -¿Sabes lo que me costo esa botella de champagne?- le cuestiono a la vez que la empujaba suavemente a hacia la pared y le beso de forma rápida mientras que sus manos no se quedaron quietas por que recorrieron el cuerpo de Lucrecia, termino el beso cuando mordió suavemente aquel labio inferior de la chica -Vengo a cobrarte- menciono esta vez bajando hacia el cuello de la chica -Te hare un deposito si eso quieres- dijo la chica entre medio de suspiros como pudo.

Escuchar eso hizo que Valerio riera para luego mirarla directo a los ojos -Quiero el pago en especias-. El volvió atacar la boca de la chica sin darle tiempo a decir nada mas a la vez que la hacia caminar hacia aquel sofá blanco en donde la hizo caer y sin perder tiempo se acomodo encima de ella.

Lu no pudo, ni quiso detenerlo pues podia sentir desesperación en aquel beso furioso permitiéndole a lo mucho respirar por que aquella boca ávida de Valerio se movía con vigor ademas de que podia sentir el miembro duro del chico  gracias a la forma en que el chico estaba encima de ella. ¿Por que estaba tan furioso? Se pregunto cuando el chico abandono sus labios y comenzó a bajar depositando besos en su cuello, clavículas y el inicio de sus pechos mientras sentía las manos del chico tocar sus muslos -Val- gimió cuando estas se posaron en su intimidad haciendo que el chico sonriera al instante -Oh, ¡sorpresa!- dijo mirándola ya que la chica no llevaba panties.

El chico rozo suavemente sus dedos en la clitoris de ella haciéndola gemir al instante, incrementando las ganas del chico de querer escucharla  jadear o gemir, aquello siempre había vuelto al chico loco asi que no paro...El necesitaba escuchar más ademas de sentir como Lu se retorcía debajo de el -Me encanta lo húmeda que siempre estas para mi- susurro con voz ronca en el oído de la chica -¡Cariño!- menciono a la vez que se aferraba a el cuando sintió aquellos dedos entrando en ella con tanta facilidad. El no paro sino que luego de aquel dedo un segundo estuvo dentro también, mientras el jugaba con sus pechos lamiéndolos y mordiéndolos haciendo que la chica se perdiera en aquellas sensaciones placenteras sin contar que debajo de su seno derecho dejo un pequeño regalo, aquel hermoso chupon iba hacerle recordar su existencia cada que se viera en el espejo.

Luego de dejar aquel detalle volvió su mirada hacia la cara de la chica la cual tenia los ojos cerrados por el placer a la vez que apretaba uno de los cojines haciéndole enojar...¿Como se atrevía ella a divertirse tanto a costa de el cuando le había ignorado?, aquello hizo que empujara sus dedos dentro de ella con mas fuerza haciendo que sus gemidos se multiplicaran y gritos salieran de ella -Cariño, ¡por favor!- suplico a la vez que le miraba a los ojos y Lu comenzó a mover sus caderas tratando de que el placer fuera mayor cosa que logro por que Valerio sintió como la respiración de la chica aumento aun mas , los ojos de la chica ya no eran marrones claros sino negros por el placer que recorría todo su ser, sabia que estaba por llegar a su climax y cuando sintió su interior aquellos espasmos saco sus dedos, los llevo a su boca y probó aquella humedad dejada por Lucrecia -Sabes tan rico- dijo haciendo que la chica tragara pesadamente -Valerio- suplico ella, trato de llevar sus manos hacia el pantalón del chico, pero el la detuvo -No me gusta cuando me ignoras- dijo de manera dura para luego levantarse ante la atenta mirada confusa de la chica -Este es tu castigo- le observo y ver a la chica así con los labios entreabiertos al igual que sus piernas le hizo respirar profundamente -Ahora te tocara llegar sola mientras piensas en mi, el origen de todos tus males- mencionó con voz ronca por que a el también le costaba, se moría por estar dentro de ella.

Camino dejando a la chica allí sola confundida y frustrada aunque sabia que ademas de eso estaría enojada cuando mirara aquel lindo detalle debajo de su seno, pensar en ello le hizo sonreír como un niño cuando hace una travesura no solo por lo que había hecho sino por que por mucho que Lucrecia intentara alejarlo  solo necesitaba tocarla para que ella se rindiera ante el. Con aquel pensamiento se monto en su coche y se marcho de alli antes de hacerle caso a lo que tenia en medio de sus piernas.

PlayboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora