Capítulo 25

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Un temblor recorrió su cuerpo, arcadas atacaban su estómago con violencia, sollozo al momento que su boca expulsaba un líquido ácido que quemaba su garganta en el camino.

-Hyung- Cubrió sus ojos con sus manos mientras lloraba, quería salir de ahí, llegar a los brazos de Yoongi para solo permanecer a su lado

El sabía que su hyung vendría por el, que llegaría con sus amigos y lo sacarían de ahí, luego irían a su casa y se abrazarian todo el día y noche, para cuando despertarán estarían juntos y todo volvería a la normalidad.

Quiso creer eso, su corazón latió dolorosamente al pensar en la sonrisa del mayor, en sus abrazos cálidos y en sus amigos con los que anhelaba volver.

-Jimin, mi lindo Park Jimin- Una carcajada llenó el silencio del frío lugar en donde se encontraba.

Como odiaba aquella voz, odiaba sentir miedo. Ya no quería estar ahí. Escucho pasos aproximarse a el, negó mientras intentaba hacerse más pequeño, dejar de existir y desaparecer.

-¿Cómo has estado?- Preguntó el hombre mientras se acercaba a Park, se agachó de manera que quedo a la altura de este mismo.

Tomó sus inexistentes mejillas y las apretó, aquellas mejillas que en su momento fueron regordetas y esponjosas, ahora eran sólo hueso.

-¿Quieres salir de aquí?- Susurró apretando más las mejillas de Park, lastimandolo y haciendo que este soltará un pequeño murmullo de dolor

El hombre rió- ¿Duele? Responde. ¿Duele?- Empujó la cabeza del menor con fuerza, haciendo que se pegara con la pared en su nuca.

-Saldrás de este lugar- Dijo el hombre, Jimin sintió su corazón comenzar a latir con esperanza, alzó la cabeza y por primera vez vio al hombre a los ojos. -Saldrás de este lugar, pero me acompañaras

Aquella pequeña luz de esperanza pareció apagarse, volvió a bajar la cabeza mientras su piel se erizaba al volver a escuchar la desagradable risa del hombre.

-En unas horas te traerán algunas cosas con las que te vestirás para irnos- Dijo mientras se levantaba y caminaba a la salida -No intentes nada estúpido

No pensó nada, no dijo nada ni tampoco intento nada, simplemente cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño, abrazándose a sí mismo.

Pasaron algunas horas en las que Jimin dormía, pero tuvo que abrir los ojos gracias a un ruido y a alguien llamándole

-Hola.. Jibin, ¿verdad?- Preguntó una suave y acojedora voz, por un momento Jimin pensó que seguía soñando, pero quitó esa idea de su cabeza al sentir un agudo dolor en su nuca.

-Ji-Jimin- Dijo apenas en un debil susurro, alzó la vista viendo a una mujer un tanto joven que lo veía con cierta pena en sus ojos.

-Ah.. si, es cierto, Jimin- Rió nerviosamente y se acercó a el- Perdón, Jimin. Soy un poco mala con los nombres- Acercó su mano al cabello del menor, este se encogió esperando resivir el golpe, sin embargo nunca llegó, en cambio una suave caricia le hizo abrir sus ojos, aquellos que no se dio cuenta de cuando los cerró.

-Tranquilo, no te haré nada.. la gente de aquí es una mierda, ¿verdad?- No resivio respuesta, por lo que alejo su mano del chico- Yo... me ordenaron traerte ropa, ven, levántate- La chica lo tomó de los brazos y lo ayudó a levantarse, se dio cuenta de que ella era mas pequeña que el, aunque sólo eran por unos centímetros

Cuando pudo mantener el equilibrio ella lo soltó, le entregó una bolsa con lo que parecía tener la ropa que usaría

-Ahí hay un espejo- Señaló el dicho objeto recargado en una pared del estrecho lugar. -Yo esperaré afuera- Le dedicó una linda sonrisa y se retiró de ahí. Jimin quiso sonreír, pero una mueca sólo fue el intento de aquella acción.

YOONMIN "Cristales rotos.."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora