•ALCOHOL•

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En química, se le conoce como alcohol a todas aquellos compuestos químicos orgánicos que contienen un grupo hidroxilo en sustitución de un átomo de hidrógeno, se un alcano, enlazados de manera covalente a un átomo de carbono. Y traducida del árabe significa el espíritu, toda sustancia pulverizada, líquido destilado.

Las bebidas alcohólicas, o lo que mayormente se conoce como alcohol, son aquellas bebidas que contienen etanol.

El alcohol etílico es considerado una droga legal en la mayor parte de la extensión mundial, excepto por los estados islámicos. Además causa de muertes al año por alcoholismo.

Fue todo lo que me dijiste mientras yo intentaba mantenerme de pie sujetándome de la silla. Te dije que no importaba, que solo habían  sido un par de copas, que tal vez se me había pasado una o dos demás. Te dije que todo aquello sobre el alcohol no servía, y que fue una mala idea tomarte el tiempo de buscarlo. No debí de habértelo dicho, lo siento, solo estabas buscando que tomara conciencia de mis actos.

Y cuando no lo hice, no te detuviste allí, me seguiste hasta la habitación solo con la intención de intentar por segunda vez hacerme reaccionar, porque me gritaste un montón de cosas más que decidí omitir y luego terminaste de gritarme estadísticas de las muertes por alcoholismo.

Lo único que hice en ese momento fue gritarte que no era un alcohólico, que quería que me dejaras solo, que no te quería allí gritandome cosas que, hoy, ya ni siquiera recuerdo.

Hiciste exactamente eso: Irte. Te fuiste pero no sin antes de decir buenas noches y apagar la luz.

Todo quedó en silencio, solo con mi respiración acompañándome, lenta y constante, con la oscuridad envolviéndome con ella.

Imaginé que de un momento a otro me acostumbraría a que no hundiaeras el colchón con tu peso, que no importaría que el sonido de tu respiración no estuviera allí cuando no lograbas dormir, que no haría falta que tantearas para abrazarme mientras volvías que dormir. Que a fin de cuentas si te ibas, no harías falta. No iba a extrañarte.

Que equivocado estaba en aquel momento. Y hoy, me arrepiento de aquello, porque te extraño, porque me haces falta. Porque intentaste ayudarme y solo te eché, porque no quise admitir en ese momento lo que sabía y deseaba tapar con una mentira.

Intentaba dormir, juro que lo intenté, que hoy aún lo hago; sin embargo, no lo logré. Y con mi sangre convertida más en alcohol que en la propia sangre corriendo por mis venas, fui por ti.

Me aferraba a todo aquel objeto del que podía, pues el piso parecía ser inestable, pero no estabas ni en la cocina ni en la sala durmiendo en el sofá. Me apoye de las paredes, para llegar al último lugar en donde podías estar.

Dormías al lado de Ian, mientras las pequeñas estrellas pegadas a la pared intentaban iluminar la habitación.

Ese día aunque fingí ignorarte aprendí muchas cosas que no sabía, cosas que seguramente investigaste en internet. Aprendí que el alcohol es capaz de ocasionar muchas cosas, en los riñones, provoca deficiencia de una hormona, que por consecuente terminan por eliminar más agua de la que se ingiere, haciendo que el organismo la busque en otros órganos, en donde las membranas que cubren el cerebro pierdan líquido y generan dolor de cabeza.

En el hígado, el efecto de la metabolización genera nauseas, vómitos y el famoso dolor de cabeza después del consumo. En el estómago, el alcohol aumenta las secreciones ricas en ácidos y mejora la digestión, aunque si se bebe en exceso, causa erosiones en la mucosa del estómago, producidas por el etanol.

No tengo la menor idea de cómo me gritaste todo aquello tan rápido y preciso, aunque estaba seguro de que eso no era lo importante; porque con todo aquello lo único que buscabas era hacerme conciente de todo lo que nos estaba dañando.

Lo que yo sabía perfectamente era que el alcohol no solo se limitaba a un problema netamente físico, sabía muy bien que era capaz de destruir relaciones, amistades y familias. Esta conciente en mi inconsciencia que el alcohol funcionaba igual que una droga y que nos mataría lentamente.

Le temía, le temía a lo que nos pudiera hacer porque yo había visto de lo que era capaz y sin contemplación alguna.

Y como por arte de magia, saliste de aquella habitación y me viste sentado en el suelo a un lado del pasillo. Porque te sentaste a mi lado, y fue la primera vez que admití que tenía un problema.

Porque aquella noche los problemas comenzaban a amenazarnos y yo no me di cuenta. Porque tú, por otro lado si lo hiciste e intentaste mostrármelo y hacérmelo entender.

Porque para el día en que vuelva a verte espero poder decirte que el alcohol ya no será un problema, y espero que me sigas amando tanto como yo lo hago y como mis recuerdos me lo permiten.

.C.

EL DÍA EN QUE TE VUELVA A VER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora