Un largo fin de semana 2/2.

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Sonó el timbre de la gran mansión de los alcaldes de Corona, Arianna abrió la puerta y vio a Cassandra parada en frente de la puerta.
-¡oohh! Cassandra ¿vienes a pasar el rato con Rapunzel?- la chica asintió algo nerviosa- pasa, eres bienvenida a nuestra casa-
-gracias alcaldesa Arianna- Cass caminó al pasillo aún avergonzada.
-no hace falta ser formales Cassandra- la mujer sonrío- estás en confianza-
-esta bien-

La casa de Rapunzel era muy grande, habían tantas habitaciones que parecía un laberinto, además que la casa tenía tres pisos, una terraza y un enorme patio. Además que las decoraciones eran elegantes y lujosas, todo aquello era tan diferente a su casa y la hacía sentir como una completa extraña.
-Rapunzel esta en su habitación, Cassandra- dijo la castaña acercándose a la cocina- esta en el segundo piso, tiene pintado su nombre en la puerta-
-gracias alcaldesa- la pelinegra subió aún con nervios a las escaleras y buscó la puerta de la rubia.

En el pasillo habían tantas pinturas, todas de diferentes estilos, no reconocía a todos los autores pues no era muy fanática del arte, sin embargo, le gustaba saber la historia de el pequeño pueblo de Corona.
Por fin encontró la puerta de la rubia, dudó en tocar la puerta (otra vez) pero Rapunzel la abrió, dejando a Cassandra sorprendida.
-¡Cass!- la chica abrazó a la mencionada unos segundos.
-¡Raps!- era extraño, no era muy fan del contacto con las personas y sin embargo, con la rubia no le molestaba en absoluto.
-me alegra saber que estés aquí- ella le sonrió de oreja a oreja.
-no iba a perderme la oportunidad de divertirme, además sería de mala educación irme como si nada después de tu invitación- Cass le devolvió el abrazo.
-¡chicas, ya esta lista la cena!- anunció el padre de Rapunzel.

Dicho esto las chicas bajaron por las escaleras, acomodaron la mesa y se dispusieron a comer.
Para Cassandra era algo raro estar acompañada durante la comida, simplemente no estaba acostumbrada a estar con otra gente que no fuera su padre.
-cuentanos Cassandra ¿como va la escuela?- preguntó el alcalde Frederic.
-todo va bien, es un gusto estar estudiando en la academia Corona- respondió la chica un tanto nerviosa.
-me alegra saber eso ¿y tienes muchos amigos allí?- oh no.
-ehmm.. ¡claro! Soy amiga de casi toda la escuela- ¡rayos! Debía de salir rápido de ese apuro.
-es bueno que tengas amistades, estoy seguro de que estas rodeada de buena gente- siguió el padre de Rapunzel.
-así es, todos son muy leales- Cass solo sonrío.
-Cassandra ¿que aspiras a ser cuando te gradúes?- preguntó esta vez Arianna.
-me gustaría ser una policía de Corona, como mi padre, además que quiero acabar con las injusticias y ayudar a la ciudad en lo que pueda- respondió la chica sin pensarlo dos veces, en tanto Rapunzel la miraba llena de admiración.
-es seguro que llegarás a ser como tu padre, tienes el mismo espíritu de valentía que él- halago Frederic a lo que Cassandra solo se sonrojó avergonzada.

La cena fue mejor de lo que esperaba, pues la familia de Rapunzel era muy animada y cálida, hacían bromas en la mesa y contaban sus anécdotas con mucha alegría. Cassandra deseaba tener ese ambiente en casa, su padre a pesar de que la amaba mucho; era muy estricto y siempre la protegía, se sentía muchas veces como un pájaro enjaulado.
-muchas gracias por la cena, mamá- la rubia abrazó a Arianna antes de subir a su habitación con Cassandra.
-me alegra saber que te guste tanto- la alcaldesa correspondió al abrazo de su hija.
-muchas gracias por la cena, alcaldesa- la pelinegra sonrío.
-cuando gustes puedes venir a cenar con nosotros, Cassandra- Arianna abrazó a la chica, a lo que Cass no sabía como responder- bien chicas, diviertanse-
-¡si mamá! ¡ven Cass!- Rapunzel tomó de la mano a la mencionada y subieron al cuarto de la rubia nuevamente.

Cassandra entró al cuarto de la rubia, era más grande de lo que imaginaba. Su cama estaba adornada de figuras de papel origami en el techo de su pared, las paredes estaban pintadas, tenía materiales de arte en su escritorio y también en el suelo, su armario estaba pintando de hermosas flores doradas y también habían carretes en varias partes de la habitación.
-¡ven Cass! Eres libre de acostarte en mi cama o sentarte dónde quieras- dijo Rapunzel sentada en su espaciosa cama, de seguro era King Size.
-esta bien, Raps- Cassandra se acercó con algo de inseguridad hacía la cama de Rapunzel y se sentó de piernas cruzadas.
-Cass, ¿que te gustaría hacer?- preguntó la rubia mirando fijamente a la chica- eres mi invitada, así que tú decides-
-bueno..- la pelinegra se quedó pensativa unos minutos- ¿te gustan los videojuegos?-
-!claro que si! Tengo una consola conectada a mi televisor- aquello sorprendió a Cassandra, no pensaba que la hija de los alcaldes tuviera un gusto por los videojuegos- te la mostraré-

Acto seguido Rapunzel quitó una sabana que cubría la televisión, debajo del televisor se encontraba una consola mediana con dos controles conectados. La consola se veía reciente, tal vez de unos meses de estar a la venta.
-a veces cubro la televisión del sol, así se mantiene fresca y como nueva- explicó la rubia.
-tiene sentido que no la haya visto antes- se río Cassandra.
-ahora ¿jugamos una partida?- Rapunzel tomó uno de los controles y se lo entregó a Cassandra, su mirada era retadora.
-con gusto, Raps- Cass lo tomó y se sentó- te advierto que soy muy buena en estas cosas, así que no dudaré en patearte el trasero-
-quiero ver que lo intentes-

Las dos jugaron por un buen rato, entre bromas y la competencia, llegó la hora de acostarse.
Cassandra y Rapunzel llevaban sus pijamas, así que se acostaron en la cama de Rapunzel y siguieron con la plática.
-oye Cassandra, ¿alguna vez te has enamorado de alguien?- preguntó la rubia acostándose en las piernas de Cass.
-yo..- la pelinegra dudó en responder, tomó un pequeño suspiro- yo.. Nunca me he enamorado-
-¿no tienes algún tipo de chico?- Rapunzel volvió a preguntar bastante sorprendida.
-por ahora no, no es algo que tenga en mente por el momento- Cassandra contestó.
-y.. ¿que opinas de Varian? Parece ser un buen chico- la chica sonrió ansiosa de saber la respuesta de su amiga.
-¿Varian?- Cassandra se quedó pensativa- Raps, prometeme que no le dirás a Varian sobre esto y mucho menos a la escuela-
-lo prometo y cuando prometo algo, jamás rompo una promesa- su mirada era sincera, a lo que la pelinegra se relajó.
-mira, Varian es un buen chico y todo, pero simplemente no me siento atraída por él, honestamente no quiero algo con un chico menor que yo, pero no se como decírselo sin sonar grosera o romperle el corazón- explicaba la muchacha algo cabizbaja.
-dicelo con sinceridad, se directa pero también hazlo con delicadeza, no se lo vayas a decir todo de golpe, explicale tus razones y hazle ver que lo quieres como un amigo- Rapunzel juntó su mano a la de Cassandra, así ambas se sonreían mutuamente.
-tienes razón, debo hacerlo- Cassandra se quedó pensando en la carta que recibió en la escuela, ¿sería una buena idea pedirle un consejo a su amiga?- Rapunzel, ¿puedo pedirte un consejo?-
-claro ¿que sucede?- la rubia se levantó rápidamente.
-bueno...- Cass sacó la carta de su mochila y se la enseñó a la rubia- una chica me entregó esta carta, dentro suyo esta una confesión de amor y no sé que hacer, quiero rechazarla-
-wou, no sabía que también te buscaran las chicas- Rapunzel leía la carta detenidamente.
-si, me acostumbré a mis fans pero no siento nada por ella, he rechazado a varios chicos que también son de mi club de fans pero nunca me tocó una chica antes- recordó aquella vez que un chico un año mayor que ella llamado Andrew, se le declaró a escondidas de la escuela pero ella lo rechazó por no conocerlo.
-Cass, ¿a ti te gustan las chicas?- Rapunzel preguntó seriamente.

Cassandra tragó saliva con dificultad, esa pregunta la dejó sin aliento. No esperaba que Rapunzel se atreviera a preguntar algo que ella sabía bien que contestar, temía alejarla con su respuesta, pero si quería ser sincera con su amiga.
-Cass, no tiene nada de malo si me dices que “si”, no te voy a juzgar- Rapunzel puso su mano en el hombro de la mujer, su rostro mostraba preocupación.
-sí- la pelinegra suspiró- me gustan las chicas-
-¿como se siente besar a una chica?- esa pregunta puso roja a Cassandra.
-nunca he besado a una chica- su rostro seguía colorado.
-oh vaya- Rapunzel se río- eso no lo sabía-
-es tonto pero nunca he besado a nadie en mi vida- Cass soltó una leve carcajada.
-algún día, ahora debemos descansar- Rapunzel se acostó y cerró los ojos- buenas noches, Cass-
-buenas noches, Raps-

                         Continuará...
¡hola! Disculpen si no había actualizado, pero este capítulo me tomó más tiempo de lo que pensé en hacerlo. Aún así me gustó que fuera un poco más largo de lo usual.
Por cierto ¡feliz año! Y disfruten mucho con su familia y amigos.
¡nos leemos pronto!

The drop of the Sun and The Moon (Cassanzel Modern!AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora