CAPITULO 13

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Me encantaría decir que después de eso pude conciliar el sueño, pero no, no pude. Me despertaba con la horrible sensación de que me observaban, pero además de Max que roncaba no había nadie. Sentía que de la esquina más alejada de la habitación, donde predominaba la oscuridad, alguien o algo me miraba. Con la mirada clavada a la esquina de la habitación, escuche que Max roncaba y lo mire. Lo veía dormir plácidamente y sentía envidia de que el si pudiera. Creo que Max se sintió incomodo ante mi mirada, porque se removió y luego se despertó.

-¿Qué haces?- me pregunta somnoliento
-Nada, solo ummm… no puedo dormir – haciendo un gesto con los hombros
-Está bien, ven – extiende sus brazos, para que me acurruque en ellos y pudiéramos dormir abrazados. Obviamente lo hice. – Duerme. Duerme con migo.
-Gracias- dije acomodándome
- Por nada- me besa la parte trasera de la cabeza y me abraza fuerte – Duerme.

Me acomodo. Supongo que al sentirme protegida de todo mal, pude conciliar el sueño. Dormí tan bien, el cuerpo de Max me calentaba y evitaba que el frio llegara  a mí, además se colocó en una posición tan protectora que cubría todo mi cuerpo con el suyo.

Recién me desperté cuando Max se desperezo, podía ver como la luz del día entraba por las rendijas de la persiana, se podía predecir que sería un día soleado, lástima que era domingo. Veía como Max se sentaba, se rascaba la cabeza, bostezaba y se volvía a desperezar. Tenía un cuerpo escultural, una espalda marcada, perfecta y triangular. El cabello ni corto, ni largo, simplemente bien. Era perfecto. Desde mi posición comencé a estirarme y él me mira, me sonríe y me mire con esa cara de inmensa felicidad que se reflejaba únicamente en sus ojos. Se acerca y me besa, un beso tierno que luego se alarga en un beso un poco más fogoso, pero no tanto. Me abraza y se recuesta a mi lado, acariciándome desde las costillas hasta la cadera y de regreso. No hablábamos. Solo nos quedábamos recostados, en nuestro propio mundo. Si hablábamos se perdería la magia del momento, por ende nos quedaríamos callados para siempre, porque no queríamos que acabara nunca.

 Me encontraba recostada a su lado con la cabeza en su pecho, mientras el me abrazaba y acariciaba, estábamos tapados hasta la cintura. Pero todo momento perfecto tiene algo o alguien que lo interrumpe y el nuestro alguien fue Anthony entrando por la puerta.

-Buenos días, ¿van a desayunar con nosotros?- dijo mientras entraba pero luego se tornó silencioso y nos mira – Espero que se hayan cuidado- levantando una ceja
-Tranquilo hermano, lo hicimos- dijo Max levantando las manos
-¡Cállate!- acote pegándole con el dorso de mi mano en el pecho
-Bueno, emmm… los dejo con sus cosas, los esperamos abajo- yéndose un poco serio, aunque es normal en el tener esa expresión. Para ser un chico implicado en las drogas, era bastante centrado y muy maduro, hasta para su edad, aunque tenía sus momentos.
-¡No puedo creer que le hayas contestado! Ahora sabrá que nosotros dos – lo último lo dije con un hilo de voz – ya sabes
-¿Qué? ¿Qué perdiste tu virginidad? ¿Que hicimos el amor? – Dijo levantando una ceja divertido
-Si- dije mirando hacia abajo, como si me estuvieran regañando
-Maggie, es tu hermano ¿Qué te puede decir? – me miraba
-Nada.
-Exacto. Ahora bésame- y sí que lo hice

Después de una ronda de besos apasionados, y un poco de diversión para adultos, decidimos cambiarnos y bajar a desayunar con los chicos. ¿Sera esto el inicio de una relación con Max? No lo sé, llevamos muchos años de amistad y no sé si el estaría de acuerdo, aunque por lo de anoche creo que sí.  No debo ilusionarme, ya que puede ser solo cosa de una noche, pero él no es así, ahora es un chico que se interesa por el bien estar del otro, siempre lo fue pero tuvo su etapa de mujeriego y me hace dudar. Caminamos por el pasillo para luego comenzara bajar las escaleras y cuando llegamos al comedor nos encontramos con cinco platos repletos de waffles, pero uno de los platos tenía una vela encima. Cuando me quise acercar a ver, los chicos comenzaron a cantar una tonta canción.

“Maggie y Max
un solo corazón.
Se van a su pieza
y hacen el amor”

Como describir la forma en la cual mi cara se tornó bordo de un instante a otro. Todos aplaudían y cantaban como si fuera una fiesta infantil. No tenía la menor idea de cómo reaccionar; pero sabía que esto era obra de Stax. Lo quería matar.

Pero luego vi más atrás de Stax; y lo que vi hizo que una enorme sonrisa se colocara en mi rostro. Thony se acercó por la retaguardia de Stax y le reventó un huevo en la cabeza. Como dije puede ser tan infantil cuando quiere.

-¡Oye viejo! ¿Qué te pasa? – dijo Stax un poco confundido y pasándose las manos por el pelo.
-Te gusta cargar, aguántate la cargada- dijo Thony secándose las manos con un trapo
- ¡Dios esto es un asco!- Dijo el en-huevado dirigiéndose hacia el baño.
-Bueno, comamos – interferí aguantándome la risa. Tome a Max del brazo y nos sentamos en la mesa.

Comimos como los dioses. 

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NOTA DEL AUTOR:

Hola! 
Perdonen por la tardanza este ultimo tiempo no he estado MUY inspirada que digamos.
No comentare mucho a lo largo de la historia por que no es mi fuerte. 
Nos veremos pronto ;)

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