Estaba tranquila en mi escritorio, pues ser la secretaria y encargada de un orfanato no era tarea difícil para mí. De un momento a otro entra mi asistente diciendome que me estaban buscando.
—Enseguida voy.
Cerré la laptop y acomodé los libros que tenía esparcidos encima de mi escritorio
-Debo ser mas ordenada -dije para mi.
Bajé a la oficina de despacho y, al entrar, vi a un oficial de la policia con una niña en su regazo:
-¡Buenas tardes oficial! Discúlpe la demora por favor -saludé mientras cerraba la puerta y me adentraba a la habitación.
-Buenas tardes, vengo por esta niña.
Me quedé observando a esa pequeña, tendría unos tres o cuatro años, delgadita, de test clara y tan delicada.
-¿Qué pasó con ella?
Comencé a escuchar con mucha atención lo que me iba contando aquel oficial y me quedé estupecfacta al escuchar esas palabras
-¿Vió cómo golpeaban a su abuelito?
-Eso no lo sabemos srta. Es cierto que cuando encontramos a la niña estaba con aquel anciano pero -hizo una pausa corta para acomodar a la pequeña-, pero no podemos confirmalo. Es por eso que le pido que la tenga en su albergue al menos hasta que podamos enclarecer todo esto.
-Y dígame oficial, ¿cuál es el estado del señor que acompañaba a la pequeña?
-Dudo que sobreviva, es más, seguramente falleció camino al hospital.
Después de una charla un poco extensa, llevé a la niña a una habitación para que descansase un poco:
-¿Te gusta el cuarto? ¡Todo rosa!
-No.
-¿Qué es lo que no te agrada?
Tras mi pregunta, sus ojitos se llenaron de lágrimas mientras intentaba ocultarse en sus dos manitos:
-Quelo a mi abuelito.
Y me abrazó. ¡Cuánta tristeza sentí en su abrazo!
-Descansa un poco, porfavor.
Acosté a la niña y luego de unos minutos se quedó cometamente dormida.
***
-¡A levantarse, es hora del desayuno!
Una a una las niñas se iban levantando, menos la recién llegada; me acerqué al pie de su cama y acariciándo su cabellito le pregunté:
-¿No quieres tomar desayuno?
-Tomaba desayuno con Benito, él no está aqui, no quelo nada.
-Apuesto a que ha Benito le encantaría que comieras.
-¿Si?
-Claro que si, vamos.
La pequeña se puso de pie y fuímos juntas a comer. Entonces Camila -una niña de 13 años- comienza a hablar con ella:
-Hola, me llamo Camila, ¿como te llamas?
-Lu-luciana.
-Que tal Luciana. Ahora somos amigas.
-¿Amigas?
-Si, y vamos a jugar mucho. ¿Cuántos años tienes?
-Cuatlo -dijo mostrando sus deditos -, tengo cuatlo años.
-Yo tengo 13, y te voy a cuidar. Asi que come la fruta Luciana.
-¿La fluta?
-Si, esta fruta -levantando un trozo de papaya con el tenedor -cómela.
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Luciana... *(terminada)*
Ficção AdolescenteLuciana es una niña que pasa por momentos que marcarian definitivamente su vida. La crueldad de su tia, la pérdida de las personas que más quiere, el abuso, la discriminacion...¿Algún dia dejara de sufrir tanto? Si ella... Ella es tan solo una niña.