Mi Tormento Favorito©+18 [MCF#2]

C4

Amber POV

Aguardé la llamada de Chris, estaba impaciente, asustada y muy ansiosa, no podía dejar de andar de un lado otro por la cocina, sentía que mi solo existencia no era suficiente para soportar el grado de pánico que tenía, esperaba en verdad que Chris pudiera ayudarme, aunque se comprometió a que así sería, nadie podría asegurar si Karen iba a querer verme o saber de mí.

Prácticamente le había pedido a Chris que me ayudara a convencer a Karen de verme hoy por la tarde, saliendo del trabajo para hablar de lo que había pasado, Chris me dijo que ella estaba en Seattle y la razón no fue difícil de adivinar; estaba aquí por Eva pues ella quería respuestas. Quería hacer lo posible para poder conseguir una conversación, estaría dispuesta a vernos a la hora que ella dispusiera, sin importar que fuera demasiado tarde, necesitaba que ella escuchara mi versión.

Caminé de un lado hasta que mi celular vibró en llamada, mi corazón dio un vuelco, inmediatamente me petrifique, sabía que debía moverme para responder esa llamada, no fue hasta que pude parpadear y entra en razón.

Casi se me cae el móvil cuando de los nervios me lo puse en la oreja.

—¿Sí? —aguardaba con ansias escuchar la voz de Chris, diciéndome que ella aceptaba verme, que aunque fuera una única oportunidad, al menos sabía que la tenía.

—Ella estará solo hasta mañana en la ciudad, hable con ella hace unos minutos y me dijo que ya habló con Evan —hizo una pausa, su silencio me puso inquieta y la sola mención de Evan me hizo estremecer, por supuesto su rostro en mi mente apareció de repente. —Está dispuesta a escucharte, mañana por la tarde, que salgas del trabajo.

—¿Crees que de verdad quiera escucharme? —le pregunté impaciente, se notaba que apenas podía contener mi felicidad y mi pánico al mismo tiempo.

—Sí, créeme que sí, ella me contó lo que le dijo Evan y él te ha absuelto de toda culpa, al parecer le contó lo que de verdad sucedió.

Contuve el aliento, habría jurado que escuché mal pero sus palabras fueron claras, Evan me había quitado toda culpa, me había puesto entonces como la víctima que fui todo este tiempo.

—¿De verdad hizo eso? —pregunté, frunciendo el ceño, negué con la cabeza, él no pudo hacer eso —Él siempre me dijo que no estaría dispuesto a ayudarme,  es de esa clase de persona egoísta y mezquina que no le importa ayudar.

—Eso fue exactamente lo que pasó —confirmó con tono serenidad, yo seguía escéptica. —También cuando me lo dijo pensé que estaba confundiendo las cosas pero no fue así, me contó todo y seguro que ella te lo dirá a ti.

—¿Me odia verdad?

Tardó unos segundos en responder, se me habían hecho eternos.

—No, al parecer Evan le dijo las cosas tal y como fueron, así que no hay razón para que te odie.

Me seguía pareciendo sorprendente la ayuda que Evan me había dado, él no podría haberlo hecho, pero lo hizo, ¿Por qué? No lo sé.

—¿Evan se echó toda responsabilidad?

—Sí.

Parpadee, no había manera, yo no le importé jamás, él me lo había dicho.

—¿Por qué hizo eso?

—No estoy seguro pero deberías preguntárselo a Karen, si ella lo sabe no fue capaz de decírmelo, tal vez a ti si. Hay muchas cosas que no se han resuelto.

Suspiré con pesadez, todavía podía sentir la carga sobre mis hombros, no me sentía del todo libre pero al menos la presión era menos asfixiante que antes, a cuando ni siquiera podía con tanto remordimiento.

—Es cierto pero hay detalles que solo ella debería saber, la verdad quiero que me perdone y si no es así, al menos lo intenté, tiene todo el derecho de hacerlo o no, pero me dolería alejarme de ella.

—Amber, ella tendrá que hacerlo.

—¿Por qué lo dices?

—Porque no tuviste la culpa, quiero que lo entiendas.

Sonreí a medias, estaba aliviada de no tener que preocuparme en que Chris tuviera que perdonarme, él ya lo había hecho, lo único que faltaba por hacer era conseguir el divorcio para sentirme libre de nuevo y darle mi total fidelidad y sinceridad, pues se la merecía.

—Lo sé, te agradezco mucho tu ayuda, en verdad, pero si espero que me perdone es por mis propios méritos y no con ayuda de nadie. Estoy harta de mentir, esta vez dejaré que los demás decidan creerme o no.

(...)

Evan POV

Ni siquiera recordaba su número, apenas y lo marqué en el teléfono público de donde lo llamé pues no quería que reconociera mi número de celular, marqué la primera vez y estaba ocupado, dudé el volver a hacerlo pues si contestaba, sabría que preguntaría por Karen, siempre tuvo un interés evidente en ella, ahora que ella estaba divorciada, tal vez su esperanza reviviera.

A la segunda vez que llamé, solo necesité de un timbrazo para que respondiera.

—¿Hola?

—Tom, soy Evan Ross —inhalé con fuerza, cerré los ojos con fuerza, no podía creer que estuviera haciendo esto —Necesito que me escuches atentamente, en verdad necesito tu ayuda.

Al otro lado de la línea hubo un silencio casi muerto, pensé que me había colgado, estaba a punto de entrar en pánico, él era mi única oportunidad para intentar arreglar lo que fuera que pudiera quedar de mi vida.

—Evan, ¿Qué ha pasado? ¿Todo está bien? ¿Karen y tú...?

—Ella está bien —lo interrumpí antes de que siguiera preguntando por ella —Soy yo, es una larga historia pero prométeme que no llamaras a la policía. ¿Sigues viviendo en Seattle?

—Sí.

—Bien, porque tengo algunos planes, pienso regresar.

—Espera, ¿Dónde estás? ¿En Chicago? Leí lo de tu tío hace unas semanas, lo siento.

Enrollé con más fuerza la cuerda del teléfono, a veces sentía que la gente sabía de lo que hablaba con Tom, presentía que me acusarían.

—Tom, escúchame, lo siento, ¿Sí? hay cosas que necesito decirte porque supongo que tuviste razón tanto como Karen sobre mi vida, ella me odia, me detesta, tú eres el único que puede ayudarme. ¿Estarías dispuesto a escucharme primero y luego juzgarme? Esto es importante, no solo es recuperar a mi hermana, también a la mujer que amo.

Al otro lado de la línea el silencio fue igual de largo pero al menos lo oía respirar; estaba aterrado de que fuera a colgarme el teléfono y olvidarse de mí, esta vez no iba a poder contradecir nada o tener oportunidad de convencerlo.

Se limitó a suspirar, repentinamente me sentí aliviado de que al fin una oportunidad me sonriera después de mucho.

—De acuerdo, te escucho.

—Será tardado, espero puedas tomar asiento.

¡Mil gracias por las 2k leídas! No saben lo agradecida que me siento, millones de gracias <3 Saben que las amo demasiado y que sin su apoyo toda mi inspiración sería en vano.