Epílogo [P2]

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Evan POV (Dos semanas después)

Vi a Amber dormir en todo el viaje que hicimos para llegar a Italia, justo a la pequeña toscana dónde Audrey iba a casarse, habíamos llegado con tiempo que nos alojamos en una casa muy bonita que servía como un pequeño hotel, nosotros no íbamos a quedarnos más que un día y después regresaríamos a París. La boda era a las cinco, así que subimos todo a nuestras habitaciones, yo compartiría con Amber por supuesto y Mónica y Sebastian también compartirían, empezamos a prepararnos porque habíamos tenido un largo camino, el tráfico había sido más caótico de lo que esperábamos y por eso tardamos más en llegar.

Nos arreglamos lo más rápido que pudimos, aunado al calor de la primavera que no nos ayudaba mucho, Amber bebía mucha agua, más de lo que algún día la vi tomar, ella si tomaba agua pero parecía que a cada diez minutos se deshidrataba.

—¿Estás bien? —le pregunté, atándome el cordón de los zapatos, ella bebía más agua y solo asintió con la cabeza —¿Estás nerviosa?

—No —se dirigió a mi con sorpresa —¿Por qué lo dices? No es mi boda.

Sonreí.

—Debe ser el calor porque he visto que bebes mucha agua, ¿Te sientes mal? Si deseas puedes quedarte aquí.

—Suena a como si quisieras mantenerme encerrada y fuese contagiosa, solo estoy embarazada —admitió con un leve gesto en los labios, decir aquella palabra todavía le costaba mucho y si lo decía en voz alta, tomaba como cierta precaución.

Sonreí un poco, me levanté y fui hacia ella, le acaricié el cabello (que se dejó suelto en ondulaciones ligeras) y la besé en la frente, se relajó, pude verlo en su rostro, su expresión malhumorada había cambiado, de algún modo se había vuelto más voluble, entendía que debía ser el embarazo que a veces la hacia enojarse u ofenderse con más facilidad.

—Jamás pensaría algo como eso, solo me preocupo, es todo, afuera hace calor y la verdad no quisiera que te sintieras mal —la contemplé muy atento, no quería que corriera peligro, era consciente de que debía protegerla —¿Estarás bien?

Me sonrió, sus mejillas se pintaron de un suave color rosado que me gustaba mucho ver, le añadía a su piel un resplandor muy bonito.

—Sí, estaré bien, te lo prometo, gracias por preocuparte, es solo que si estoy nerviosa pero no por la boda, es por Meghan.

—¿Qué sucede con ella?

Me di cuenta de que se había apagado un poco esa sonrisa que me regaló, comenzaba a hacerse ideas que le afectaban y eso no me gustaba, Amber era de esas personas que se preocupaban por lo más mínimo, le gustaba que todo estuviera bien y lo peor es que se empezaba a crear escenarios que la asustaban.

—Me dijo que en cuanto llegara de la boda, me comunicara con ella, ¿Y sí ya no quiere representarme? Sé que hablaste con ella pero ¿Y si no la convenciste y cambió de opinión?

Esbocé una sonrisa, supuse que ella tendría esas incógnitas, la conocía muy bien, quería que se pudiera olvidar de eso, desconectarse y enfocarse en este momento, en nosotros y que disfrutara del viaje. Me acerqué a ella y comencé a acariciarle sus mejillas ruborizadas, la toque con adoración, con deseo, ella no podía evitar el gusto y la satisfacción, su cuerpo se relajaba y eso lo notaba con mucha facilidad, me contempló y para ese entonces su respiración ya estaba acelerada.

—Quiero que confíes en mí, Amber, no pasará nada, te lo prometí y así será, no habrá problemas de ningún tipo —le prometí, acercándome más a ella, concentrándome en como sonaba su respiración a escasos centímetros de mis labios, su corazón como el mío bombeaban rápido, ella se quedaba completamente inmóvil, disfrutando de lo que yo le provocaba. —Por un momento quiero que dejes de pensar en eso, lo que deseo ahora es que te relajes, seamos tu y yo este día, ¿Te parece?

Mi Tormento Favorito©+18  [MCF#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora